Bésame o Dispara. #Descontrol en la Realeza 3

Capitulo 17: La noche de las máscaras.

Si había algo que Charlie había tolerado poco acerca de esa fiesta en particular, era que se les era permitido usar una vestimenta un poco más osada de lo que como miembros de la familia real pudieran utilizar en un día cualquiera o en otra fiesta. Ella, por supuesto, nunca había aprovechado esa oportunidad, ni creía que fuese a servirle en algún momento de su vida.

Pero ese año en particular, su objetivo se veía beneficiado bastante bien con aquella excepción a las reglas. Ya había escogido su vestido días atrás con Nina, pero había regresado a la tienda por uno completamente distinto y nuevo.

Y se veía fantástica.

Max también lo creía. No era la Charlotte que él conocía, enfundada en un vestido dorado strapples, con pequeñas piedras negras incrustadas en la totalidad de la tela, que no era mucha, si había que reconocer.

Nunca antes la había visto mostrar tanta piel, ni los brazos, ni las piernas, ni siquiera utilizar algo que marcara con exactitud cada una de sus curvas. Se había recogido el pelo y dejado a la vista la longitud de su cuello, en el que se había colgado un collar con una piedra  negra realmente costosa. Y la máscara, que había comprado por segunda vez, como todo lo demás, hacía juego con esa piedra, negra y cubierta por un material que le daba un brillo extraordinario.

Días atrás después de que Charlie le hubiese soltado todo lo que pensaba a sus padres, sin vueltas y directamente a la cara, ella se había dado media vuelta y marchado dejándolo solo con los reyes. Aunque más que eso, eran unos confusos padres que no tenían idea de lo que acababa de suceder.  No era el lugar donde elegiría estar si tuviese opción. Pero aunque la chica así lo había creído, el no podía marcharse sin autorización del rey.

Así que se había quedado de pie, mirando hacia otro lado y tratando de mantener la calma.

El señor y la señora Van Helmont no habían tardado en recomponerse, y luego obligado a él, a tener una conversación con un tono un poco más profesional en el que querían saber más sobre lo que le había estado ocurriendo a su hija en los últimos días y porqué lo había escogido a él como compañero de aventuras.

Muy a su pesar, Max había mentido. En partes, claro, pero aún así lo había hecho. Si había comenzado a ayudar a Charlotte, no podía echarse atrás, traicionarla y acusarla ante sus padres antes de que pudiese encontrar evidencia más factible acerca de la joven McGregor. Para bien o para mal.

Y allí estaba entonces, dentro de un costoso traje de diseñador, elegido exclusivamente por la princesa, y con el rostro semi cubierto por una máscara negra, versión masculina de la de Charlie. Como nuevo aliado, lo había escogido a él como acompañante para la fiesta. Lo que no era tan malo, le facilitaba tenerla cerca para protegerla, cosa que ella también habían pensado bastante, y no tendría que rondar a su alrededor mientras ella estuviese con alguien más.

-Busca a Nina y dime si la ves. – Dijo Charlie mirando también hacia todos lados. –O a mi hermano. –

-El príncipe está allí. – Contestó enseguida. Lo había visto antes de que incluso ella hablara. La fiesta todavía no se había llenado y la acompañante de Robert encandilaba con su vestido verde largo  lleno de brillos y un gran corte hasta medio muslo del lado derecho.

Char bufó.

-Ya está con la rata. Y mira el vestido que tiene, todos saben que ese corte y ese cuello son de la temporada pasada. ¿Y por qué alguien iba a ponerse ese tono de verde? –  Se quejó arrugando la nariz con disgusto. –Uno podría pensar que con todas las molestias que se toma para meterse en nuestro grupo social, al menos se preocuparía por vestirse apropiadamente. – Sacudió la cabeza indignada y tiró de su brazo, que tenía enganchado desde antes de cruzar el umbral, para seguir circulando.