La chica que me odia

104K 9.4K 1.2K
                                    

¿Que harías si pudieras ver que alguien cercano a ti, va a morir? ¿No creerías, también al principio que sería lo peor que te podría pasar? ¿Que sólo son sueños o coincidencias? Que son sólo desviaros, que te van a volver loca y te despiertan sobr...

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

¿Que harías si pudieras ver que alguien cercano a ti, va a morir? ¿No creerías, también al principio que sería lo peor que te podría pasar? ¿Que sólo son sueños o coincidencias? Que son sólo desviaros, que te van a volver loca y te despiertan sobresaltada por las noches. Pero que nunca, nuca se harán realidad esas pesadillas.

Ahora lo recordaba, lo recordaba perfectamente. Aunque yo misma había tratado de olvidar lo. Quizás fui yo misma tratando de protegerme del dolor de haberlo perdido. Había omitido esa parte de mi vida, lo había dejado a un lado e ignorado. 

Y ahora... ¿Le había dado su rostro? ¿Cómo había podido hacer eso?

Creo que era yo misma tratando de decirme algo. ¿Cómo había podido ignorarlo? 

Pero al ver esos ojos todas esas sensaciones, esos sentimientos regresaron de una manera abrupta. Recordé a Adam, todas las locuras a su lado. Las tardes caminando juntos mientras compartíamos los audífonos y su lista de reproducción.

Tras más de poco tres meses me había enamorado de él, sin remedio. No había encontrado el amor, y no sabía amar, pero él me había enseñado, cada día lo hizo, con sus detalles, con sus platicas, y las locuras que hizo por mí. 

El hecho de vivir su muerte en mis sueños, me hizo sentir responsable de su muerte de alguna forma. Cada pesadilla despertaba con el corazón apretujado. La había visto varias noches en mis sueños y quedarme callada sin advertirle me había hecho sentir responsable de su muerte. Que pude haber hecho algo y no lo hice.

La culpabilidad y la tristeza, me desoló durante los días siguientes. Y en algún momento decidí sólo omitirlo, ignorar lo que había pasado, al grado que no había reconocido en un primer instante quién era. Pero después... Después supe que era él, la forma que le había dado era la de mi primer amor. 

—Hubiera valido la pena que me llamaras loca, si aún estuvieras con vida.— Pensé para mí misma. Mientras no podía dejar de sollozar, ese dolor había estado guardado, contenido durante mucho tiempo. Había sido suficiente no volverme loca cuando ese ser se apareció para reclamarme como suya. Pero traer de vuelta a ese fantasma de vida era algo que me superaba. Las consecuencias de no haber vivido mi dolor en ese momento, eran ese gran hueco que sentía, y esa culpa que aun me carcomía. No lo había superado.

Cuando me desmoroné enfrente de mi clase, todos pensaron que estaba loca, que era el dolor de perder a mi novio. Pero no era así, ellos no sabían de mis pesadillas, no sabía que pude haber dicho algo. Si tan solo, le hubiera dicho... Sentía que yo lo había dejado morir sin hacer nada. Aún sabiendo lo que iba a pasar.

Esa fue la primera vez que fui consciente que esos sueños podían hacerse realidad, o al menos lo recordé, pequeños fragmentos de mis sueños cuando era una niña y los funerales tiempo después a los que asistía.

Empezó a dolerme la cabeza y me llevé las manos a las sienes. Aquel ser tenía razón, siempre había estado ligado a él, tenía ese lazo con la muerte y quizás eso era lo que me hacia tan diferente, lo que no me había hecho encajar jamás.

Cuando la muerte se enamoreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora