MIS PELÍCULAS FAVORITAS

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Mis padres nunca me inculcaron el gusto por la lectura. Había libros en mi casa, sí, pero estaban ahí porque se conseguían con un diario y pagando una módica suma o porque me los pedían para el colegio. Las únicas influencias en este sentido fueron mi tía, que era quien más leía en mi familia y mi abuelo, que cuando yo tenía unos ocho años me dijo que la gente que leía tenía más tema de conversación y le iba bien en todos lados. Independiente de que esto último sea o no cierto, jamás pude olvidar sus palabras.

Como decía, mis padres jamás me inculcaron el gusto por la lectura, pero sí me hicieron sentir amor por las historias, solo que en un formato diferente, es decir, por medio del cine. Desde que tengo memoria, e incluso antes de eso, en mi casa se han visto muchas, muchas películas. De hecho, la tele rara vez estaba y está apagada en mi casa. Recuerdo que de niña el único artefacto electrónico que podía usar sin problemas era el reproductor de VHS, gracias al cual podía ver una y otra vez las películas que componían nuestra colección de Disney. Es más, mi primera vez en una sala de cine fue cuando tenía cuatro años y la película en cuestión fue El Rey León. Lástima que no recuerdo ese momento...

A medida que crecía, fui encontrando mis propias películas, muchas de las cuales veía a escondidas de mi mamá porque ella no las consideraba aptas para mi edad. Una de mis etapas favoritas fue cuando tenía entre once y quince años y durante las noches ponía el canal 4 de la televisión chilena. Ese canal siempre ha sido más pobre y menos popular que los otros, pero en esa época, cada noche, daban películas geniales. No se veían muy bien, pero para mí era suficiente. Gracias a ese canal vi, por ejemplo, las películas de Hannibal, El Último Samurái, Corazón Valiente, entre otras. Unos años después y esta vez siguiendo la recomendación de mi mamá, vi La Sociedad de los Poetas Muertos. Tras verla tres veces seguidas, me dije que yo también quería escribir historias así, que hicieran a alguien sentirse identificado y llorar.

Por eso, por el cariño que le tengo a las historia y sobre todo a las historias que alguien me cuenta por medio de una película, enumeraré aquí mis películas favoritas. Por cierto, no están en orden, solo las iré poniendo a medida que las recuerdo.

1.- Policías y Ratones

Empecemos con una elección evidente

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Empecemos con una elección evidente... y ya todos se pueden imaginar por qué :)

Investigando más sobre esta película (a raíz de mi creciente fanatismo por Sherlock Holmes, por supuesto) me enteré que fue estrenada en el año 1996, lo que quiere decir que llevo unos veinte o veintiún años viendo esa película al menos unas cinco veces por año. Es decir, que la he visto muuuuuuuuuuuuchas veces. Y claro, porque me encanta. Amo a Basil, a Watson, a Olivia... hasta Ratigan me gusta mucho.

Tal como Julián en Las Tres Pipas, tardé un buen rato en darme cuenta que Basil era un homenaje a Sherlock Holmes (aunque luego también averigüé que la historia está basada en un libro del mismo nombre). O sea que Sherlock me gustaba antes de que me gustara Sherlock... ¿se entiende? XD

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