La puerta de un pequeño pero cómodo apartamento se abrió con un ligero rechinido; del exterior, entró un cabizbajo hombre vestido con un traje negro, que pretendió colgar el saco del mismo color en el perchero que tenía a un lado de la puerta, sin embargo, estaba tan ido de su realidad que ni siquiera atinó al mueble por lo que el saco cayó al piso irremediablente, pero detrás de él, una rubia también entró y lo recogió por él.
—mmm, lo siento .— se disculpó Hiccup .
—No te preocupes, ve a descansar
El castaño sólo asintió cabizbajo y se retiró a la recamara que compartían juntos desde unos años atrás .
Astrid sólo lo vio irse y devolvió el saco negro a su lugar, observó a su alrededor , sentía el ambiente melancólico , ella incluida , ya que también llevaba una vestimenta color negra, lo apropiado para un funeral.
Se acercó lentamente a la mesa donde aun estaba la comida de dos días atrás, estaban recién empezando con la degustación de los platillos cuando recibieron una llamada telefónica con la noticia: su suegro inesperadamente se había marchado a un lugar mejor, y había sido tan rápido que aun era imposible de creer.
El recuerdo aun seguía muy claro en su mente, el repentino momento en que recibieron la llamada por parte de Gobber, un amigo de la familia.
La explicación había sido simple:
Primero un dolor en el pecho que se convirtió en un infarto.
Que frágil era la vida, y más extraño seguir adelante sin esa persona que formó parte importante de tu vida.
Astrid hipeó al recordar nuevamente cómo su querido esposo reaccionó, primero lo negó luego de forma apresurada quiso ir con su familia para confirmarlo, para después pasar a todas las fases de un duelo instantáneo que terminó con la resignación.Y después del velatorio y posterior entierro, habían vuelto a su casa, a la cuál sólo habían acudido para asearse y ponerse la ropa que llevaban .
No les quedaba de otra, incluso su suegra ya se había resignado y aceptó una invitación por parte de Gobber, para ir unos días al campo que vio a su esposo crecer, a ellos también les había hecho el hombre la invitación , más Hiccup había decidido continuar con su vida y por supuesto trabajar, era lo que su padre hubiera querido.
Y así era como había terminado todo.
Astrid se puso a limpiar lo que había; fregó los platos y recogió alguna que otra prenda u objeto tirado, se sentía cansada, pero sentía esa necesidad de hacer algo, en especial por su marido, que de seguro aguardaba melancólico en su habitación, y a quien pensó en animar aunque fuera un poco con una comida recién hecha.
Pero antes de hacerlo , quería cambiarse de ropa. Entró en la habitación a hurtadillas para no hacerle ruido a Hiccup que estaba en la cama hecho un ovillo, aun con la ropa del funeral puesta.
Siguió su camino hacia el guardaropa cuando ...
—Astrid.—lo escuchó balbucear con los ojos cerrados .
—solo vine a cambiarme, sigue descansando, prepararé la cena.
—ven aquí.—invitó su esposo aún con los ojos cerrados y estiró su brazo.—ven... Te necesito.
Aquel ruego le partió el corazón a Astrid, que ya no puso peros y se acercó a la cama para acostarse con él.
En cuanto estuvieron juntos, Hiccup se aferró a ella, como si fuera su vida misma y acarició su hinchado vientre de cuatro meses. Lloró.
—Anda llora, todo estará bien.—consoló Astrid acariciando su cabello.
—Lo sé.—chilló este— sólo quería sentirlos, te amo mucho Mi lady... Gracias por estar conmigo
— Siempre lo estaré, babe, siempre ...
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Me puse melancólica y siempre escribir algo así , ya que siempre pienso cómo será ese día en que pierda algo importante , y quién me acompañará , (que espero no pase, no aun)

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Erase una vez un relato
FanfictionColección de One shot, de distintos géneros y temas, con los diferentes personajes de cómo entrenar a tu dragón. Canon, AU, Semi AU. De todo un poco.