Game Of Thrones (One shot) y tú

6.4-. Robb Stark y tú

Parte 4:

Al fin había tenido el valor de hacer lo que quería hacer desde hacía tiempo, por más que intentara negármelo a mí misma, en ese instante nada más importaba, sólo él y yo, así que sólo lo besé, lo tomé por el cuello de la chaqueta y lo halé en mi dirección para unir sus labios con los míos de una vez.

Al principio él se quedó sorprendido con mis acciones, pero de inmediato lo sentí rodearme con sus brazos para corresponder al beso, acercándose más a mí y besándome de una manera apasionada como si él también hubiera querido hacerlo durante todo éste tiempo.

Y entonces fue como si el resto del mundo ya no existiera, éramos sólo nosotros dos, uno junto al otro; dos corazones latiendo al mismo tiempo que nuestros labios se rozaban y el pulso se aceleraba. Sus manos viajaban acariciando con suavidad y destreza mi cuerpo a la vez que mis dedos se perdían en los rulos oscuros que enmarcaban su rostro.

Entonces nos separamos con la respiración agitada y yo no podía creer lo que había sucedido, Robb no se apartó de mí y dejó su frente unida con la mía, mientras intentaba recobrar el aliento a la vez que una sonrisa se formaba en su rostro.

-Lo siento... esto no... no debió ser-. Me apresuré a decir separándome de él para abrir la puerta pero el volvió a cerrarla antes de que pudiera salir.

-Debió ser, desde el principio-. Me corrigió pero yo negué con la cabeza –Mírame a los ojos ___________...-. Me dijo tomando mi rostro entre sus manos –Mírame y dime que no sentiste nada cuando me besaste-. Insistió pero la verdad es que no podía mentirle, no esa manera... sentí que todo el mundo me daba vueltas, lo sentía de tan sólo mirarlo y era imposible ocultarlo un segundo más.

-Si alguien viene...-. Insistí.

-Deja de preocuparte por lo que pueda suceder allá afuera-. Me dijo seriamente –Por sólo un momento... sólo somos tú y yo, no importa nadie más-. Agregó volviendo a besarme, ésta vez no lo detuve y sólo me dejé llevar por sus brazos cálidos, por su voz gruesa e hipnotizante, por sus dedos acariciándome de una manera que me hacía perder la cordura por completo, por sus labios recorriendo mi cuerpo haciéndome sentir que en realidad éramos sólo nosotros dos en el mundo y que nada de lo demás importaba...

***

Intenté estirarme un poco en la cama para encontrarme atrapada en medio de un par de brazos fuertes, abrí los ojos olvidando tan sólo por un segundo dónde me encontraba y lo que había pasado, para encontrarme con ese rostro casi perfecto mirándome con una sonrisa.

-Me estabas mirando...-. Le reclamé a Robb acomodándome entre sus brazos para acariciar su pecho.

-Estaba admirando lo hermosa que eres-. Aseguró para luego darme un leve beso en los labios.

-Tú no estás nada mal-. Bromeé acariciando su rostro y su cabello mientras él reía, pero entonces la realidad me golpeó la cabeza como si fuera un ladrillo y me senté de repente en la cama -¿Qué hora es?, todo el mundo debe haber despertado, si alguien me encuentra aquí...-. Dije apresuradamente, pero Robb me jaló del brazo para hacerme caer de nuevo en la cama a su lado.

-El sol ni siquiera ha salido-. Me dijo besándome para luego morder un poco mi labio -¿Y si te encuentran aquí qué más da?-. Me preguntó con una sonrisa bajando su mano suavemente por mi cintura y por mi vientre –Somos adultos... además ellos no saben quién eres-. Me recordó colocándose sobre mí mientras me besaba.

-Robb...-. Le dije deteniéndolo –Sabes que debo irme...-. Le recordé –Sabes que cuando lleguemos a Los Gemelos cada quien seguirá su camino ¿no es así?-. Le pregunté mientras veía la sonrisa desaparecer de su rostro, al mismo tiempo que sentía a mi corazón partirse en pedazos.