CAPÍTULO 77

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La hermosa feria estaba a rebosar de parejas y familias paseando y riéndose. Vivio iba tomada de la mano de Fate y Nanoha, sonreía de oreja a oreja y se dedicaba a enseñarle a Fate el lugar, realmente la rubia conocía todo pero la emoción de su pequeña hija le hizo ahorrarse el comentario.

-Y ese juego es difícil! Por más que uno trate de tirar los botes de leche no se puede.

Pero antes de ofrecerse para tirarlos le jalo para llevarla a los puestos de comida, Nanoha se reía por la cara de la rubia. Habían juegos mecánicos pero no quiso subirse Fate. Después de unas palabras de burla de Nanoha se subió con la pequeña dejando a la rubia abajo. Una vez Nanoha y Vivio bajaron se encontraron con Einhart y Hayate hablando con Fate, tenían expresión seria pero de pronto comenzaron a reírse pero Einhart mantenía un sonrojo en su cara que le dijo a Nanoha que hubo un chiste sugestivo.

-Tía Hayate! -grito Vivio reuniéndose con ellas.

-Pequeña Nanoha! -grito la cobriza sonriendo.

Hayate cargo a Vivio y la lanzo al aire y la atrapo, lo repitió hasta que Fate le pidió que parara de hacer eso, su cara mostraba una expresión asustada causo risas en todas. Signum llego y les aconsejo ir al espacio de disparo que se había abierto. Nanoha lo permitió y se quedaron solo Fate y la cobriza en las gradas observando todo.

-Jamás había visto tan feliz a Vivio. -dijo Nanoha para romper el silencio.

Fate no sabia como responder a eso y Nanoha soltó una risa divertida y le tomo del hombro para calmarla pues su cara reflejaba una enorme cantidad de estrés.

Después de una hora de estar allí salieron a cenar, Hayate sucumbió ante la tentación de competir a comer fideos picantes contra Signum, el resultado fue el esperado, perdió lamentablemente. Terminaron yendo a la farmacia por omeoprazol y calmar el malestar de la castaña que casi lloraba del dolor por la indigestión.

Einhart le trato y después se repuso Hayate dispuesta a seguir comiendo. En el camino encontró Vivio a compañeros de la escuela pero en vez de presentar a Fate le empujaba a otros lados. La rubia sintió tristeza y caminaba a unos metros detrás de ellos y Nanoha decidió acompañarla ya que una gorra ayudaba a su supuesto disfraz, no entendía el porque si su cabello corto no decía nada más que era un hombre de 25 años paseando con una hermosa cobriza la cual fue detenida por al menos diez hombres interesados en su numero de celular. Fate gruño y se adelanto con las manos en los bolsillos pero se detuvo a comprar una cajetilla de cigarros.

El puesto de crepas del señor Clyde estaba atestado de personas pero al reconocer a Nanoha les atendió rápidamente no sin antes darle muy floridos y atrevidos alagos. Fate no hablo en el camino. Era de noche y los fuegos artificiales comenzaría así que Hayate se llevo a las niñas junto a Signum para ir al apartado de arriba ya que Fate no quiso ir y Nanoha fue designada para cuidarla.

El barandal del puente le ofrecia a Fate una buena vista de los fuegos artificiales, saco un cigarrillo y lo encendio, al inhalar el humo sintió relajarse, la primera calada le saco una tos pero la tercera ya no. Su garganta ardió pero sus pulmones estaban complacidos por la nicotina del producto. Nanoha llego a su lado y Fate se alejo mostrando su cigarro encendido, la cobriza se acerco y saco la cajetilla del bolsillo de la rubia y se encendió un cigarro.

-No eres la única que encuentra atractivo fumar en estos momentos. -dijo Nanoha sonriendo tímidamente.

Fate suspiro, tiro su cigarro que se acabo y se dirigió a Nanoha, le arrebato el cigarro.

-Me temo que no te dejare dañarte los pulmones de esta manera, en cambio yo no tengo remedio. -le dio una calada.

Nanoha soltó una risa. -Recuerdo que comenzaste a fumar y solías tomar mentas para que no me diera cuenta.

[NANOFATE ] La Mentira Qué Nos SeparoWhere stories live. Discover now