A Dance With The Flash ›› Barry Allen [1] Español

6 - The You're Not In Coma Dinner.

Me pare delante de mi espejo de vista completa.  ¿Qué estaba haciendo?  Arregle mi cabello, en una cola alta y luego lo deje caer contra mis hombros. No me refería sobre mi cabello, en realidad. Me refería en general. ¿Qué demonios estaba haciendo? Estaba tratando de decidir que usar para la cena de bienvenida de no esta en coma de Barry. Una cena a la que no quería asistir en primer lugar. Iris me tiro en la jaula del león hoy y ahora aquí estaba, tratando de pelear a los leones con un simple cuchillo.

Deje salir un suspiro, pateando el espejo y girando hacia otro lado. No debería ir. No podía ir.

Barry era una gran parte de mi vida aunque él ni siquiera lo supiera. Me odia a mí misma por haberme vuelto tan apegada a un chico en coma. No podía siquiera decir que conocía a Barry Allen porque no lo hacía. No podía decir que me gustaba, solo me gustaba la idea de tener a alguien con quien hablar pero que no pudiera hablar de regreso.

Eso era todo. ¿Cierto? Entonces ¿Por qué estaba tan nerviosa?

Sabía que no debía ir. Necesitaba alejarme. Necesitaba volver a mi propia vida, tanto como Barry lo necesitaba. Ha estado fuera de su vida por nueve meses, estaba segura que de él solo quería volver a su vida normal. Como yo quiera.

De repente, mi teléfono sonó, sacándome de mis pensamientos. Lo alcance, viendo el mensaje de Iris. Los detalles de esta noche.

Me senté en el borde de mi cama, mirando el mensaje. No debería ir, no debería ir, no debería ir...pero le dije a Iris que iría.

Suspire, poniéndome de pie y moviéndome de nuevo al espejo. Di una mirada, tomando mi cabello. "Tú puedes hacer esto," – me dije a mi misma. "No es gran cosa, solo vas, vez a Iris y Joe y luego sales."

Era un discurso confortante. Pero no duro una vez que decidí dejar mi cabello, tome un par de jeans y un cárdigan. Y en cuestión de cinco minutos estaba apresurándome a salir. La cena empezaba a las siete en punto y ya era las siete y diez.

En la pequeña caminata para allá, mi mente estaba corriendo en círculos, gritando para que dé la vuelta y vaya a casa. Pero mis piernas seguían moviéndose.

***

Cuando llegue a la casa, me detuve en la entrada. Mi mano estaba congelada, a pulgadas del timbre. Aún hay un chance de irse, Margo. Solo te puede ir.

Deje caer mi mano, girando en mis tacones. Lista para hacer la única cosa en la que era la mejor, huir. Pero antes de que pudiera hacer camino por el porche, la puerta se abrió dejando que una débil luz me ilumine.

"Hola, Margo." Era Barry.

Me giro de improviso. "¡Hola!"

Barry se detuvo en al entraba, con los brazos estirados completamente bloqueando el pasillo. No me había dado cuenta de lo alto que era, hasta ahora. Di unos cuantos pasos, y arregle mi cabello tratando de mantener la situación en control. "Solo estaba..."

"¿Yéndote?" pregunto Barry, con un pequeño atisbo de sonrisa en sus labios.

Mordí mi mejilla. "Uh no, solo estaba...se me cayó un arete" – mentí rápidamente, llevando mis dedos a mi oído, cubriendo el arete plateado y rojo.

Barry no perdí un segundo. "Bueno, déjame ayudar," – dijo, moviéndose rápidamente por el porche.

"No," – casi grite y Barry se detuvo. "Quiero decir, está bien. Ya lo tengo. Enserio es tu cena y todo eso. Lo puedo encontrar yo sola."