Narra Alicia
Suspire moviendo mi mano nerviosamente, había citado a toda mi familia en la biblioteca.
Necesitaba hablar con ellos, porque de por si ellos sacarían sus conclusiones si veían Adara acercarse más frecuentemente a mí.
-Tranquila – sentí la mano helada de Adara tomar mi brazo entrelazando nuestras manos – No te dejes sobrellavar por tu emociones
-Créeme que eso trato – murmure observando la puerta a unos cuantos metros
-Escaparnos también es una opción – Adara lo miro mal y no tardó en darle un zape en la cabeza - ¡Mierda! ¿Y eso por qué fue? , esa es nuestra opción de respaldo...después de todo tenemos a Demetria de nuestro lado, el tapara nuestras huellas
-Jacob, cariño, tus ideas solo me ponen más nerviosa – Él sonrió abrazándome por los hombros, suspire – Solo...será mejor que sea yo la que hable, los dos no tienen ningún gramo de tino
-Eso dilo de este perro, yo trato de ser lo más razonable posible y más si...
-No, hablaran cuando sea necesario. Tú no dejas de ser sarcástica e irónica – señale a Adara viendo como bufaba fastidiada – y tú, te haces el gracioso, ofendes si te sientes atacado y eres muy impulsivo
-Bueno, no puedo argumentar contra ello – rodee los ojos escuchando la risa de Jacob –Cariño, eres muy blanda y sería mejor si...- abrí la puerta callando a mis dos parejas, pude notar como cada mirada se centró en mí en solo un segundo
Solté un intento de sonrisa mientras me adentraba a la habitación
Rayos, esperaba de que esto no fuera tan difícil de lo que esperaba.
-¿Qué hace aquí la rara y el chucho? – tío Emmet me miro confundido y solo esquive la mirada tratando de no ponerme más nerviosa
-Grandote puedes...
-Adara – murmure firme haciendo que se callara y soltara un bufido fastidia –Yo...yo tengo que comentarles algo muy importante
-Te escuchamos pequeña – asentí en dirección de mi abuelo, de reojo pude ver a Renesme mirarme igual de nerviosa – Alicia...
-Adara y Jacob, son mis parejas destinadas. Realmente no espero que me entiendan, yo también estoy igual o peor confundida que ustedes pero necesitaba comunicárselo a ustedes ya que son parte importante de mí y...
-¿Qué? – me calle cuando pude observar la mirada afilada de mi madre puesta en mí, fueron muy pocas las veces que esto ocurría y siempre lograba intimidarme –No puedes estar hablando enserio
-Cariño, lo que tu madre trata de decir es que no lo esperamos...pero aun así es algo que procesaremos como familia – Abuela esme me miro con una pequeña sonrisa sin embargo mi madre se levantó de su asiento de manera violenta sobresaltándome un poco
-No, no lo voy a permitir. Tu padre y yo te criamos muy bien como para que vengas con esto ahora.
-Isabella – gruño mi padre levantándose también yendo al lado de ella - ¿Puedes calmarte?
-No me pidas que me calme cuando ella piensa que puede venir de manera altanera y soltar algo así como si fuera lo más normal, créeme que no lo es Alicia y si es una de tus bromitas es mejor que la termines de una vez...no estoy para tus estupideces.
-Realmente no pensé que fueras a tomarlo de esta manera, pero solo te diré que no te estoy pidiendo permiso – mi madre me gruño y avanzo queriendo acercarse a mí
-Da un paso más y te juro que me conocerás – gruño Adara poniéndose delante de mí, tome su hombro tratando de calmarla pero parecía ser algo imposible
-No hagamos esto más grande, Isabella – tío Jasper miro enojado a mi madre y pude sentir que trataba de dar tranquilidad al ambiente pero mi madre aun así me miraba muy enojada – Zafiro, estas en todo tu derecho de enamorarte y ninguno de nosotros impedirá tus decisiones – sonreí al ver que todos asentían a excepción de mi madre
-Yo no acepto nada de lo que está pasando. Te criamos muy bien pero al parecer tuvimos que poner algo de mano dura contigo
-Te lo dije
-¡Adara! – Grite en cuanto mi madre salió disparada contra un estante de libros - ¡Jacob ni se te ocurra! – gruñí cuando note como comenzó a temblar
-¡Isabella, cálmate de una vez! – observe como Tía Rose era retenida por mi abuelo para que no interviniera, no sabía que con esta noticia podría poner a mi madre de este modo
-Rosalie, no te metas – pude verla levantarse y mirar en nuestra dirección – Alicia, aléjate de esa chica. Ella solo está tratando de confundirte y eso no lo permitiré