VAMPIRE LOVE

CAPITULO 1

Un pequeño niño de cabellos castaños estaba en su cama, respiraba con dificultad, mientras su madre preocupada por él, le ponía paños húmedos con agua helada para bajar la alta fiebre.

-M-mamá...-el pequeño miraba a su madre.

-Tranquilo, cariño... -La castaña le sonrio- papá ya va a llegar...-

El niño solo asintió y cerro sus ojos, pero comenzó a toser muy fuerte.

-Grisha aun no llega...-una mujer se asomo- le he llamado, pero nada... quizás aun no acaba con el otro paciente...-

-Faye... Eren esta muy enfermo...-La castaña remojaba el paño- su fiebre es muy alta... cerca de los 40 grados... le intento que baje con los paños, pero solo ah aumentado... no se que mas hacer...-

-Carla... de seguro mi hermano llegara pronto... haré alguna medicina casera, hasta que llegue Grisha...-

-Bueno...-la mujer siguió remojando los paños.

Pasaron un par de horas y el pequeño le seguía aumentando la fiebre.

-¡Faye! ¡Eren se desmayo!-La mujer estaba asustada- ¡¿Donde esta Grisha?!-

-Carla, tranquila...-

Carla, madre del pequeño estaba llorando, no sabia que le pasaba a su querido hijo.

Su esposo Grisha, es un medico particular, uno de los pocos del pequeño pueblo.

Faye, hermana menor de Grisha, escucho como golpeaban la puerta. Fue a ver y se encontró con el Sheriff.

-¿Eh? ¿Que hace usted aquí?-

-Señorita Faye...-El Sheriff se quito el sombrero y lo dejo en su pecho-Hemos encontrado a Grisha... muerto... -

-¿D-de que estas hablando?-Ella miro a Carla, quien se quedo en shock-D-dinos que es mentira.... ¡El no puede... no...-

-Lo siento... pero es mi deber informarles.... necesito que la señora Carla me acompañe...-

-¡No!-Carla fue a la habitación de su hijo, lo arropo con unas mantas y lo cargo-¡Yo me iré a la ciudad! ¡Mi hijo esta enfermo y Grisha era el único que lo podía ayudar!-Miro a su cuñada- por favor.... encargate de esto... yo vendré cuando Eren mejore...-

-Si... y-yo me encargare...-

La castaña se fue a su automóvil, dejo a su hijo en los asientos traseros, encendió el automóvil y aceleró para ir hacia la ciudad.

Amaba a su esposo, pero es su hijo el que estaba grabe, no lo iba a dejar que muriera en sus brazos.

Faye fue a ver a su hermano, quedó horrorizada. El cuerpo de su hermano era irreconocible.

Solo por la identificación y la maleta que siempre llevaba lo pidieron verificar que era él.

Y mas tarde con una muestra de sangre, dijeron que tal vez fue atacado por un animal del bosque.

Así que hicieron una expedición para sacrificar a la bestia, pero no hubieron resultados. No encontraron nada, un gran misterio.

Paso el tiempo, Eren hijo de Carla tenia una grave enfermedad desconocida.

Fue tan fuerte, que muto si tipo de sangre a una casi única, una que muy pocas personas tenia en el mundo. De AB positivo, a la única AO negativo.

Un tipo de sangre realmente rara, el joven Eren tiene que ir varias veces al año para ir a guardar sangre, ya que ninguna otra le serviría, ni siquiera el de su madre.

Carla veía como su hijo mejoraba, pero prefirió dejarlo en la ciudad, hasta que ya fuera grande.

Faye los iba a visitar un par de veces, lo que podía mas bien.

Así fueron pasando los años, el joven Eren Jeager ya era mayor, 23 años de edad.

Estudio veterinaria general, algo que siempre le gusto.

Pero no le servia mucho en la ciudad, así que junto a su madre, decidieron volver a el pueblo donde el joven nació.

-Si quieres yo conduzco, mamá...-Decia el joven al ver a su madre algo cansada.

-Bueno...-la mujer sonrió.

Intercambiaron puestos y siguieron, Eren no sabia muy bien el camino, ya que solo era un niño cuando vivió ahí, pero su madre le daba las indicaciones.

Al llegar, vieron a Faye en la puerta con una gran sonrisa.

El par de castaños también le sonrieron.

Al salir, una fuerte brisa despeino a Eren, sacándole risas a su madre y tía.

-No se burlen...-El castaño también termino riendose.

Lo que no sabian, es que el aroma de aquel joven, viajo con la brisa hacia los adentros del bosque.

Un olor nuevo, un olor dulce, un olor desconocido, pero altamente delicioso.

Llamándole la atención a "ellos", los que viven en el bosque, ocultos de la gente y los que viven entre la gente.

Absolutamente todos sintieron aquel olor.

Esa pequeña familia no sabia en que peligro se habían metido, al volver a su pueblo.

Sobre todo el joven Eren, con su tipo de sangre desconocida.