Solo soy una empleada

Capitulo 14

Eran las dos de la mañana y Sara no podía conciliar el sueño, estaba preocupada por Tom, no es que le interese, pero aun no llegaba y si algo le pasara la señora Barbara no se lo perdonaría jamás.

Ella miraba por la ventana y estaba pendiente si veía el coche, pero nada, la noche estaba fría y la casa se encontraba en completo silencio.

Ya eran las tres de la mañana y Sara se despertó por el ruido de la puerta, se levantó del sofá para poder ver quien era y se encontró a Tom dispuesto a entrar, con un equilibrio no muy bueno. De inmediato se dio que cuenta que estaba borracho, ella quiso irse mejor a su habitación, pero éste tropezó con algo y cayó al suelo, Sara corrió hacia él.

   -Dios, Tom ¿estas bien? – pregunto Sara con cierta preocupación.

   -Mejor que nunca... - menciono él con voz de borracho.

   -Ven, déjame ayudarte – sugirió Sara ayudándolo a levantarse del suelo.

   -Jamás me he dejado tocar por una empleada, pero haré una excepción contigo, solo porque no me puedo mantener en pie.

Como pudo, Sara logro subir las escaleras con Tom. Casi a rastras, llevó a Tom por los pasillos, hasta que por fin llegaron a la habitación de él.

Ella lo tendió en la cama y este se acomodo inmediatamente, le quito los zapatos y la chaqueta que traía puesta y lo cubrió con la sabana, Tom se quedó dormido en un segundo.

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Al otro día Sara se levanto como pudo, no tenia ganas de hacerlo, tenia demasiado sueño, como no si solo durmió cinco horas y lo que ella dormía diariamente eran ocho horas, Tom algún día se las pagaría.

Se levantó a tomar una ducha para ver si con ella se le pasaba el sueño que traía.

Cuando salió de la ducha se vistió y salió a la sala, gracias a dios ya estaba Meryl, ayer fue un día duro sin ella.

   -Hola Meryl – saludo Sara desganada, sentándose en una silla cercana.

   -Hola Sara, ¿Qué te ocurre? – preguntó Meryl mientras secaba unos platos.

   -No sabes la dura noche que tuve que pasar anoche – se quejó Sara.

   - ¿Por qué?

   -Haber... me peleó con el hijo mayor, me pelee con la prima, luego Tom me avisó que saldría, eran las dos de la mañana y no llegaba, no pude dormir por lo cual estuve aquí en la sala ha esperarlo, por fin se digno a llegar a las tres de la mañana, no es que me preocupe pero si le pasa algo me echaran la culpa a mi... ah... y eso no es todo, llego borracho, tuve que acostarlo y solo dormí cinco horas de las ocho horas que dormía – explicaba rápidamente Sara.

   -Deberías respirar en tus análogos – acató Meryl - ¿dijiste que llego borracho? – preguntó sorprendida.

   -Totalmente.

   -Él no bebía hace mucho tiempo, había dejado la bebida hace mucho, algo debió haberle traído muchos recuerdos para que volviera a hacerlo – añadió Meryl.

   -No lo sé, solo sé que me quedaré dormida aquí en la silla si no hago algo – se quejó – voy a ordenar la sala.

Sara se fue a la sala y empezó a sacar el polvo de los muebles, veía cada foto que se posaba allí, había una de Millie cuando era solo un bebé, era una criatura hermosa, una verdadera muñeca, la otra era de Noah con Tom, se veían felices, especialmente Tom.

Luego había una foto boca abajo, a Sara le entró la curiosidad de saber de que se trataba aquella foto por lo cual le dio la vuelta y vio a una pareja, eran Tom con la que se suponía que era su novia, se veían realmente felices, ahora Sara se daba cuenta de que realmente él estaba mal y por eso fue lo de anoche, a lo mejor se acordó de ella y que mejor que el alcohol para olvidar las penas.