Viñetas (Ragoney)

Te quiero.

¡Hola! Hace tiempo que no me paso por aquí. La universidad me tiene bastante liada, pero me ha venido esto y queria dejaroslo por aquí. Aunque es pequeñito espero que os guste.

- ''La camiseta que llevas es mía."

Es lo primero que escucha Raoul al coger el teléfono, no puede reprimir la risa. Aunque el tono de su chico parece serio sabe que una sonrisa está bailando en sus labios.

- "¿Seguro?"

- "Segurísimo, conozco mi armario."

- "Con lo desordenado que eres me sorprende." ríe el rubio.

- "Raoul." susurra el canario tras un corto silencio.

- "¿Qué?"

- "Voy a Madrid esta semana a grabar mi single." 

Ese es el motivo de la llamada y lo de la camiseta era una excusa para empezar la conversación y el catalán lo sabe. 

- "¿En serio? No sabia que iba tan rápido, me alegro."

- "Gracias, iba a decírtelo, pero se me olvido." Raoul sabe que miente, posiblemente cuando le dijeron la fecha de grabación ellos seguían enfadados. 

- "Ni te rayes. ¿Tienes dónde quedarte?"  

- "Supongo que en un hotel."

- "Podrías quedarte en mi piso." dice aparentando una tranquilidad que para nada siente.

- "Vale."

- "Si quieres, no te sientas obligado."

- ''Quiero Raoul, solo...no sabia como proponértelo." esa confesión alivia al menor. 

- ''Ago sabes que puedes decirme cualquier cosa ¿vale? Sé que estamos intentándolo otra vez y se siente diferente. Que vamos avanzando con miedo, como cuando conoces a alguien y cuidas cada palabra que pronuncias por miedo a fastidiarlo. Pero-''

- ''Lo sé, sé que estás ahí.'' le corta Agoney.

- ''A medio minuto por teléfono o a tres horas en avión, como tú quieras.''

- ''Te quiero.'' en cuanto las palabras abandonan sus labios siente pánico por la reacción del rubio, pero necesitaba decirlas. 

El silencio dura a penas medio minuto, pero a los dos se les hace eterno, parados en el borde del precipicio en el que llevan viviendo unas semanas con miedo a decir algo que les haga abandonar su red de seguridad y caer. Precipicio al que Agoney acaba de tirarse deseando que el rubio le salve del golpe. 

Una respiración profunda y un sollozo provocan que la emoción ahogue al mayor, su pollito llorando es de las cosas que más le destroza el corazón. 

- ''Te quiero, mucho.'' suspira el rubio y ahora es el canario el que tiene que ahogar un sollozo. 

- ''Ago, pero no llores.'' 

- ''Y me lo dices tú.'' el tono de indignación del mayor les hace estallar en una risa, mezcla de felicidad y de nervios. 

- ''¿Cuándo dices que vienes?'' pregunta el rubio cuando los dos se han tranquilizado. 

- ''El lunes, llego a media mañana.'' 

- ''Te recojo en el aeropuerto y comemos juntos, ¿te apetece?''

- ''Mucho.''

Disfrutan de unos minutos en silencio, escuchando la respiración del otro a través del teléfono y sabiéndose juntos. 

- ''Cuéntame algo.'' pide el rubio. 

- ''¿El qué?''

- ''Lo que quieras.'' 

- ''No sé Raoul.''

- ''Te lo traduzco ¿vale? Me apetece mucho seguir hablando contigo, pero no sé que decirte.''

- ''Y quieres que hable yo.''

- ''Si te apetece, me encanta escucharte.''

- ''Yo también quiero hablar contigo.'' confiesa dibujando otra sonrisa en el rostro del pequeño que ha perdido la cuenta de cuantas le ha arrancado esa noche. - ''Te cuento la última travesura de Bambí...''