Aunque el tiempo pase

Los recuerdos de Viktor, ¿Rompecabezas armado?

Comencé a besar a Yuuri mientras sentía como se movía con mi miembro dentro de él, perdimos la cuenta de cuantas veces lo hicimos, el sol quería filtrarse pero las cortinas se lo impedía.
Yuuri se recostó agitado después de llegar la orgasmo y me recoste a su lado, nos tapamos y sentí sus labios sobre los mios.
-Te amo Vitya, me alegra que ahora podamos estar juntos sin problemas
-También te amo, pero creo que si fuéramos humanos esto sería ilegal
-Es verdad, después de todo tengo diecisiete
Menciono con cierta diversión, acaricie su mejilla y después de unos minutos pude sentir cuando se quedo dormido.

Al principio no tenía ganas de dormir, estos días pasaron muy rápido y sinceramente aún no podía creer que Yuuri este de nuevo conmigo.
Todo se puso oscuro y admito que sentí un pequeño mareo, aunque nada importante, después de que mi padre me mordió.
En algún momento me dormí, todo se puso oscuro y de repente me sentí mareado con nauseas, cuando abrí los ojos lo que vi me pareció familiar, aunque era un lugar extraño no me dio miedo.
Me senté y pude escuchar voces, mire por al ventana y vi solo arboles, mire por todos lados y no reconocía el lugar, de repente la lluvia se hacia presente y los truenos también. Por alguna razón me sobresalto y escuche la puerta abrirse.
-¿Ya despertaste? Te dije me avises cariño
Una mujer entro, era rubia y de ojos claros como los mios, pero no la reconocía. Aunque yo este allí solo era como ver por una pantalla, no podía mandar sobre mi cuerpo solo dejar que se mueva por instinto, y tampoco podía hablar. Quizás las palabras que salgan no son las que quiero decir.
-Lo siento, los truenos fueron fuertes
Mi voz se escuchaba como si quisiera llorar y era la voz de un niño.
-Tu padre vendrá hoy, es genial ¿No? Dijo que nos mudaremos ¿Estas emocionado?
Su voz era cálida, se escuchaba su emoción y sus ojos brillaban.
-Si, quiero ver a papi
-Vamos a prepararnos
Nada de lo que ocurría me resultaba familiar, por algún motivo sentía que estaba fuera de cuadro.
Pero cuando esa mujer de cabello rubio empezó a toser fue cuando reaccione
-Mamá ¿Qué tienes?
Pregunté preocupado, su mano tenía sangre y el dolor volvió a mi, mi madre estaba enferma...
-No es nada
Cerro su mano pensando que no vi la sangre, quizá cuando era niño no vi la sangre o de haberlo visto fingí no hacerlo para que no tenga que preocuparse por mi.
Escuchamos un golpe y la puerta se abrió, ella tomo un trapo y limpio la sangre.
-Amelia, Viktor ya volví
-Papi
Corrí hacia él con al intención de decirle lo que ocurría pero mi madre nos alcanzo y sonrió como de costumbre
-Llegaste un poco tarde
Regaño para darle un beso a lo que solo hice una expresión extraña, no me agradaba el ver esa clase de escenas.
-Lo siento, tuve que entregar un libro.
-Libro?
Pregunté confundido, en ese momento dudo que siendo tan pequeño sabia a lo que mi padre se dedicaba pero siempre volvía con una bolsa de dinero.
Al ver los anillos de casados de mis padres pude notar que era oro y un pequeño zafiro. En ese momento solo llamaba mi atención el que sean brillantes, nunca supe de donde lo habían sacado.
Un mareo vino a mi y mis nauseas eran más por lo que cerré mis ojos.

Al abrir mis ojos espere despertar pero estaba en otro lugar, una casa en lo que pude recordar era un pueblo pequeño.
Cuando me levante me vestí con ropa que parecía muy antigua, salí y me dirigí a una habitación, mi padre estaba sentado en la cama y mi madre estaba acostada, me acerque para tomar su mano.
-Buenos días Viktor
-Buenos días, ¿Cómo te sientes?
-Estoy un poco mejor que ayer, ¿Cómo vas con ese libro?
-Voy bien
Mencione sonriendo y tomando el libro de medicina, recuerdo que quería ser doctor
-Debes estudiar y ser doctor ¿Si?
-Seré un buen doctor
Respondí de forma firma haciéndola sonreír, tomo mi mano y la beso
-Con solo quince años ya sabes lo que quieres hacer, no dejes de hacerlo si en realidad te gusta Viktor

Todo se puso borroso, no recuerdo que pasó después de eso, solo sentí un gran dolor y de repente vi por fuera la nueva casa a la que me había mudado. Diría que con mi padre pero él solo decía que se quedaría pocos días porque siempre debía viajar, no recuerdo ver ninguna carreta pero el decía que tenía muchos amigos que le ayudaban y el dinero era suficiente.
-Makkachin espera
Mi padre corrió tras él, a veces pensaba que corría como un vampiro. Mi madre me contaba muchas historias y me enseño a no temerles ya que un tiempo comenzaron rumores de que existían y que la gente del pueblo los veía por la noche ya que atacaba a todos los que estén afuera.
Makkachin estuvo conmigo un año antes de que mi madre... No quería recordarlo hasta ahora me duele, mi padre vino hacia nosotros y me dio una bolsa
-Aquí tienes un poco de dinero, se prudente al usarlo.
-Lo sé, pero necesito algunos medicamentos
-Lo sé y no te preocupes por eso, puedo traerte la medicina que necesites e incluso más
-¿A qué te dedicas realmente?
Pregunté mirándolo
-Ya te lo dije busco información, lo escribo y luego se lo doy a un hombre muy importante del lugar de donde vengo.
-Quisiera ver ese lugar
Mencione mirándolo y él sonrió
-Tu madre lo conoció cuando era adolescente, le gusto así que supongo que también te gustara. Aunque no debes temerle a nada para ir allí
-¿No temer a nada? Mi madre me enseño a no temerle a nada ni nadie
Respondí de forma segura
-Bien, supongo que te llevare pronto allí, aún tienes veinticinco. No me agrada que seas mensajero, deberías dedicarte solo a ser doctor
-No hay muchas personas aquí, la mayoría nunca tienen problemas. Además paso unos días allí cuando se enteran que soy doctor me piden que los cure, creo que es mejor esa idea de viajar y curar a las personas.
-Vaya ese instinto viajero, tu madre pensó que solo sacaste el parecido a mi
-Bueno siempre viajas y casi nunca estabas en casa, al menos yo llevo a Makkachin
-No me parecía prudente el llevarlos conmigo, era demasiado peligroso, incluso ahora lo es. Pero cuidate de los vampiros que hay por aquí, te conseguí este lugar porque quiero que estés seguro.
-Lo estaré
Sonreí y mi padre se fue caminando.

Al despertar Yuuri no estaba a mi lado, pero todas esas nuevas emociones provocaron que mis lágrimas salgan... Todo esto lo ignoré por tantos años y ahora me arrepiento de no haberle dado tanta importancia a la vampiros cuando era un niño, quizás si hubiera estado más interesado en eso mi padre me lo hubiera dicho a tiempo pero ahora en mi cabeza había algunas preguntas, ¿Por qué la escena de la sangre era parecida en los recuerdos de mi vida y en los recuerdos que tengo de mi madre?, mi padre dijo que mi madre reencarno y que ahora tiene siete años, eso significa que ¿la mordió?

-Viktor despertaste
Menciono Yuuri alegre de verme despierto, cerro la puerta tras él y vino hacia mi con una botella de de sangre
-Lamento preocuparte
Mencione secando mis lágrimas
-¿Recordaste cosas de tu pasado?
Su mirada parecía triste, quizá este preocupado por lo que pude haber recordado.
-Si, fueron cosas que aunque me duelen... Me gusto recordarlo
-Lo suponía...
-Por cierto, se que mi padre trae algo información y quiero saber cuando volverá
Mencione algo nervioso y Yuuri me miro
-Desde que estas durmiendo viene cada dos noches, estaba preocupado por los recuerdos que te devolvió y piensa que tendrás muchas preguntas
¿Desde que estoy durmiendo? Pero si solo fue una noche... ¿Verdad?
-¿Cuanto tiempo estuve dormido?
Pregunte algo confundido y Yuuri me miro de forma seria
-Dormiste cinco meses
¿Cinco meses? Esto no podía estar pasando, nunca eh dormido tanto.