Libro 1/2
El tiempo pasa, las heridas no sanan, sus almas lloran. Ella tomo la decisión, la nueva reina de la manada Red Demon. Él, destrozado por dentro, alfa de la manada Blue Moon. Ellos almas gemelas, separados por todo, pero... El destino quie...
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Divicio-Qué tienes tú
Maximiliano
— ¡Búsquenlo!—dije a todos los guardias mientras corría en el bosque buscando algún rastro.
— ¡Si alfa!—respondieron.
¿Dónde estará?, le dije que esperada, con él como loco no puedo hacer bien la búsqueda.
—Lo hemos encontrado alfa—dijeron los guardias, me dirigí al lugar en el que se encontraba.
— ¡SUÉLTENME! ¡TENGO QUE SEGUIR BUSCÁNDOLO!—gritaba Axel intentando soltarse de los guardias.
— ¡tienes que calmarte! ¡Lo encontraremos!—grite
— ¡diles que me suelten, tengo que buscarlo! él... él me espera...
Cayo desmayado, uno de los guardias le inyecto anestesia. No duraría mucho pero serviría para encontrar a Alec.
○○○
Por más que buscamos no encontramos nada, día y noche sin descansar y no hay rastro de Alex, hemos buscado por los cinco días de su desaparición y no encontramos nada.
Llegamos a la mansión junto con Gustavo, él me ha estado ayudando ya que fue transformado.
— ¿Cómo esta Abby?—pregunte a Brenda.
—Sigue igual, no deja entrar a nadie y culpa a Axel por lo sucedido...—mi amigo ha estado destrozado desdé lo sucedido, que Alec desapareciera ha sido un golpe para ellos.
—Iré a verla...—dije, llegue a su habitación, la encontré llorando y abrazando a la foto de Alec, mi sobrino.
—Abby...—la llame.
— ¿Lo encontraron?—preguntó esperanzada y me dolió mucho decirle que no.
Volvió a llorar, sé que ella sufre igual que Axel.
—mi Alec...
—lo encontraremos Abby...—dije.
— ¿Dónde está...? ¿Porque se lo llevaron...?—preguntó, me dolía verla así, la considero una amiga y verla destrozada me destrozaba a mí.
Espere a que se quedara dormirá para salir, tenía que ver a mi amigo.
Entre en la celda que lo tenían, lo encerramos, al buscar a Alec es imposible con él, ataca a todos.
—Axel...—lo llamé.
— ¡diles que me saquen de aquí! ¡Tengo que buscar a mi hijo!
—Tienes que calmarte, contigo no podemos hacerlo...—se sostuvo de los barrotes y se fue cayendo de rodillas.
—Esto es mi culpa...—se volvió a culpar.
—no lo es...
Le hice señas a los guardias para que lo anestesiaran de nuevo antes de sacarlo.