BULLYING- BTS 왕따 (Español) ✓

Capítulo 21

Tras ese susto, no he vuelto a experimentar el hecho de que unos usureros me siguieran de nuevo. Todavía me siento muy agradecida por la ayuda que recibí de Jungkook.

No sé qué habría pasado si esos hombres me hubieran alcanzado. Realmente, mi madre y yo, no tenemos dinero para pagar por las deudas de mi madre. Aunque cueste admitirlo, ambas estamos arruinadas.

Suspiro dejando atrás todos mis pensamientos, y miro a mi madre, aún ajena de lo que me pasó ese día, no he querido contárselo, porque si lo hiciera, ella entraría en una obsesión total, y no me dejaría siquiera salir por el pan. Y si tengo en mente trabajar fuera, eso no sería muy agraciado.

Mientras que a ella no le persigan, todo está bien. Al menos para mí.

Obsero como toma un sorbo de su café en silencio. Entonces, su mirada cae sobre mí y luego, sobre el reloj de cocina que se encuentra a mis espaldas.—Hija, es hora de ir al Insituto, sino llegarás tarde.

Asiento con una pequeña sonrisa, para ocultar todo lo que estoy viviendo en el nuevo lugar donde acudo para estudiar.

Me levanto de la mesa, le hago una reverencia y salgo de la cocina. Voy a mi habitación para tomar mi mochila y colocarla sobre mis hombros, y una vez lista, salgo de casa.

따돌림

Una vez en el gran pasillo del instituto, mi corazón comienza a latir más rápido de lo normal, cuando veo al grupo de los Bullies, mirando hacia todos lados, están buscando a alguien, y realmente espero que esa persona, no sea yo.

Tengo que pasar por donde ellos están, sino, no podré llegar a tiempo a clase, y lo que menos quiero ahora, es ganarme una amonestación por llegar tarde.

Tomo una gran bocanada de aire e intento pasar lo más desapercibida que puedo, mi cabeza gacha, mi cuerpo encogido y mi pelo tapando mi rostro.

Sonrío llevemente cuando me doy cuenta de que he pasado, y ellos, no se han dado cuenta de mi presencia.

Aunque... ¿sabéis del dicho: nunca cantes victoria antes de tiempo?, bueno, pues eso se puede aplicar perfectamente a mi persona.

Ya que acabo de notar como una mano, se ha posicionado con firmeza sobre mi hombro, para seguidamente, hacerme girar.

Frunzo el ceño cuando veo en las facciones de Rap Monster, preocupación. ¿Por qué estaría alguien como él preocupado por algo?

—Necesito que hagas algo, vamos. —Toma mi antebrazo y comienza a jalar suavemente de mí, al principio le sigo, por el hecho de estar sorprendida debido a la preocupación que sus ojos hace tan sólo unos segundos, me han mostrado.

Pero pronto, reacciono.—Para, no pienso ir a ningún lugar contigo. —Me deshago con fuerza de su agarre.

Él se gira y ya, la preocupación no es lo que se refleja en su rostro, si no más bien, la molestia de que yo, haya decidido no seguirle más.

—Necesito tu ayuda. —Dice entre dientes, mientras, yo me cruzo de brazos. Es un matón y no pienso ayudarle en nada. No se lo merece.

Pero entonces... me doy cuenta de algo que nunca había observado bien. Abro un poco más mis ojos cuando me doy cuenta de que su ceja está partida, su pómulo tiene un deje verdoso y su labio inferior, tiene un corte.

Seguro que se ha metido en una pelea callejera, pienso erróneamente. Vuelvo a tomar mi posición de rechazo y hablo sin titubear.

—¿Por qué debería ayudarte, si tú tan sólo me acosas a mi amigo y a mí? —Entonces, recuerdo que aún no he visto a Woozi. Estoy algo preocupada porque ayer Domingo, quería salir con él a tomar un helado, y no me respondió al teléfono. Aunque estoy segura de que es por su resfriado, espero que pronto se ponga bien.

Dejo a un lado, mis pensamientos. Y observo como sus labios vacilan, se queda en silencio, pero no por mucho.

—¿No vas ayudarme incluso si te lo pidiera por favor? —Me sorprendo, ¿por favor?, suena tentador, pero no puedo fallar a mis principios.

Un chico que escupe sobre el plato de alguien más, y obliga posteriormente a comerlo, no se merece ayuda de nadie.

—No.

—¿Has dado tu primer beso? —Contengo el aliento, ante lo que dice. ¿A qué viene esa pregunta? Noto como mis mejillas comienzan a tomar un color rojizo.—Eso contesta a mi pregunta. Así, que ahora, ayúdame, o yo te lo robaré.

Trago saliva, esto no puede ir tan lejos.—No te atreverías.

—¿Quieres probar? —Tiemblo cuando se acerca peligrosamente a mí, y al yo, retroceder, quedo pegada a la pared más cercana con él acorralándome.

Pone su mano derecha sobre la pared, encima de mi hombro. Y entonces, él comienza a acercarse peligrosamente a mí, sus ojos están abiertos, esperando a que yo ceda.

Sus labios a centímetros de los míos, mi persona en medio de un ataque cardíaco. Es cuando sus labios están apunto de tocar los míos cuando hablo, más bien grito, aterrada.

—¡Está bien, te ayudaré!

Él se separa al instante, dejando metros de distancia entre los dos. Ha conseguido lo que quería de una forma muy rastrera. Él no es una buena persona.

Respiro hondo y le sigo. Y sí, acabamos de entrar a la biblioteca.

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