Consejos para Jóvenes Cristianos

Un gran poder, una gran responsabilidad

"Un siervo que sabe lo que su amo quiere pero no lo hace, será duramente castigado, pero alguien que no lo sabe y hace algo malo, será castigado levemente. Recuerden esto, un gran poder conlleva una gran responsabilidad".

- Lucas 12:47-48

El llamado de Jesús se basa en cosas más grandes que en cosas superficiales. Estamos constantemente llamados a ser diferentes al mundo, porque este sistema de mundo nos enseña a ser personas soberbias y codiciosas, y por tales deseos son capaces de pasar a llevar la misma dignididad humana para obtener lo que quieren. Esto también lo hemos visto dentro de las congregaciones, donde vemos líderes maldecir a los miembros por no hacer lo que ellos quieren que hagan, por no adaptarse al sistema de reglas, y sin darnos cuenta en vez de ser diferentes, estamos siendo iguales al mundo. Pero en Jesús encontramos una invitación a la humildad, al amor aún ante nuestros enemigos, encontramos un llamado a no aferrarse a la riqueza, ni los placeres que este mundo pueda entregar, sino que nos aferremos a los placeres del cielo, tales como la unidad, el perdón, la compasión, la compañía, la hermandad y la justicia. Si hemos recibido este grandioso mensaje que Jesús nos ha dado tenemos una gran responsabilidad, no solo de compartirlo, sino que de vivirlo, de hacer el bien por los demás, de comportarnos como personas justas que ponen a los demás por encima de sí mismos.

Tenemos la gran responsabilidad de mostrarle al mundo la vida de Jesús a través de la nuestra, tenemos la gran responsabilidad de ser ejemplo para los demás, para que puedan ver que en Jesús hay verdadera libertad. No nos avergoncemos del Evangelio porque es poder de Dios y un gran poder conlleva una gran responsabilidad.