La Gran Mentira (Camren G!P) [ADAPTACIÓN]

Capitulo 91

-¿Aún no se sabe nada de ella?- preguntó Taylor.
-Nada- le aseguró Keana- Tal parece que la tierra se la tragó…-
-¡No me importa!- ambas regresaron a  ver a Taylor que iba entrando a la casa de Lauren junto con otras personas- Búsquenla debajo de las piedras si es necesario- las personas que iban a su lado asintieron y se retiraron.
-Disculpen- se dirigió a ellas- ¿Podrían decirme dónde está Lauren?-
-Está en su despacho-
-¿Ya saben algo de ellos?- preguntó Keana.
-Encontraron el coche de Lauren…- Taylor las miró preocupada- Pero Camila no se encontraba allí- Taylor se llevó las manos al rostro.
-¿Cree que se la hayan llevado?-
-Es… es lo más seguro. El coche tenía las puertas abiertas de par en par. Ya mis agentes lo están investigando- con esto Taylor se dirigió a donde Lauren.
-Mi hermana se volverá loco-
-Tiene mucha fuerza. Si yo estuviera en su lugar, no sé qué es lo que haría-
-La conozco muy bien, por dentro está roto. Completamente rota. No sé por qué se está haciendo la fuerte y torturandose frente a nosotros-
Momentos después, Taylor salió de la casa. Lauren se dirigió a la cocina y Clara aprovechó para seguirla.
-¿Qué te ha dicho?- le preguntó mientras entraba. Lauren se regresó a verla mientras bebía un vaso de agua.
-Que encontraron mi auto… pero a ella no-
-¡Dios mío!- Clara lo abrazó pero Lauren no le correspondió- ¿Qué es lo que quieres demostrar?-
-No comprendo- le dijo mientras la apartaba un poco.
-¿Qué quieres demostrar con esa actitud que estás tomando? ¿Acaso no te importan ellos? Yo lo dudo- ella sonrió sin emoción.
-Por supuesto que me importan. Estoy muriéndome a cada segundo madre, pero no ganó nada desmoronándome, no ayudo en nada si me pongo a llorar por los rincones…-
-¡No lloras porque no te duele!- Clara se giró a ver espantada a Bea, quien entró enfurecida y tomó a Lauren por el cuello.
-¡Suéltala!-
-¿Qué te pasa idiota?- le gritó Lauren enfurecida mientras se zafaba violentamente.
-Me pasa que estoy harta de tus estupideces Jauregui. Pero te lo advierto, si a Camila le llega a pasar algo te mato -
-¿Ah, sí?- Lauren se acercó bruscamente hacia ella ¿Estás segura?-
-Estoy más que segura. No sabes cuanto lamento que ella se haya enamorado de ti. Definitivamente no la mereces-
-¿Por qué? ¿Por qué tu estás enamorada de ella?-
-Esa es la peor estupidez que has dicho-
-¿Por qué no lo aceptas de una vez? ¿Por qué no aceptas que amas Camila?- Bea se acercó aún más a Lauren.
-Yo no lo niego. Amo a Camila. La amo con todas mis fuerzas… pero no de la manera en la que la estás insinuando. No amo a Camila como mujer, la amo como persona, la amo por el grandioso ser humano que es, la amo como mi hermana-
-¿Y esperas que crea eso?-
-Me da igual lo que creas, tú jamás lo comprenderías. Nunca comprenderías lo que pasé y cuanto ella me ayudó. Le debo la vida a Camila, le debo ser quien soy en este momento y tú ni siquiera sabes el por qué- Lauren desvió la mirada exasperada de que Bea tuviera razón- No, no lo sabes-
-Lárgate de mi casa- le ordenó Lauren. Bea soltó una carcajada.
-Por supuesto que me voy Jauregui, sólo vine a darte un aviso. Voy a encontrar a Camila y a los pequeños cuésteme lo que me cueste, pero no los esperes de regreso. Ya hablé con Shawn, y en cuanto ellos aparezcan se regresarán conmigo a Los Angeles.- terminado de decir esto Bea se dio la vuelta y se fue. Ha rey aventó el vaso de cristal a la pared haciéndolo añicos y por primera vez, todas las lágrimas que había estado reteniendo salieron.
Camila se encontraba con las manos amarradas a su espalda y con la cabeza cubierta con una especie de bolsa. Estaba aterrada.
Había salido de su casa desesperada, con la intención de encontrar a sus hijos y lo único que había conseguido era poner en riesgo al que llevaba en el vientre.
Había bajado sin hacer ningún ruido de su habitación, y aprovechando que no había casi nadie en su casa, había tomado las llaves del auto de Lauren y salido sin destino. Ésta vez, la que la acorraló fue una camioneta, la tomaron por la fuerza y la llevaron hasta el lugar en el que se encontraba en ese preciso momento.
Ella se recostó sobre lo que sospechaba era una colchoneta. El lugar era frio e incluso olía a humedad. Comenzó a llorar mientras pensaba en sus hijos, tenían que estar completamente asustados al igual que Lauren. Lauren también estaría muy enojada con ella, por su culpa sus tres hijos estaban en peligro. Camila recordó aquella última mirada que le había dado; había sido fría y cortante sin alguna otra emoción más que el dolor.
-Allí está- Camila se puso alerta al escuchar aquella voz. Escuchó como alguien se acercaba y como pudo se incorporó.
Una mano la tomó por el mentón y la hizo levantar la cabeza.
-¡Por favor déjame ir!- aquella persona soltó una risa burlesca.
-Eso no pasará- ella se sobresaltó. Aquella voz, Camila conocía esa voz.
-¿Dónde están mis hijos?-
-Por ellos no te preocupes. Si te portas bien, a ellos no les pasará nada-
-¿Qué es lo que quieres? ¿Dinero? Pon el precio que quieras, estoy segura que te lo darán-
-No me interesa tu dinero- otra risa- Tú esposa ha de estar vuelta loca, ya también le he enviado un correo diciéndole que no se preocupe en esperar un rescate de mi parte porque simplemente no regresarás- Camila ahogó un grito- Creo que intentaron contestarme pero no podré leer su correo. Ni siquiera la estúpida de tu amigo podrá rastrearme-
-¿Entonces? ¿Qué harás conmigo?-
-Eres muy curiosa-
-¿¡Qué es lo que quieres!?- gritó ella.
-Venganza-