Por Siempre TUYA (Camren)

DÍA 1: CENTRAL PARK #43

Lauren sonrió en el momento en que Camila tomó la canasta de picnic de su mano y la cargo como en los viejos tiempos mientras ella llevaba una botella de vino. Era tan hermosa que dolía. El verla así con ropa informal cuando siempre la había visto con sus trajes caros de trabajo lo hacía sentir bien. Camila le sonrió buscando un lugar perfecto para sentarse. El parque estaba vacío por ser horas de oficina.

—Te ves hermosa—dijo Lauren a Camila que sonreía con la suave brisa moviendo su cabello.

—No puedo creer que viviendo en New York tuviera meses sin venir al Central Park—respiró profundamente—. Con lo que a mí me gusta la naturaleza. Por lo menos aquí pierdes un poco lo agitado de la ciudad.

—Tienes un trabajo muy demandante—dijo Lauren viéndola con ternura.

—Gracias por traerme aquí Lauren—dijo Camila mientras le tomaba la mano y caminaban por el parque—. Lo necesitaba, ha sido un día muy difícil en el trabajo.

—Entonces quizás lo que necesitas es comer un poco y relajarte antes de volver a la oficina—susurró Lauren besando la mano de Camila dulcemente.

—Allí hay un roble—susurró Camila y Lauren la vio—. Si quieres podemos sentarnos allí.

—Por supuesto—sonrió Lauren tomando la manta que traía para extenderla sobre el césped y sonrió a Camila que dejó la canasta y la ayudó a sentarse. Siempre tan atenta, tan dulce.

—¿Estas cómoda? —Lauren asintió y vio que Camila iba a sentarse a su lado pero la tomó de la mano para evitarlo.

—¿Qué pasa? —susurró Camila.

—Quiero que te sientes aquí—dijo Lauren abriendo un poco sus piernas y sonrió tímidamente.

Camila no pudo evitar que sus ojos marrones brillaran de ternura al asentir y sentarse entre las piernas de Lauren mientras ella la rodeaba con sus brazos, ambas cerraron los ojos al sentir el contacto y Camila se apoyó en el pecho de Lauren sintiendo su ternura y los suaves besos que ella empezó a repartir en su mejilla.

—No sabes cómo necesitaba esto—murmuró Camila cerrando los ojos y apoyándose en Lauren—. Estaba muriendo en la oficina, tenía un inicio de dolor de cabeza intenso.

—¿Te duele mucho? —susurró Lauren al oído de Camila y esta negó levemente.

Lauren suspiró besando tiernamente la mejilla de Camila que había cerrado los ojos escuchando el sonido de las hojas de los arboles al moverse con el viento cuando sintió la mano de Lauren levemente en su mentón para girar su rostro y encontrarse con sus dulces y suaves labios.

El cansancio de Camila se evaporó sintiendo las caricias dulces y los besos de la mujer más hermosa del mundo. Se giró tomando el rostro de Lauren con sumo cuidando entre sus manos.

—Lauren—susurró contra sus labios—. Mi amor...—Camila introdujo lentamente su lengua en la boca de Lauren y la escuchó gemir suavemente.

—Te quiero, siempre te quise—murmuró Lauren y Camila suspiró contra sus labios besándola con la mayor de las ternuras pero de forma profunda—. Siempre te querré.

Sus lenguas jugaron tan suavemente que el beso jamás dejo de ser significativo y mágico. Camila se perdió de nuevo entre sus recuerdos, en el amor tan grande que había sentido por esa mujer.

—Oh Lauren no sabes cómo te extrañe—dijo Camila con sentimiento mientras separaba sus labios levemente—. Te extrañe tanto...—dijo con la voz tan triste que Lauren tomo su rostro con amor haciendo que la viera a los ojos. Esos ojos marrones estaban tan desolados y tristes.