La Enfermera-TERMINADO

Epílogo

Nueve años después.

-te deseo- dijo mi mujer con la voz entrecortada, sabía que estaba excitada, podía olerla y eso sólo mandaba más sangre a mi sexo. Sus pezones estaban erectos.

Sus senos, grandes y turgentes, sobre salían de mis manos, haciéndome sentir poderoso, era un hombre con suerte. Mi mano derecha dejó su seno para bajar por su plano estómago, y seguí mi camino hasta llegar a su centro, mis dedos buscaron su clítoris, al encontrarlo comencé a masajearlo y jalarlo con mis dedos haciendo que mi mujer gimiera más fuerte, yo seguí con mi labor que era darle placer. Estaba restregando su trasero a mi miembro y eso me estaba volviendo loco, pero no estaba dispuesto a desperdiciar esta oportunidad. Pese a que ya no era joven, ella sabía como calentarme y darme una tremenda erección.

Dejé mi pulgar acariciando su pequeño botón para introducir un dedo en su cavidad, haciendo que gimiera y jalonaba mi cabello haciendo que la deseara más si eso era posible. Comencé a bombear lentamente, quería que ella mi rogara por mas.

Gimió fuertemente Katniss.

-qué es lo que quieres?- pregunté con la voz distorsionada por el placer.

-más...- me rogó, pero sólo un poco más y le daría lo que quisiera.

Mis movimientos se detuvieron cuando una mano de Katniss bajo por entre nuestros cuerpos y comenzó a acariciar mi miembro con mucha suavidad, su calor me envolvía haciendo que poco a poco perdiera el control.
Seguí moviendo mi dedo dentro de ella mientras que con el pulgar acariciaba su clítoris mientras ella se retorcía, agregué un segundo dedo haciendo que gimiera más alto.

-ahhh siiii ahí... amor, sii...- sonreí engreídamente al saber que era yo quien le estaba brindando ese placer.

-te gusta, esposa?- pregunté a su oído.

-sii,... sii- gritó.

Agregué un tercer dedo mientras sentía como sus paredes internas se contraían atrapando mis dedos. Pronto alcanzaría su orgasmo. Aceleré mis movimientos haciendo que ella incrementara el suyo en mi miembro. Sus pequeñas manos estaban causando estragos en mi sistema. No sabía cuando mas aguantaría. Sus movimientos sobre mí no cesaron haciéndonoslo más rápidos, sabía que pronto alcanzaría mi orgasmo pero a pesar de que no quería que fuera así, haría cualquier cosa por complacerla.

Mi semilla se derramó sobre su mano, mi respiración era entrecortada, busqué con mis manos la pared para recargarme y tratar de controlarme, ella se recargó en mi pecho tratando al igual de regular su respiración. Tomé su mano y la enjuagué, dejando al final un beso en su palma.

-mi Peeta-dijo cansada acariciando mi espalda-en la cama amor...-susurró-en la cama-Sus manos fueron como cables eléctricos prendiendo mi miembro. Mi pene se puso erecto instantáneamente, quedando entre los muslos de Katniss. Mi mujer abrió sus ojos sorprendida mirando mi pene. Se sonrojo como una virgen.

Volví a juntar nuestros labios, pero estaba vez el beso se fue haciendo más demandante, apasionado. Delineé con mi lengua su labio inferior pidiendo permiso de profundizar el beso, abrió su poca permitiendo el acceso a mi lengua, la cual inmediatamente encontró la suya. Nuestras lenguas comenzaron con una lucha por ver quién dominaba, pero poco a poco esa lucha se fue convirtiendo en una danza, una danza de mucho placer. Sus pequeñas manos seguían en mi cabello, lo jaloneaba cada que gemía y su gemido moría en mi boca al igual que los míos en la suya.
Nos separamos por falta de aire pero mi boca nunca dejo su piel, seguí besando su cuello.