El Despertar de una Bruja [Legolas Fanfic]

Gandalf el blanco

Ya casi habían pasado cinco días de la muerte de Boromir. Después de la persecución sin éxito de los orcos y el encuentro con los jinetes de Rohan, Aragorn, Gimli y Legolas acamparon en los límites del bosque de Fargorn.

Legolas les recordó a sus amigos la advertencia de Celeborn de no adentrarse tanto al bosque. El elfo podía sentir la energía de la naturaleza que estaba cerca. Ese bosque le intrigaba. Estaba tentado en descubrir si las canciones y las fábulas que había escuchado durante su niñez tenían algún parecido con la realidad.

Montaron guardia una vez más esa noche. Las frecuentes advertencias de Aragorn hacia Gimli, de no cortar ni la más minúsculas de la ramas que pudiera tener vida, aumentaban el misterio en el ambiente.

En un momento dado, una extraña figura espantó a los dos caballos que le habían obsequiado los hombres de Rohan. Gimli lamentó el hecho de tener que continuar la búsqueda a pie, casi arrepentido de haberse reusado a tener su propio caballo.

Al día siguiente encontraron huellas de Merry y Pippin. La esperanza de hallarlos crecía a medida que avanzaban dentro de Fargorn. El aire estaba cargado con algo desconocido, les costó acostumbrarse.

-Siento una extraña presencia moviéndose entre los árboles -advirtió Legolas a sus acompañantes. Rápidamente, el elfo sacó una flecha y la puso en su arco. Tensó la cuerda y una cegadora luz blanca los hizo retroceder y bajar las cabezas.

-¡Es Saruman! -gritó el enano-¡Elimínalo! -le dijo al elfo.

Legolas apuntó y la flecha salió disparada. Pero la misma fue desviada por el extraño. Guimli lanzó su hacha, ésta también fue destruida.

-Han estado siguiendo los rastros de dos jóvenes hobbits. Ellos pasaron por aquí hace tiempo, conozco algo del rumbo que tomaron -dijo el viejo.

-¿En dónde están? -preguntó Aragorn. Su espada yacía en el piso después de haberse prendido y casi quemarle las manos.

-Ya pasaron por aquí. Hace apenas dos días -respondió-.Vieron a una persona que no era esperada ¿Eso los reconforta?

La luz fue atenuándose, dejando ver a un hombre de cabello y barba blanca, vestido con una resplandeciente túnica del mismo color.

-Increíble -soltó Aragorn-.Habías caído.

Gimli se arrodilló. Casi parecía un sueño. Quizá todavía seguía dormido.

-Por fuego y agua -reveló mirando al horizonte -entre calabozos y montañas combatí contra el Balrog de Moria. Hasta que al fin derribé a mi enemigo golpeando sus restos contra el flanco de la montaña. Las tinieblas me cubrieron -continuó relatando-y me extravié fuera del tiempo y del pensamiento. Las estrellas giraban sobre mí y cada día era tan largo como la vida en la Tierra. Pero no fue mi fin... Sentí vida en mí de nuevo. Había sido enviado a terminar esta tarea -les sonrió.

-Gandalf -susurró el montaraz.

-Gandalf. Sí... Me decían así hace tiempo. Gandalf el gris, ese era mi nombre -observó a sus tres amigos-.Díganme Gandalf el blanco. He vuelto con ustedes en el cambio de marea.

-Es una alegría verte de nuevo, Mithrandir -el sindar se inclinó.

Gimli se levantó de nuevo por indicación del Istari.

-¿Y Merry y Pippin? -inquirió el enano con interés.

-Se dirigen al este, fuera del peligro -dijo una melodiosa voz de mujer-.Van acompañados de un buen amigo Ent.

Cathin salió de su escondite detrás de un árbol. Ya no pudo permanecer quieta. Su entrenamiento la había aislado demasiado de las personas. Necesitaba entablar una conversación con alguien.