Imagina 3

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La puerta de un pequeño pero cómodo apartamento se abrió con un ligero rechinido; del exterior, entró un cabizbajo hombre vestido con  un  traje negro, que pretendió colgar el saco del mismo color en el perchero que tenía  a un lado de la puerta, sin embargo,  estaba tan ido de su realidad  que ni siquiera  atinó  al mueble por lo que el saco cayó  al piso irremediablente, pero    detrás  de él,  una rubia  también  entró  y lo recogió  por él.

—mmm, lo siento .— se disculpó Hiccup .

—No te preocupes,  ve a descansar

El castaño sólo  asintió  cabizbajo y se retiró  a la recamara que compartían  juntos  desde unos años atrás .

Astrid sólo  lo vio irse y devolvió  el saco negro  a su lugar, observó  a su alrededor , sentía el ambiente  melancólico , ella incluida , ya que también  llevaba una vestimenta color negra, lo apropiado  para un funeral.

Se acercó  lentamente  a la mesa donde aun estaba la comida de dos  días atrás, estaban recién  empezando  con la degustación de los platillos   cuando  recibieron una llamada telefónica con  la noticia: su suegro inesperadamente se había marchado a un lugar mejor, y había sido tan rápido que aun era imposible  de creer.

El recuerdo  aun seguía muy claro en su mente, el repentino momento  en que recibieron la llamada por parte de Gobber, un amigo de la familia.

La explicación  había sido simple:
P

rimero  un dolor  en el pecho que se convirtió  en un infarto.


Que frágil  era la vida, y más  extraño seguir adelante sin esa persona  que formó  parte importante de tu vida.
Astrid hipeó al recordar  nuevamente  cómo  su  querido  esposo reaccionó, primero lo negó  luego de forma apresurada quiso ir con su familia para confirmarlo, para después  pasar a todas las fases  de un duelo instantáneo  que terminó con la resignación.

Y después  del velatorio y posterior  entierro, habían  vuelto a su casa, a la cuál  sólo  habían acudido para asearse y ponerse la ropa que llevaban .

No les quedaba de otra, incluso su suegra  ya se había  resignado y aceptó  una invitación  por parte de Gobber, para ir unos días  al campo  que vio a su esposo crecer, a ellos también les había  hecho  el hombre  la invitación , más  Hiccup había decidido continuar con su vida y por supuesto  trabajar, era lo que su padre hubiera  querido.

Y así  era como había  terminado todo.

Astrid se puso  a limpiar  lo que  había; fregó  los platos y recogió alguna que otra prenda u objeto  tirado, se sentía cansada, pero sentía  esa  necesidad  de hacer algo, en especial  por su marido, que de seguro aguardaba  melancólico  en su habitación, y a quien pensó  en animar aunque  fuera un poco  con una comida recién hecha.

Pero antes de hacerlo , quería cambiarse  de ropa. Entró  en la habitación  a hurtadillas para no hacerle ruido a Hiccup que estaba  en la cama hecho un ovillo, aun con la ropa del funeral  puesta.

Siguió su camino  hacia  el guardaropa cuando ...

—Astrid.—lo escuchó balbucear con los ojos cerrados .

—solo vine a cambiarme, sigue descansando, prepararé  la cena.

—ven aquí.—invitó su esposo aún  con  los ojos  cerrados y estiró  su brazo.—ven... Te necesito.

Aquel ruego le partió  el corazón a Astrid, que ya no puso peros y se acercó  a la cama para acostarse  con él.

En cuanto  estuvieron juntos, Hiccup se aferró  a ella, como si fuera su vida misma  y acarició  su hinchado vientre de cuatro meses. Lloró.

—Anda llora, todo estará bien.—consoló  Astrid acariciando  su cabello.

—Lo sé.—chilló este— sólo quería  sentirlos, te amo mucho Mi lady... Gracias por estar conmigo

— Siempre lo estaré, babe, siempre ...
.
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.
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.
Me puse melancólica  y siempre  escribir  algo  así , ya que  siempre  pienso cómo  será  ese día  en que  pierda algo  importante , y quién  me acompañará , (que espero no pase, no aun)


Erase una vez un relatoWhere stories live. Discover now