Chicas antes de comenzar la lectura quería hacerles una pregunta.
Si llegara a hacer una novela no relacionada con Avatar, algo completamente de mi autoría ¿ustedes estarían interesadas en leerlo?
No lo subiría a este usuario ya que fue creado únicamente para historias ambientadas en Avatar. La estaría subiendo a mi otro usuario (dianasmithjackson) en el cual tengo otros fics.
¿Que es lo que dicen entonces? ¿Lo leerían?
[Aang]
—Tu haces eso—susurró Katara, con la voz baja—. Lo haces todo el tiempo cuando estás dormido; abres la boca.
Bumi, en los brazos de Katara, dormía profundamente, con los pequeños labios abiertos parcialmente. El bebé era una cosita diminuta y rosada, con las mejillas gordas y una mata revuelta de cabello oscuro que apuntaba en todas direcciones sin control.
Aang estaba enamorado del pequeño Bumi. Al verlo apenas la noche anterior por primera vez, su corazón se había acelerado y no había podido detener la lagrimas. Había pasado la noche entera intentando convencerse de que aquella dulce criatura era de Katara y suya, pero seguía pareciendo algo imposible.
Estaba feliz y complacido. El nacimiento de su hijo era un consuelo para el latente sentimiento de duelo que la muerte del Rey Bumi había traído a sus corazones. Al recibir la noticia, Aang había pensado que durante un largo tiempo, sería incapaz de lograr una sonrisa otra vez, pero todo había cambiado cuando entre gritos, dolor y sacrificio, Katara había traído a la vida un ser maravilloso.
El labor de parto se había extendido durante largas horas y Aang se había preocupado. Recordaba demasiado bien a la mujer que habían ayudado hace nueve años de camino a Ba Sing Se. La mujer había alumbrado a Esperanza al poco tiempo de empezar la labor, así que naturalmente, ver cómo la situación se prolongaba en ese momento con Katara, alteró al primerizo padre.
Aang se preguntó si Zuko había sentido lo mismo que él cuando conoció a Izumi. No, seguro que no, pues él se sentía orgulloso como ningún otro hombre en la tierra. Sentía una alegría única que, pensó, nadie más podría compartir.
Y es que no solo era su hijo; aquella pequeña carita era el rostro del futuro de su cultura. En sus venas llevaba la esperanza aún viviente de los Nómadas Aire. Bumi era el legado de Aang para el mundo y planeaba disfrutar de él cada segundo, empezando justo ahora.
—Mentirosa—declaró el monje, con una fingida mueca de disgusto—. Yo nunca hago eso cuando duermo.
Su esposa respondió con una risa suave, controlada, esperando no despertar al bebé.
—¿Cómo podrías saberlo?—le preguntó la Maestra—. Tu estás dormido cuando lo haces y soy yo quien lo mira—volvió la vista hacia el niño dormido—. Él es idéntico a ti, Aang.
¿Lo era? Él no podría saberlo. Bumi era demasiado maravilloso para ser igual a él.
En aquel momento, el bebé arrugo su pequeña nariz y apretó los ojos con fuerza. Entonces, Bumi estornudo ruidosamente y a Aang por poco se le detuvo el corazón.
—¡Estornudo!—exclamó el Avatar, completamente sorprendido y asombrado. Miró a Katara con preocupación—. ¿Crees que esté enfermo?

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Rising Shadows [RM #02]
Fanfiction[Segunda Parte de Red Moon] ¿La paz es solo una ilusión? Aang y Katara creen que todo va bien en sus vidas, hasta que oscuras sombras del pasado se ciernen sobre su futuro. Ciudad República es acosado por un nuevo y peligroso grupo de rebeldes, c...