La Gran Mentira (Camren G!P) [ADAPTACIÓN]

Capitulo 53

-¿Entonces te darás por vencida?- decía Taylor irritada.
-¿Qué parte de “me detesta” no entiendes?- le decía Lauren enojada.
-¿Y eso que significa? ¿Qué tirarás todo a la basura?-
-¿De qué todo me estás hablando? Yo no tengo nada con ella-
-¡Ella te ama! Pero no se atreve a aceptarlo. ¿Acaso no te das cuenta?- le gritó- ¡Tiene miedo! Tiene miedo de volver a sufrir, tiene miedo de volver a estar sola, tiene miedo de volver a llorar. Demuéstrale que no estás dispuesta a que eso ocurra de nuevo, demuéstrale que pase lo que pase tú estarás ahí para ella, demuéstrale que la amas, pero demuéstraselo no dándote por vencida, si lo haces ella no tendrá ni la más mínima duda de que no la amas-
-¿Qué sugieres? ¿Qué la vaya a ver ahorita?- le preguntó con ilusión
-Sí- le exclamó contenta
-¿Qué le diga que la amo y no la dejaré?- Cada vez estaba más animada.
-Sí-
-¿Qué la convenza que no la lastimaré?-
-Sí… pero anda ya vete- lo cortó su hermana.
Lauren salió de la casa de su madre, donde también ahora vivía Taylor, y se subió a su coche. Había sido el sábado por la noche cuando ella le dijo que no la volviera a buscar y ella lo había cumplido, al menos por un día porque ahora la iba a ir a buscar.

(…)

-Pensé que ya te había dejado todo claro- le dijo Camila con un suspiro.
-Si. Pero vengo a decirte que no me rendiré. Ya una vez te deje partir, y no pienso volver a cometer el mismo error-
-Escúchame…-
-No, tú escúchame. Eres lo que más amo, ¡y si voy a estar sin ti para que viva!-
-¡No digas tonterías!-
-No son tonterías, es lo que siento y lo que pienso. ¡Te amo!- Lauren le tomó el rostro y la besó. Ella intentó zafarse varias veces pero Lauren no se lo permitía, estaba decidida a demostrarle todo lo que su corazón sentía.
El beso comenzó a subir de tono y cuando menos se dio cuenta ya estaban sobre el sillón, Lauren sobre ella mientras la acariciaba.
- Lauren, estamos en mi oficina- pero ella no le respondió. Comenzó a besar su cuello dulcemente mientras comenzaba a subir su falda.
-¡No Lauren!- le dijo con la voz agitada. Ella volvió sus labios a la boca de Camila y comenzó a devorarla a besos. Camila se perdió entre sus caricias y su ternura que no se había dado cuenta que ella había hecho a un lado su ropa interior  hasta que entró en ella. Lauren se quedo quieta, quería que fuera diferente y tenía que darle tiempo a ella.
-¡Por favor no me lastimes!- escuchó un susurro. Ella subió violentamente su cara para ver a Camila. Ella tenía los ojos cerrados mientras las lágrimas bajaban por sus mejillas. Lauren salió de ella y la abrazó.
-¿De qué estás hablando?- le preguntó exaltada, pero ella soltó un fuerte sollozo mientras se alejaba de Lauren. Se acomodó sus pantalones y volvió a intentar acercarse.
-¡No me toques!- le dijo mientras se ponía detrás de su escritorio y se abrazaba a si misma- ¡No me lastimes!- Otra vez esa frase. Lauren estaba deshecha, había intentado convencerla de que su amor era verdadero, de que no volvería a lastimarla… había conseguido todo lo contrario.
-¿De que hablas Mila? Yo no quiero lastimarte- se acercó rápidamente y la abrazó.
-¡Suéltame!- Camila le soltó una bofetada, Lauren jamás la había visto tan exaltada, las manos le temblaban, estaba completamente histérica y no podía parar de llorar.
-Camila yo…-
-¡Vete!- le gritó fuertemente- ¡Vete de aquí!- ella abrió la otra habitación y se encerró.
-Camz por favor, no quiero hacerte daño- le rogaba recargada a la puerta, pero por parte de ella solo se escuchaban sollozos.
Lauren se dejo caer al piso mientras lloraba amargamente, por culpa de sus malditas acciones Camila había quedado marcada.
Ella la había lastimado en el pasado, no había escuchado las veces que Camila le había pedido que parara, y ahora, allí estaba la consecuencia.
Lauren se alejó un poco de la puerta y comenzó a llamar desde su celular.
-¡Hola!-
-¡Hailee ayúdame por favor!-
-¿Qué te pasa Lo?- le preguntó angustiada.
-Camz... Camila…- las palabras no salían de su boca.
-¿Camila que?- le gritó- ¿Qué le pasa a Camila, Jauregui?-
-Ella no para de llorar, se ha encerrado y yo… yo no se que hacer-
-¿Qué le hiciste? ¿Dónde está? Lauren te juro que soy capaz…-
-Ven por favor- le gritó- Estamos en su oficina, ven por favor- Hailee colgó.
Diez minutos después Hailee llegó a Empresas Méndez.
-Voy a pasar a ver a la ingeniero-
-Enseguida la anuncio…-
-No es necesario- la interrumpió Hailee- Ya sabe que estoy aquí- Cece asintió, Hailee y las demás chicas estaban autorizadas para entrar a menos de que Camila tuviera una junta.
-¿Qué le hiciste a mi amiga?- le preguntó Hailee a Lauren mientras la señalaba con el dedo. Lauren le contó todo y ella la escuchaba atentamente. A Hailee se le hizo un nudo en el estomago, Lauren en verdad estaba preocupada.
-Tranquilízate Lo que así no lograrás nada- Hailee levantó el comunicador- Cece soy Hailee, necesito que por favor me traigas dos calmantes- Momentos después tocaban la puerta, Hailee fue por las pastillas y sirvió dos vasos de agua.
-Toma Lauren, es para que te tranquilices- Lauren la obedeció y de un largo trago se tomó toda el agua.
-Ve a casa y descansa, yo me quedaré con ella- le decía tiernamente.
-Yo quiero hablar con ella, quiero pedirle perdón, no era mi intención…-
-Yo se que no- Hailee la abrazó- Pero entiende que ahorita ella está muy exaltada y no conseguirás nada más que empeorar las cosas. Confía en mi ¿Si?- ella asintió- Y otro consejo… si quieres demostrarle que no le quieres hacer daño, tomate las cosas con calma. Yo no te juzgo por haber querido hacerle el amor, es más, vuélvelo a intentar, pero si ella te pide que pares, aunque ya haya accedido momentos antes, para. Vuélvela a tranquilizar y si quieres volverlo a intentar, hazlo, pero que ella no se sienta presionada o que ya no tiene otra salida como se sintió hace un rato. Sé que estás arrepentida, y quiero decirte que cuentas conmigo, pero mantén la calma. Ella ha sufrido mucho, y ha levantado unos muros enormes para protegerse. Pero si en verdad la  amas, sabrás derribarlos- después de los sabios consejos de la esposa de Keana, Lauren salió de la oficina.
-Mila, ábreme por favor- le decía Hailee.

(...)

Lauren bajó al estacionamiento sumida en sus pensamientos, arrancó el coche y trató de asimilar todo lo que le dijo Hailee, pero no pudo evitar no recordar aquella noche.
-Lauren, ¡me lastimas!- le dijo adolorida, pero Lauren no se detuvo.
-Lauren, ¡por favor!- le rogaba- Para, en verdad me estas lastimando- le dijo sollozando.
Se aferró fuertemente al volante mientras escuchaba que los gritos de ella retumbaban en su cabeza. Iba desesperada, pisó el acelerador pero no vio que el semáforo había cambiado a rojo. De pronto todo se volvió negro.