Diez minutos

146K 9.2K 908
                                    

-Te dije que lloveria Lía mira nada más como estamos atraparemos una gripe

-Jasmin es sólo agua nos cambiaremos tan pronto ingresamos a casa ahora adelantate terminaré con Gaia necesito secar su cuerpo

-Te espero adentro-sin más Jasmin y su alocado equipo de protección se van y la fuerte lluvia hace inaudible sus pasos.

El hermoso clima ha terminado con una fuerte lluvia que hace grandes charcos de agua cerca de los establos, mi cabello se ha pegado a mi rostro y el frío hace de las suyas en mi cuerpo, tendré que entrar en calor pronto.

-Estás lista Gaia, ahora duerme ha sido un largo día gracias por ser una buena chica mañana traeré tu fruta favorita a primera hora ahora descansa- al salir del establo observo como olfatea su nuevo heno. He desarrollado un lazo irrompible con Gaia, es mi ayudante en mis días difíciles, en las tardes tristes cabalgo en su lomo y mis lagrimas rebotan en su dura y peluda piel. Al salir las fuertes gotas golpean de nuevo mi piel, y mi visión se torna borrosa. Corro lo más rápido que puedo pero algo se atora en mi pie que me hace tropezar y caer, mis manos se colocan para amortiguar el impacto, y al caer un ruido en seco se hace presente.

-Diablos- la constante lluvia hace que no pueda ver mis ahora heridas manos

Al levantarme las luces de la enorme casa giran a mi alrededor, oh no, no de nuevo no aquí en la lluvia, rápidamente corro hacia la puerta grande de vidrio y la tomo. Al fin la lluvia ya no me impide la visión.

-Mierda,mierda no mis manos de nuevo- digo parpadeando agitando mis manos

-Qué ha sucedido?- una voz me hace temblar a pesar del frío en mi cuerpo, su voz. Giro lentamente y aparto un poco mi ahora empapado cabello.

-He tropezado y caído- digo observando mis sucias manos, que en estas observo gotas de sangre

-Por qué te encuentras mojada Lía?- su perfecto aspecto me hace sentir incomoda, traje entero impecable, zapatillas brillantes, cabello azabache perfectamente peinado y sus brillantes ojos penetrándo los míos.

-He tardado en la cabalgata así que e cambiaré- digo rápidamente rodeando su fuerte cuerpo, un gran escalofrío recorre mi cuerpo al pasar a su lado y no sentirlo

-No. Lavaré tus heridas has roto tus manos Lía- dice tomando mi brazo rápidamente y la electricidad en su toque regresa. Cierro mis ojos y dejo que su tibia mano toque mi fría piel, han pasado dos semanas que no he sentido su suave toque, ni he retenido mi mirada en la suya por más de dos segundos.

-Lo haré en mi habitación Said no necesito tu ayuda-digo intentando soltar mi brazo de su grande mano

-Lo haré en La Cocina ahora sígueme, no es una opción Lía-dice mirándome desafiantemente

.............................

-Quitaré la tierra así que abriré el grifo y tu las moverás- dice colocando mis manos en la pileta de la enorme y sola cocina, con su grande cuerpo rodea el mío, ahora su pecho roza levemente mi espalda y el frío se hace presente, el frío en mi interior. Sus manos rodean mi cuerpo y limpian la suciedad bajo el agua que cae en mis manos. El dolor es soportable, pero no el de estar cerca suyo.

-Said puedo hacerlo sola no es necesaria tu cercanía- digo intentando alejarlo

-Prepararé las gasas limpia bien la suciedad-dice lentamente, sé que le ha molestado-sube a la mesa necesito tus manos a mi altura, desinfectaré los raspones con alcohol así que dolerá

-Ya me he acostumbrado al dolor- digo en un susurro observando las rasgaduras en mis manos producto de mi caída en la graba, detiene sus manos y me observa por unos segundos. Le he impresionado

MercyWhere stories live. Discover now