No me acordaba que no había subido los primeros one-shot de Erase una vez un relato, en fin, sin más preámbulos...
Perdón si hay errores, son de los primeros que escribí y sólo estoy copiando y pegando.
Nunca estamos solos.
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Era una noche normal y tranquila en la Orilla del dragón, todos los jinetes y dragones se habían retirado a sus respectivas cabañas para descansar después de un agitado día de labores con los dragones. Todos los integrantes yacían profundamente dormidos en la comodidad de su cama a excepción de uno.
En una pequeña cabaña, con la antorcha encendida se encontraba Fishlegs despierto. El regordete jinete prefirió aprovechar la tranquilidad de la isla para repasar el libro que ya se sabía de memoria y a la vez actualizarlo con la nueva información recolectada. No podía dejarlo pasar. Se relajó, se puso ropa cómoda y se quitó sus botas, para después pasar a su área de trabajo y empezar a escribir.
Recién había descubierto que a su dragona "Meatlug" le gustaba las rocas oscuras del rio, muy difíciles de conseguir, pero que había, aparentemente, en abundancia al norte de la isla. Poniendo con afán cada letra en el libro de dragones, describiendo la emoción de su compañera al devorar aquellas rocas, lo tenían realmente entretenido que ignoró que afuera de la cabaña una tormenta se aproximaba.
Un ruido, un soplo.
Fishlegs puso particular atención al ruido que se escuchaba por debajo de la puerta. El viento, que empezó a soplar con fuerza, pasaba por debajo de la puerta haciendo un escándalo. Encontró que ese natural sonido lo desconcentraba de sus actividades, así que optó por tomar la sabana que cubría su cama para ponerla en la orilla de la puerta.
Otra vez silencio.
Sonrió satisfecho y dispuesto a continuar en lo que estaba haciendo, estando ya a punto de sentarse en la silla frente a su mesa de trabajo, otro ruido llamó su atención. No era un ruido del viento, eso ya estaba resuelto. El otro ruido era como unos pequeños golpeteos en la madera de la cabaña. Observó a su alrededor buscando la fuente de aquel sonido extraño, sin embargo, ya no se escuchó.
Receloso, tomó asiento frente a la mesa, tomando el libro para volver a su labor de corregirlo, cuando otra vez el ruido se escuchó más cerca. Se levantó de golpe mirando en dirección a donde se había escuchado el ruido, cerca de su cama, pero no había nada.
Su naturaleza miedosa le dijo que saliera de la cabaña para buscar a su dragona que dormía con los demás dragones, sólo para que lo acompañara y en el peor de los casos que lo protegiera de los intrusos malignos que se empezó a imaginar.
Quitó el trapo de enfrente de la puerta, al abrirla recibió un golpe de viento que lo azotó junto a la puerta. La tormenta había empezado y Thor desataba su furia contra la isla. A dura penas cerró el pedazo de madera para protegerse del viento.
Exhausto, se vio entre la espada y la pared, pues otra vez el singular ruido se había escuchado en la habitación.
—No pasa nada, Fishlegs. Es sólo una tormenta y tal vez un desperfecto de la cabaña. —Se dijo a sí mismo para tratar de controlarse.
Temeroso y con escalofríos volvió a tomar asiento frente al escritorio. Con la tormenta afuera y aquellos ruidos adentro, el dormir ya no era una opción. Leyó el nuevo contenido en el libro para tratar de encontrar algún desperfecto, pero el ruido del viento por debajo de la puerta no le permitía concentrarse como se debía.
Lo que menos quería era acercarse de nuevo a la puerta, pero conforme el ruido se fue haciendo más intolerante no le quedó de otra. Con fastidio se puso de pie, sin embargo, no se movió, todo lo contrario, se paralizó.
En sus pies, totalmente expuestos, sintió un horrible cosquilleo que le erizó la piel del todo el cuerpo y le puso los vellos de punta. Nunca había sentido tan horrenda sensación. Con el cuerpo tembloroso, el rubio jinete bajó la mirada para tratar de encontrar al causante de su miedo
Y lo encontró.
Un estruendoso grito acompañado de un potente trueno, despertó al resto de los jinetes.
Alertados, Hiccup y los demás a pesar de la tormenta salieron para ver que todo estuviera bien. En medio de la tormenta el líder se dio cuenta de que faltaba un integrante.
— ¡¿Dónde está Fishlegs?! —Preguntó con un grito a los demás, pues la tormenta caía fuertemente sobre ellos.
— ¡Hiccup, mira! —Señaló Astrid la cabaña del faltante, cuya luz estaba aún encendida.
Los jinetes corrieron hacía el dormitorio de Fishlegs para cerciorarse que estuviera bien. Entre Snotlout y Hiccup abrieron la puerta, adentrándose después a la habitación, la cual parecía estar abandonada. Su amigo no estaba.
— ¡Ahí! —Señaló Snotlout en una de las esquina al fondo de la habitación.
Los chicos prestaron atención a donde apuntaba Snotlout.
Cubierto por la sabana, sólo con el rostro visible se encontraba Fishlegs en posición fetal, completamente pálido y asustado.
—Fishlegs... ¿Qué te pasó? —Preguntó Hiccup preocupado.
Sin decir palabra alguna, el gordo chico apuntó al techo de la habitación. Los demás siguieron su dedo para ver que apuntaba, para ver lo que fuera que ocasionó que su amigo estuviera así. Y lo vieron.
Agitando amenazantemente sus alas, una roja y asquerosa cucaracha voladora.
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CITEȘTI
Erase una vez un relato
FanfictionColección de One shot, de distintos géneros y temas, con los diferentes personajes de cómo entrenar a tu dragón. Canon, AU, Semi AU. De todo un poco.