Narra Camila
El solo sentir su cuerpo sobre el mío, la forma en que me tocaba, me hacía sentir tan suya, tan única.
Su boca no dejaba la mía y sus manos acariciaban cada parte descubierta de mi piel lo que me hacía estremecer hasta el más mínimo contacto en este momento me hacía delirar, podía notar por la manera en que Lauren se movía sobre mi cuerpo que esto le gustaba tanto como a mí. Nunca había visto sus ojos con tanto deseo como ahora, comencé a notar que nuestros cuerpos comenzaron a sudar y que su cabello comenzó a pegarse en su piel sudada lo que a lo mejor para cualquier otra persona podría ser un poco incómodo para mí era la imagen más perfecta que he visto en mi vida.Lauren besaba mis labios como si no existiera mañana, como si esta noche fuera la última noche de nuestras vidas, sus manos me tocaban como si me fuera a escapar a algún lado cuando lo único que quiero es quedarme con ella toda esta noche, su boca salió de la mía para irse a mi cuello mientras que sus manos se aferraban de mis caderas, podía sentir como mordí y succionaba la piel de mi cuello deje de aguantarme los gemidos, enredé mis manos en su cabello sudado y sentí como subió su boca hasta el lóbulo de mi oreja
-me encantas Camila – no podía ni siquiera responderle, mi cabeza no podía juntar una frase en estos momentos. Lauren comenzó a bajar sus besos hasta llegar a mis pechos que seguían cubiertos por el sostén, ella rozaba su nariz con la piel descubierta de mis pechos. Para suerte de ella y la mía mi ropa interior se desabrochaba por delante así que con un solo movimiento mis pechos quedaron al descubierto, miré como Lauren me miraba y sentía como mis mejillas comenzaba a ruborizarse. Lauren se acostó sobre mi cuerpo y me miró a los ojos – no tienes idea de lo hermosa que eres – dejo un pequeño beso en mis labios – me encantas – su boca se fue nuevamente hacia mi cuello y sentí que todo mi cuerpo explotaba en el contacto, sus manos bajaron temblando hasta mis pechos, sabía que estaba nerviosa, sabía que para las dos era la primera vez que hacíamos esto con una mujer.
-Quiero esto mas que a nada en este preciso momento – le dije en su oído y Lauren levantó la cara para mirarme – haz que sea perfecto.
-¿Si lo hago mal? – noté preocupación en su mirada.
-Serías incapaz de hacer algo mal Lauren eres perfecta.
Lauren sonrió y comenzó a bajar hasta llegar a mis pechos, al principio no hacía nada solo los miraba, era una escena muy tierna. Era como si estuviera tratando de plasmar esa imagen en su cabeza. Después de unos minutos Lauren envistió mi boca con la suya mientras que sus manos masajeaban uno de mis pechos, sus caricias eran suaves, llenas de amor y con miedo a hacerme daño. SU manos me estaban volviendo loca, casi por inercia arañaba su espalda, estaba desesperada por sentirla, por hacerla mía, porque me haga suya. Tenerla era un sueño desde que la conocí. Lauren dejo mis labios y bajo hasta mis pechos, no sé si se dejó llevar por la pasión del momento pero se llevó uno a la boca mientras que con una de sus manos acariciaba el otro, eso me hizo delirar, mi cuerpo temblaba por completo. Es imposible que sea la primera vez que hace esto con una mujer. Había hecho esto con Lucy pero nunca sentí tanto placer como ahora.
Los labios de Lolo bajaron hasta mi estómago y yo enredé mis manos en su cabello, estaba muriendo a esa altura, sentí como sus manos se posaron en el dobladillo del buzo que me había prestado para hacer la siesta y comenzó a bajarlo lentamente hasta que solo quedé con la ropa interior lo cual me hacía estar en desventaja así que de un movimiento rápido saqué el sostén de Lauren dejando sus pechos al descubierto, era segunda vez que los veía y tenían el mismo efecto hipnotizador en mi cuerpo. Ella era perfecta, no había nada malo en su cuerpo ni en nada de lo que la rodeaba.
Tiré a Lauren hacía mi cuerpo quedando debajo del suyo, sentía el roce de nuestros pechos y era una sensación única, la besé de inmediato, quería sentirla a cada segundo. Mis manos bajaron por su torso desnudo hasta llegar al botón de su short, no parábamos de besarnos, me deshice de su short y ahora estábamos en la misma sintonía, sus labios me hacían temblar era increíble sentir como ella a veces era tan inmadura para tocarme y a la vez yo soy igual. Quiero hacerla sentir cómoda, que este es nuestro momento que nada ni nadie nos va a separar. Quiero hacerle entender que mientras estemos en nuestra burbuja de amor la cual sepamos cuidar nadie la podrá reventar. Con mis caricias quiero que entienda que no habrá nunca nadie como ella en mi vida, una persona tan única, perfecta, apasionada en todo lo que hace. Quiero que se de cuenta de que no hay piel como la suya, que no hay labios que desee mas en mi vida que los de ella, quiero que entienda que es el amor de mi vida con solo tocarla porque no creo que se lo pueda decir a la cara sabiendo que esos ojos verdes ni siquiera me dejan hablar bien cuando los tengo frente a frente.
