Buenas noticias

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Prendí la radio mientras Manuel manejaba hasta su apartamento, busqué un rato hasta que comenzó a sonar White Shadows de Coldplay, una de mis canciones favoritas, le subí el volumen y comencé a cantarla, mientras Manuelito se reía.

        -Deberías ser cantante, en serio-me dice.

        -Maybe if you say it, you'll mean it, and when you find it you'll keep it, in a permanent state, a permanent state-le canto muy cerca de su oído, para después reír-No lo creo, me da pánico cantar en frente de la gente.

        -Conmigo no.

        -Contigo no-concuerdo con él. Después se pone a cantar conmigo y así disfrutamos todo el camino hasta su casa.

Llegamos y había un guardia diferente a la última vez que vine, no lo conozco. Sonrió al vernos y nos dejó entrar. El guardia me miraba, debo decir que demasiado, incluso Manu se dio cuenta y me condujo rápidamente por las escaleras.

        -Debió tomarte una foto, dura más-resopla molesto cuando entramos a su casa.

        -¿Estas celoso?-dije riendo-No tienes por qué, amor. Tú eres al que quiero y lo sabes. Además yo debería estar molesta, todas tus amigas te miraban con otros ojos.

Me sonríe y se relaja-¿En serio? No lo creo-ríe-Además, solo tengo ojos para ti.

Envuelvo su cuello con mis brazos y lo beso. Él me devuelve el beso. No sé cómo pero llegamos hasta el sofá. Él comienza a besar tiernamente mi cuello.

Bien...esto estaba yendo muy lejos, pero no quería parar...se sentía tan bien. Mis manos sin hacerle caso a mi cerebro comenzaron a desabotonar su camisa. Manuel se alejó de mi cuello y me miró a los ojos.

        -Nina, yo... yo nunca lo he hecho-se confiesa. ¿Qué? No me lo podía creer. Manu nunca lo había hecho con nadie, yo tampoco pero siempre quise que mi primera vez fuera especial.

        -Yo tampoco-contesté con una sonrisa-pero quiero que mi primera vez sea con alguien que me ame-continúe tocándole el pecho, mirando fijamente sus ojos azules-y que yo ame. Te amo.

        -Te amo-Me devolvió la sonrisa, me quitó los lentes, los puso sobre un mueble al costado del sofá y continuó besándome.

...

Desperté abrazada de Manuel, quien dormía tiernamente. Estábamos envueltos con las sábanas de su cama. Miré el reloj de pared, eran las 10:05. Comienzo a besarlo por todo su rostro y cuello para despertarlo, lo cual hace riéndose.

        -Buenos días, novia-dice besándome.

        -Buenos días, novio-le digo al separarnos.

Después del hermoso despertar, preparamos el desayuno acompañados de música y risas. Marcel aun no llegaba, claro que sabíamos por qué, y no lo culpábamos porque nosotros habíamos estado haciendo lo mismo...varias veces...sí...

Manuel me llevó a mi casa, después me contó por mensajes que Marcel se había aparecido al mediodía y que se había ido casi volando a sus clases ya que había hablado con su profesor para posponerlas para la tarde de hoy en vez de en la mañana. También me dijo que se había ido con resaca y que era muy gracioso verlo así. De lo que me perdí.

Lo que quedo del día de hoy lo pasé en familia, sobre todo con el abuelo, al que estos días lo veía mejor. Yo solo le pedía a Dios que mi abuelo lograra vencer el cáncer y que lo tuviera a mi lado siempre, si le pasara algo yo me moriría junto a él además de mi abuela o mi papá o Dylan o mi mamá o toda la familia. Tenía que ser optimista y así lo he sido.

Era jueves, Dylan llamó para contarnos como estaba todo en la casa. La extrañaba, extrañaba mi país, mi comida, mi abuela Teresa, por parte de mamá. No tenía otro abuelo ya que había muerto antes de que yo naciera, ni siquiera Dylan lo conoció.

No le conté a Dylan lo que me pasó con Manuel, ya que YO si sabía guardar secretos. No se lo dije porque primero: tenía que contárselo en persona, segundo: se lo podía decir sin querer a mis padres (es muy distraído).

A propósito, hoy Manuel vendría en la tarde para que vayamos a averiguar en la universidad de Gelsenkirchen sobre alguna posible transferencia. Yo mientras tanto trataba de darle ideas a mi mamá sobre lo genial que sería estudiar la universidad en Alemania pero solo se limitaba a decirme que me extrañaría mucho si llegaba a estudiar aquí.

Una de las razones por las que nunca nos mudamos a Alemania era mi abuela Teresa que tenía toda su vida en Perú, no podíamos dejarla sola allá. Tanto mi mamá como mi papá eran hijos únicos. Otra razón era por el trabajo de mis padres, que tanto esfuerzo habían logrado conseguir.

La mañana pasó más rápido de lo que pensé, Manuel me llamó para decirme que no vendría a mi casa ya que su entrenamiento se extendería toda la tarde. El Schalke 04 de verdad quería ganarle al Bayern Munich el sábado, aunque creo yo que es casi imposible. El Bayern es de lejos mejor que el Schalke, pero veremos que pasará el sábado.

Decidí ir a averiguar sola a la Universidad de Gelserkinchen, allí me dieron la buena noticia de que podría ser alumna de intercambio. Ya saben, cambiar mi ingreso en Perú con el ingreso de alguien aquí. La señorita que atendía me pidió el número de mi celular para cuando encontrara a alguien, así que llegue a mi casa feliz.

El viernes me quede en casa, ya le había contado todo a Manuel quien hoy me trajo entradas para el partido de mañana en el Veltins-Arena, también me dio una gran sorpresa.

        -Frank Rost se lesionó hoy en el entrenamiento, nada grave-me cuenta cuando estábamos en mi cuarto hablando, sentados al lado de la ventana.

        -Entonces, tú...-dije sorprendida.

        -Sí, jugaré como portero titular mañana, será mi debut en Bundesliga-sonrió mostrando su perfecta dentadura.

        -¡No puedo creerlo! ¡Manu! ¡Felicidades!-Lo abracé.

        -¿Qué pasa aquí?-pregunta mi mamá, entrando a mi cuarto para dejar la ropa lavada.

        -Mamá, Manu debutará mañana en la Bundesliga-le conté emocionada.

        -¡Oh por Dios! ¡Felicidades!-le dijo abrazándolo también.

        -¿Por qué tanto ruido?-pregunta mi abuelo y a su lado se encontraban mi abuela con mi papá.

        -Manuel debutara mañana en la Bundesliga-les cuenta mi mamá.

        -¡Felicidades!-dijeron y lo abrazaron entrando todos a mi cuarto mientras me reía de lo que pasaba.

Mañana sería un día asombroso.


Hilo Rojo | Manuel NeuerWhere stories live. Discover now