➶ 7 "Vuelve a empezar"

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[Capitulo 7 — Vuelve a empezar]

El destino es quien baraja las cartas, somos nosotros quien las jugamos.
— William Shakespeare.

Ahora estás en todos los periódicos, María — decía la madre totalmente nerviosa. Su padre se escuchaba también en la conversación telefónica.

— Mamá, todo tiene una explicación — decía María asintiendo con la cabeza. No se encontraba muy bien en esos momentos, tal vez sea por la llamada o, tal vez, porque le daba cierta vergüenza el hablar con su madre después de lo sucedido.

María juró a su madre que esa chica de la que se enamoró jamás le fallaría, que era totalmente diferente a como la conocían sus padres. Melo podría resultar un poco egoísta e infantil para lo demás, lo que en ningún momento era y aún así seguían con la misma perspectiva de la antes nombrada.

— Espero que así sea, María. Yo y papá estamos muy preocupados — El padre de María seguía murmurando en la conversación alterando sus nervios — ¿Que ha pasado con esa chica?

— Mamá, todo esto se arreglará. Son problemas míos. No os preocupéis — comentó María decidida a su madre. En realidad pensaba que todo lo contrario, nada se arreglaría. — Tengo que colgaros.

— Nos vemos pronto, pequeña — dijo su madre con gran preocupación y nerviosismo en su voz.

Finalmente se despegó de su teléfono con intención de seguir hablando con Liz, quien estaba justamente a su lado cuestionándose el por qué de esa llamada tan urgente y con algo de riesgo. Elizabeth era paciente con María. Sabía que algo iba mal en sus relaciones anteriores, pero ahí estaba ella para que las olvidase, para que olvidase de una vez a aquella mujer de la que todos hablan ahora mismo en los medios.

Liz no era cualquier chica. Era tan diferente para María que ni esta misma la comprendía a veces. No malgastaba su tiempo en memeces, ya que decía que su tiempo valía oro. María no conocía su mente, aún tenía que asimilar que estaba con tal mujer de ese rango tan superior a ella. La mente de Liz era totalmente diferente a lo que aparentaba. Era misteriosa, despiadada. Todos la conocían como la mujer de piedra, aunque esta vez, demostró que podía enamorarse—o decía hacerlo—.

María finalmente cayó en sus brazos y su rostro se escondió en el cuello de la misteriosa mujer. Con una mano, Liz acarició su espalda mientras le decía que todo iba a estar bien. Normalmente esto lo hacía Melody, pero María no podía malgastar su tiempo pensando en personas del pasado.

(...)

—Es imposible—decía Abigail, quien era más conocida como Abi.

—Realmente imposible—decía esta vez Kat.

Los chicos habían venido al apartamento justo después que Liz se fuese a su trabajo. Era agotador, pero ella estaba muy comprometida con este. Todos los días era necesario acudir, pero eso era lo de menos. Le hacían el trabajo, tenía empleados para ella.

—Yo no creo que sea posible, Melo no es así—decía Omai sin asimilar la situación de María, ella ahora estaba conteniendo sus lagrimas delante de sus amigos.

—Esta claro—decía Rush decidido junto con sus pensamientos—Conozco a Melo. No es capaz de hacer cosa semejante. Luego...—suspiró en forma de cansancio, llevaba desde las 6 de la madrugada en pie—Luego, ¿te escribió sin más?

—Sí, aquí tenéis la prueba—dijo María con respecto a la carta que se situaba en su mano, la observó durante varios segundos y finalmente salieron sus palabras por si solas—La leí y leí cada palabra que estaba escrita. Una y otra vez.

—¿Sabéis que Jane está en prisión ahora?—decía Abi, pues ella era la que leía más revistas de cotilleo—La han pillado con droga, y mucha. Los medios y las revistas están siempre tan informados de todo...

—Ahí se pudra Jane—maldecía María con total pasotismo delante de sus amigos. Ahora mismo ninguna de las opiniones sobre Jane le importaban, y menos de sus amigos con respecto a ese tema.

—...Y a Melo ni siquiera se le ve en ellas, según dijeron pidió que no se le hiciese ningún reportaje, en todo caso demandaría a quien sea con tal de no salir en aquellas revistas—continuaba diciendo Abi triste.

Al cabo del rato Alex salió de su habitación corriendo con una cara realmente llena de emoción. El rubio tenía una sonrisa de oreja a oreja en su rostro, tanto que su felicidad podría salirle por los poros.

—¡Chicos!—exclamó este—Me acaban de mandar un correo proveniente de una empresa. Se supone que nos han invitado a un evento de música, parecido a un festival. ¿Os han mandado algo?—cuestionó el muchacho esperando respuesta.

Bah, ni en broma—murmuró María desganada recargándose en el sofá—Yo no iré.

—María—Abi pasó un brazo por mi hombro vigilada de la mirada de Kat, quien era su novia.

—En serio, estoy muy ocupada siempre y no creo que un evento de música me agrade—dijo recordando a aquella mujer que le dejaba sin aliento cada vez que escuchaba su canto.

—Lo que estás es deprimida, no puedes pasarte tu vida acobardada por Melo, aunque todos sospechamos que algo así pasase por su mente. Ella es así María, como tú la conoces—decía Abi con intención de que su amiga dejase la tristeza a un lado—Ella lo ha hecho por una razón, te lo dijo, ella no lo ha hecho porque ha querido, o tal vez sí—decía Abi mirando a todos los que le acompañaban.

—No pienso ir a ese evento de música—dijo María sin más. No estaba acostumbrada a sufrir tanto por una persona, sufriendo por amor.

Pero sabía perfectamente que eso no era lo que le preocupaba. María sabía de sobra que si asistía a ese evento el cuál es de música, se encontraría con la mujer que un día le robó el corazón y jamás se lo devolvió. Era la principal razón por la que María se limitaría a ir.

No estaba preparada para lo que venía, porque el destino tenía preparado mucho más de lo que pasaba en estos momentos por su cabeza. El destino podía resultar simplemente abrumador, y ella simplemente no estaba preparada. Nadie le podía asegurar que las cosas no serían como ella pensaba. Era cuestión de conformarse con lo que venía, ya que todo sucedía por una razón.

Pero tal vez, el destino volvía a repetir la misma historia una y otra vez, aún que ella todavía no lo sabía y probablemente ni se imaginaría. María era una chica lista, pero un día se enamoró de una persona increíble y tuvo que pagar unas consecuencias.

[Pt.2] Obsession and Love - MelepeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora