Quinta noche consecutiva que Gerard llamaba a mi celular durante la madrugada. Por algún extraño motivo su alcoholizado cerebro decidió hacer un hábito el despertarme mientras intentaba tener el sueño reparador que necesitaba para afrontar mis días en soledad con la mayor calma posible, por ende la realidad era que me estaba comenzando a volver loca. Mi plan de llevar una vida lo más normal posible fracasó de inmediato luego del primer llamado, días atrás, y ya no sabía qué esperar con el que estaba por contestar.
Por supuesto estaba consciente que la simple solución al problema era ignorar el llamado, como me había dicho Kristin durante su visita, o apagar el teléfono e ignorar a Gerard, sin embargo la culpa de saber que me había ido de su lado a pesar que él me necesitaba era lo que me obligaba a contestar y oír su discurso. Su llanto. Su dolor. Lo peor era que compartía aquel dolor, también lo sentía arder en mi pecho, por lo tanto sus llamadas eran un constante recordatorio de que me había rendido y había decidido volver a casa, cuando en verdad debería estar a su lado.
Contesté con manos temblorosas, como siempre, sintiendo como el alto nivel de ansiedad hacía estragos en mí sin siquiera haber oído a Gerard hablar. Creí que escucharía lo mismo de todos los días, y en un principio fue así, un largo minuto de llanto mientras trataba de hacerlo hablar, pero luego vino la hecatombe:
—te amo—dijo entre llanto—te amo con mi vida, por eso me quiero despedir de ti.
Una nueva pausa para sollozar, mientras que yo no lograba comprender qué estaba tratando de decir. Un escalofrío me recorrió de pies a cabeza, anticipando lo que estaba por escuchar.
—me voy a matar—dijo sin más.
Una alarma estalló en mi cabeza, haciéndome perder el control de inmediato.
Entre un "quiero morir" y un "me voy a matar" existía una gran diferencia.
Mi cuerpo me atacó con toda su artillería, quitándome la respiración y haciendo latir mi corazón tan fuertemente que podía escucharlo en mis oídos como si fuera la cuenta regresiva para que Gerard hiciera alguna estupidez. Esta vez, como nunca antes, sentí real pánico.
—¿dónde estás?—dije atropelladamente.
Sabía que debía llamar a Mikey o alguno de los chicos para alertarlos, pero para eso primero debían tener alguna idea de dónde encontrarlo. Junté la poca cordura que me quedaba, para intentar dialogar con Gerard.
—me voy a matar—repitió, haciendo caso omiso a mi pregunta.
—Gerard, por el amor de Dios, ¡¿dónde estás?!
—no lo sé, nunca lo he sabido.
—por la mierda, ¡no es una pregunta retórica!—grité desesperada—dime dónde estás, ¿qué ves en este momento?
—quiero verte a ti, esta vida es una basura.
—me vas a ver pronto, te lo prometo, pero primero debes calmarte—dije a pesar que sentía que en cualquier momento me iba a morir ahogada o de un ataque al corazón.
No estaba para nada calmada, por lo que dando torpes pasos producto de que no podía dejar de temblar, fui a buscar mi frasco de ansiolíticos para intentar aliviar en algún grado la tormenta en la que me sentía inmersa.
—dime lo que ves, coopera conmigo—insistí.
Lo oí dar un suspiro de aflicción.
—pasto, hay hojas sobre mi cabeza... no... no puedo con esto—se largó a llorar.
—¿hay alguien? ¿Reconoces a alguien?

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Love Has Led Us Astray || Gerard Way y tú
FanfictionEs el Warped Tour del 2004. Gerard Way perdió el control de sus adicciones mientras que su novia (tú) intenta día a día rescatarlo de sí mismo. Agobiada de la realidad, ella prefiere vivir de los recuerdos. Sin embargo con el correr de los días la...