Erase una vez un relato

Lado dragón

Bien, he aquí el segundo fic one shot según la votación de Facebook, espero les guste.

Que lo disfruten.

LADO DRAGÓN

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Era un día común y corriente en el valle de dolor, Hiccup había invitado a Astrid a una sesión de entrenamiento con "Detectivador", aquel triple ataque que salvamos de los cazadores, no lo habíamos intentado antes, pero cuando este empezó a mostrarse territorial con los demás dragones (habitantes de la orilla) fue hora de intervenir.
Cabe decir que no íbamos bien, Detectivador se mostraba receloso con la cercanía de nuestros humanos, lo que significaba que nosotros (los dragones) teníamos que intervenir para calmarlo hasta que...

—Fishlegs ¿qué te trae al valle del dolor?

"Una tormenta" había respondido el humano de Meatlug.

Nos tuvimos que retirar de inmediato para hacer los preparativos necesarios antes de la llegada de la tormenta, porque la mayoría de los dragones, claro que a excepción de mí, le tenían miedo a los rayos y relámpagos.

Nos organizamos primeramente en el área común para designar a un encargado, Hiccup llevó a cabo la votación y no fue sorpresa que Astrid fuera la elegida, ella era la más organizada de todos, incluido Hiccup.

En fin, nos designó a Hiccup, Fishlegs y a mí, que aseguráramos el hangar de dragones con suficiente comida y agua.

Una vez que los demás vikingos terminaron con sus tareas dejaron a sus dragones en el hangar y continuaron con sus tareas sin ellos. Astrid dio la indicaciones finales y cuando las llevamos a cabo, regresamos a refugiarnos al área común, dónde por seguridad pasaríamos la noche, Fishlegs fue el último en salir del hangar.

— ¿Pusiste agua y comida en los establos?

—Sí, todos están llenos.

Muchacha desconfiada, ¿con quién crees que estás tratando?

—Los dragones, están tranquilos en sus establos. —aclaró Fishlegs una vez que aseguró la habitación.

— ¿cerraste el hangar?

—Astrid, Astrid claro... ¿Quién lo olvidaría algo así?... Mmmm... Es decir... Siempre hay una primera vez para todo.

Ahora entiendo porque es tan desconfiada.

—¡ash! Iré a revisarlo.

—¡Astrid espera!

Amigo, motivos tiene tu hembra para estar molesta, hasta yo lo estaría. No te preocupes, ya volverá.

Veo en ti preocupación, y creo que debe ser por toda esa intensa lluvia que se escucha en el techo, además de los relámpagos, los luminosos rayos... Y a quién engañó, esta tormenta es feroz.

—Amigo, vamos a ayudar a Astrid.

Claro que sí compañero, ya que bajar es sencillo pero subir de vuelta... no tanto.

Me montas, y me preparo para partir cuando de repente, un gran estruendo se escucha en el exterior, fue tan fuerte que los gemelos se escondieron debajo de la mesa junto con la gallina.

Fishlegs abre con dificultad la puerta, y al hacerlo un arrasador viento envuelve el área común, pero eso no es todo.

—¡oh Thor, oh Thor! ¡el hangar Hiccup!