Una tenue luz se filtra a través de una ventana en la sala de la casa de mi padre, aun no se ha percatado de mi presencia, sigue descansando en su cama. Anoche hice lo que tenia que hacer, asegurarme que Katniss tuviera toda la protección que podría proporcionarle en el vasallaje, pero aun asi también debo recordar que mi familia es mi padre y esto también es duro para el. Esta vez estará completamente seguro que dentro de unos meses la existencia de su hijo cesara de una vez por todas. Escucho ruidos en su pieza y pronto los pasos resuenan cerca de la sala, cuando menos me doy cuenta siento a mi padre a mi lado. Ni siquiera me dio tiempo para ponerme de pie y me tomo en sus brazos, mi cabeza descansa en su pecho mientras una de sus manos acaricia el cabello cerca de mi nuca y la otra se aferra con fuerzas tirando de mi ropa. Cálidas y húmedas son las lagrimas que caen desde el rostro de mi padre a mi mejilla, mantengo el silencio mientras el solloza sin consuelo. No tengo palabras para alentarlo, lo único que podría decirle para calmar su dolor es que no iré a los juegos y el sabe que no es cierto.
Mi madre se paseo frente a nosotros sin siquiera mirarnos, tomo su delantal y se dirigió hacia la parte de adelante donde esta la panadería. No me importa su ausencia, y tampoco me interesa su indiferencia. Cuando me padre por fin logra calmarse y recuperar la compostura se sienta frente a mi y me habla con voz quebrada
-Se que no puedo pedirte, pero no me perdonaría si no lo intentara. ¿Peeta estas seguro que tienes…
-Papá sabes mejor que yo lo que siento por ella, no puedo…no puedo dejarla sola- lo interrumpo intentando de sonar tranquilo, no creo que exista nada en este mundo que pueda afectarle mas a uno que ver a tu propio padre llorar desconsoladamente.
-Sabia que lo harías, sabia que lo harás… Iras a los juegos a protegerla a pesar de que sabes que no se repetirá lo del año pasado-
-Es por el resultado de los juegos anteriores por lo cual estamos regresando- le respondo
-Desearía poder…poder protegerte de la manera que tu lo haces con ella-me dice el con tristeza en sus ojos
-Lo se papá, lo se-
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Emprendí camino hacia la Veta después de pasar unas horas con mi padre, tenia que asegurarme de que Haymitch conservara su palabra. Busque a Ripper la principal suministradora de bebidas alcohólicas del distrito doce, pague por su lealtad y también amenace con entregarla a las autoridades si me enteraba que le vendía una sola gota de alcohol a Haymitch o Katniss. Ambos poseen este vinculo de complicidad y estoy seguro de que tal vez si Haymitch le pidiera ella iría a comprarle licor, pero estoy un paso delante de ellos.
Al llegar a casa en la Aldea de los Vencedores mi teléfono sonaba una y otra vez, llegue a tiempo para atenderlo y la preocupada voz de Portia me saludo al otro lado de la línea.
-Hola Peeta- Era la misma tristeza en los ojos de mi padre la que se traducía en la voz de mi estilista. La cosecha oficial todavía no se había celebrado pero era como si a partir de anoche hubiera comenzado.
-Portia! Hola ¿Cómo estas?- A pesar de que sonara estúpido al ignorar el hecho de que soy un cadáver caminando entre los vivos decidí intentar de sonar como una persona normal, pretender que nada esta pasando aunque sea tan solo por un segundo.
-Desearía poder decir que estoy bien, pero no lo estoy ¿Esta decidido? A pesar de que Haymitch podría tomar tu lugar- pregunta ella tartamudeando un poco
-Esta decidido. Lo hice una vez, la protegí a pesar de saber que sabia que me costaría la vida y lo haría un millón de veces mas- respondo con toda seguridad

KAMU SEDANG MEMBACA
En Llamas: Punto de Vista de Peeta Mellark
Fiksi PenggemarPeeta Mellark y Katniss Everdeen fueron Coronados vencedores de los juegos del hambre, pero pronto descubrirán que nadie gana los juegos, solo existen sobrevivientes. Estrategias, mentiras, amor y amistad se desenvolveran en el camino a enfrentar nu...