Mensajes - Muke Clemmings

Capítulo 84 (Final)

— ¡Michael! Vas a tirarme — reía el rubio quien estaba en los brazos de su novio, este lo cargaba al estilo nupcial.

— Claro que no — abrió la puerta de la que ahora seria su casa.

Luke se sorprendió al ver la casa, era mas grande de lo que parecía desde afuera.

Aun no estaba amueblada, Michael aun tenia dinero para comprar los muebles y además ahora trabajaría en la empresa de su padre, obviamente su padre lo que menos quiere es verlo trabajando con el, pero también amenazo a su madre diciéndole que si no le consigue un empleo en la empresa familiar el hablara.

No sabe si su padre esta enterado de lo que su mujer hizo, el no se lo contó pero le da igual, solo quiere trabajar en esa empresa, podrá mantenerse y podrá pagar la escuela donde Luke quiere estudiar musica.

— ¿Cuánto le pediste a tu mamá? — pregunto mirando a su novio quien aun lo cargaba y miraba maravillado la casa a pesar de que el ya la había visto.

— Que no te importe eso bebé, no pienses en esa mujer nunca mas ¿Si?

— Esta bien — sonrió — Ahora bajame amor, quiero recorrer la casa.

— Bueno, vamos a recorrerla — se adentro mas a la casa pero no bajo a Luke

— ¡Amor! ¡bajame!

— Aquí pondremos un sofá, y allí el televisor — ignoro los pedidos de su novio — Oh debo mostrarte nuestra habitación — camino hacia las habitaciones mientras Luke suspiraba resignado.

Abrió la puerta y bajo a Luke dejándolo con cuidado en el suelo.

— Es muy grande — miro la habitación de arriba abajo imaginando donde pondría la cama, el televisor, tendría una mesita de noche a cada lado de la cama y en la de el pondrá una foto de ellos juntos para verla cada vez que despierte.

— ¿No te gusta? — ¿Qué? ¿Que si no le gusta? Ya hasta imagino todos los rincones es los que podrían hacer el amor.

— Claro que me gusta.

— Oh y también hay otra habitación.

Los ojos del rubio brillaron en ese momento, la casa que Michael compro era grande, y no solo eso, tenia dos habitaciones.

Tal vez Michael al igual que el soñaba con una familia.

— ¿Hay otra habitación? — sonrió marcando sus hoyuelitos y Michael llevo su dedo índice al que mas se marca.

— Si, para cuando Ashton y Calum vengan — su sonrisa murio, no porque no quiera que sus amigos los visiten pero el piensa todo el tiempo en formar una familia con Michael, y le gustaría pensar que el también sueña con eso.

— ¿Una habitación para ellos? Pero...

— ¿Qué? — se asusto al ver a su bebé con su semblante decaído.

— Creí que seria para... No, no importa — agito sus manos restándole importancia.

Abrazo a Luke rodeando su cintura y dio un beso en su mejilla izquierda.

— Dime, bebé ¿Que pasa?

— Creí que seria la habitación de un niño — se mordió el labio inferior asustado por la que podría ser la reacción de su novio.

— ¿Qué niño? — creyó que tal vez hablaba de su sobrino pero no estaba seguro.

— Un niño es decir, nuestro hijo.

— Pero nosotros no tenemos — se quedo en silencio unos segundos hasta que capto lo que Luke quería decir — Oh tu quieres un hijo.

— ¿Tu no? — pregungo sorprendido, Michael se alejo un poco de Luke para verlo bien y sonrió.

— Claro que si bebé, pero no aun, somos jóvenes, y ni hablar de que ambos somos demasiado inmaduros, en unos años me encantaría adoptar a un niño a quien le enseñaremos a tocar la guitarra, o una niña que escuchara musica que nosotros odiaremos todo el día, nos va a fastidiar un poco pero la amaremos igual, tal vez se la pase todo el día llorando por el amor que le tiene a sus ídolos y siendo toda una dramática, pero nunca tan dramática como tu.

Todo lo que Michael dijo paso por la cabeza del rubio haciéndolo sonreír.

Miro a su novio a los ojos, estaba seguro de que el chico frente a el era el amor de su vida.

Ellos dos, en el mismo pais, la misma ciudad, la misma escuela, que tengan el mismo humor, que les guste la misma musica, que estén tan enamorados.

A todo eso Michael le llamaba milagro.

Luke prefiere llamarlo destino, o tal vez es una obra divina de Dios, tal vez el no los odia como la madre Michael dice.

Muchos dicen que los homosexuales irán al infierno, dicen que cuando tienes esos deseos por alguien de tu mismo sexo debes reprimirlo, ser fuerte, porque es una prueba que Dios te pone, debes ignorar todo aquello, formar una familia con alguien de tu sexo opuesto y asi pasaras la prueba y ganaras un lugar en el cielo.

El Dios que Luke conoce, del que hablaba su madre es un ser que ama a todos por igual, pero no todos somos iguales, se pregunto pregunto muchas veces si Dios lo odia, si ira el infierno. El se decidió por hacer algo parecido a los que esos homofóbicos dicen.

El se aceptara como es siempre, dirá que es homosexual, porque Dios lo acepta, Dios lo ama, ignorara las palabras de personas que querrán herirlo, reprimira la tristeza o el odio que le hagan sentir esas personas, se mantendrá fuerte, y así ganara su lugar en el cielo.

— Te amo Michael Gordon Clifford — rodeo el cuello de su novio y enredo sus manos en su cabello.

— Te amo Luke Robert Hemmings — abrazo la cintura de del rubio antes de depositar un beso en sus labios.