Iria

Arráncame las alas antes de que sea demasiado tarde. Si me dejas volar, quizás sea como Ícaro y desafíe al Sol. Quizás me burle del Olimpo. Quizás me ría del Hades. 

Así que arráncame las alas, librándome de la soberbia de los que creen estar por encima de todo y de todos. Incluso de los mismímos dioses, del tiempo, de la muerte, del hado. 

Arráncame las alas, aunque llore y patalee. Aunque la sangre impura me acaricie cada recobeco de la espalda. Aunque profiera gritos de agonía. 

Arráncame las alas. 

Memento mori. Susúrramelo. 

No me dejes pecar, porque entonces la caída será demasiado dura. Cuando crea que las yemas de mis dedos rocen la luz celestial, entonces recordaré que soy mortal. 

Y jamás me podré volver a levantar. 

Así que arráncame las alas. 

~*~

Hablemos hasta que se nos sequen las lenguas y se nos cierren los ojos.