Aiden (Mayores 2°)

Capítulo 14: "Estoy felizmente casado contigo"

Yaaa see que solo quieren leer de una vez por todas, pero... bue :p sólo iba a decir que ahora sabremos lo que Aiden piensa :3 ¡YAS! En fin :3 lean :)

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12 años.

AIDEN.

Entró a la habitación de la pequeña Amanda para darse cuenta de que estaba completamente despierta y extrañamente más alegre de lo normal.

-Hola – lo saludó, sus mejillas tornándose ligeramente rojas

Aiden no pudo evitar sonreir. Era excesivamente tierna.

-Hola, princesa – la saludó y se sentó en el borde de su camilla, como lo hacía todas las mañanas

-Tengo algo que preguntarte – dijo ella

Aiden frunció el ceño.

-¿Qué cosa? – preguntó, tomando su mano y sintiendo su presión

Perfecta. Eran pocas las veces que ella se encontraba perfecta. Pero esos pocos días lo hacían extrañamente feliz. Quería que ella se salvara. Quería que dejara de estar en peligro. Quería que fuera feliz dentro de unos años. Que lograra vivir su vida en algun punto.

Ella se sentó y se giró para sacar algo de debajo de su almohada. Era una pequeña bolsa de algun caramelo. Aiden sonrió casi sin poderlo evitar.

¿Qué le podría querer preguntar que tuviera algo que ver con un caramelo?

Ella intentó abrir la envoltura, nerviosamente. Pero al parecer estaba tan nerviosa que no podía lograrlo. Aiden sonrió y tranquilamente cogió la envoltura de entre los dedos de Amanda, para abrirlo por ella. Entonces se dio cuenta del anillo de caramelo en el interior de la bolsita.

Sus cejas se alzaron con sorpresa, pero Amanda retiró la bolsita de entre sus dedos rápidamente y comenzó a sacar el anillo. Aiden se encontró a si mismo sonrieron. ¿Acaso le pediría lo que él pensaba?

-Aiden – dijo ella y alzó su vista para darse cuenta de que sus mejillas estaban sonrojadas - ¿te casarías conmigo?

Aiden sonrió ampliamente sin poder evitarlo. No podía reprimir la enorme sonrisa que se había plasmado en su rostro. Asintió, sin más, porque nunca creyó que aquella niña tan linda y tierna quisiera casarse con él. Porque quería hacerla feliz. Porque la quería. Había comenzado a encariñarse con ella más de lo que debía, porque no podía unirse tanto a los pacientes, eso hacía que fuera difícil si en algun punto fallecían. Pero con Amanda no importaba. Con ella había comenzado su carrera. Y con ella se encariñaría todo lo que quisiera.

-De acuerdo, princesa – aceptó

Amanda sonrió ampliamente, el sonrojo de sus mejillas haciéndose más fuerte de inmediato. Intentó poner el anillo en su dedo, pero como era de esperarse, era demasiado pequeño para su dedo. Aiden soltó una carcajada y cogió el anillo, dejándolo a un lado.

-Pero tengo que ponértelo – Amanda dijo, haciendo pucheros

-Pero no entra – contestó él – asi que no importa. De todas formas me casaré contigo

Entonces Amanda sonrió, cogiendo sus manos.

-Tienes que darme un beso – dijo – sino no estaremos casados