Hilo Rojo | Manuel Neuer

Ven a Berlín

Corrí hasta que llegué a un parque, me senté en una de las bancas, la lluvia bajaba su intensidad lentamente al igual que el compás de mi corazón.

Cuando la lluvia cesó, me quité la casaca jean que usaba, ya que estaba completamente mojada, ahora solo uso un polo manga larga rosado bebé, mis jeans y mis botas rosas también.

Saco mi celular y hago una llamada. Menos mal la lluvia había mojado sobre todo mi cabello y la casaca, así que mi celular está a salvo. Ya he dejado de llorar, correr me ha hecho bien. Pero ahora necesito hablar con algunas personas.

"Llamada telefónica en inglés*

-Marzia-suspiro.

-¡Nina! ¿Cómo estás?

-Te juro que completamente mal, decepcionada, triste, asustada-respiro hondo-te necesito...a ti y a Felix.

-Amiga,...-me dice triste-llamaré a Felix, hagamos video llamada.

-Okay-digo suavemente. Después pongo mi celular frente a mí para iniciar la llamada y ahí los veo, mis dos mejores amigos, la pareja perfecta, lucen hermosos juntos.

-Nina, estás mojada-me dice Felix con una sonrisa triste.

Yo río-Hace un rato paró de llover-suspiro y comienzo a contarles todo, absolutamente todo, desde el día que se fueron hasta lo que acaba de pasar.-...salí corriendo de la casa y llegué aquí-concluyo. Marzia y Felix tienen lágrimas en los ojos, yo me había controlado para no llorar más mientras les relataba todo.

-Nina, nos debiste haber llamado, desde que llegaste de Holanda-dice Felix triste.

-Lo siento, no podía, además ¿Qué diferencia hubiera hecho? Ustedes están en Berlín, yo estoy atascada aquí.

-Ya no más-dice Marzia-iremos para allá ahora, a la mierda Ernst & Young.

-Sí, nos vamos ahora, renunciaremos a la empresa.

-No, ustedes no van a renunciar a la empresa, yo sí-les ordeno-saben cuánto han luchado por conseguir un puesto ahí, no lo van a desperdiciar solo por mí ¿de acuerdo?

-No Nina, antes de ser compañeros de trabajo somos tus mejores amigos, vemos por cada uno de nosotros, nos cuidamos.-me dice Felix.

-Nina... ¿recuerdas que te dije que sacáramos nuestra maestría?

Asiento con la cabeza.-Sí lo recuerdo.

-Creo que este es el momento, que tal si vienes a Berlín-propone-Podemos estudiar, sabes que tenemos mucho dinero ahorrado para sobrevivir y si quieres podemos trabajar los tres en empleos pequeños por mientras, ¿Qué te parece?

Pienso un momento, lo que me dice tiene sentido, los quería, los extrañaba, amo a mis amigos.

-Tienes razón, Marzia, iré a Berlín-suspiro-iré por mis cosas ¿de acuerdo? Por la lluvia me quedaré en un hotel hoy, mañana partiré.

-Llámanos cuando llegues, Nina-dice Felix.

-Lo haré, hasta mañana, los quiero mucho chicos.

-Y nosotros a ti, amiga.

Cuelgo la llamada y es hora de llamar a mi familia, allá debería ser mediodía por la diferencia de horario.

*español*

-¿Mamá?

-¡Nina, hijita! ¿Cómo estás? ¿Qué tal van los planes de la boda? ¿Será aquí en Perú?

-Mamá-tomo aire y contengo las lágrimas-No habrá boda -digo con el dolor de mi corazón-Jake y yo terminamos.-Hay un silencio sepulcral, que hasta creo que se me ha cortado la llamada, veo mi celular para verificar que sigue la llamada y es así.- ¿Mamá?

-¡Nina!-me grita de pronto asustándome- ¿cómo que han terminado? ¡Hija! tu sabes que él es un buen chico ¿Qué hiciste? Hablaré con tu papá sobre esto.

-¡Mamá! Yo no hice nada, entiéndelo-le digo molesta, en vez de apoyarme me hace sentir terriblemente mal, mi propia madre.

-Es por Manuel ¿verdad?- espeta- sabía que no debías regresar a Alemania, ni siquiera por trabajo, no puedo creer que hayas terminado con Jake, él es un hombre de buen vivir, el hombre perfecto para ti, que...

-¡Mamá!-la interrumpo-disculpa por interrumpir tu fascinación por Jake, pero la verdad...es que ese hombre perfecto que me dices...es un hijo de puta-cuelgo la llamada, no puedo decirle nada más, mi mamá no me apoya, cómo demonios le iba a decir que no le podré darle nietos. Por qué tendrá que ser tan controladora al igual que mi padre.

Comienzo a llorar de nuevo, este es el peor día de mi vida. Apoyo mi cabeza en mis manos y me quedo un rato así, sentada sola en la noche en un parque, con todo el cabello mojado al igual que parte de mis jeans y mis botas, ya que la casaca me había tapado.

*Alemán*

-Nina, odio verte así.

Levanto la vista asustada ya que no había notado que alguien estaba parado frente a mí. Suspiro y vuelvo a poner la cabeza entre mis manos- Yo también, Manu, yo también.