Tenía puesto un nuevo vestido blanco que Ramsay había traído de Poniente y mis doncellas habían puesto con mucho cuidado. Se ajustaba perfectamente en el pecho y milagrosamente era un poco suelto en la parte del vientre, ya tenía más tiempo y mi vientre lucía muy distinto, y el vestido me hacía ver realmente embarazada.
Me dolían el cuerpo, vientre y alma.
Ramsay se disculpó por lo que me hizo cuando yo estaba grave y desde entonces piensa que todo está tranquilo, y que seguimos siendo felices. La realidad, es que yo no lo estoy. Me siento en peligro.
—Tienes razón —me sobresalto al escuchar su voz tan cerca de mi—. Nuestra pequeña será hermosa.
Lo miro confundida.
—¿Cómo sabes que será una niña?
—No lo sé —me sonríe y siento ganas de vomitar—, me gustaría que lo fuera. Sí llega a serlo, será igual de preciosa que mi amada esposa. Tendrá un hermoso cabello negro como el mío y espero que tus bellos ojos, mi amor.
—Será como tú —le confirmo.
No seas como él, pequeña.
—Te amo, Elynne.
Me besa fuerte en los labios y desaparece feliz de la habitación.
Me limpio los labios con la palma de mi mano y acaricio mi enorme vientre para después hablarle al ser humano que se hospeda allí: —Cambiarás todo, bebé, y sólo espero que sea para bien. Él te adora con todas sus fuerzas y yo sólo quiero que estés aquí para no tenerlo encima mío. Lo que me hizo no tiene perdón y me entristece que todo haya llegado a esto.
—Lo tendrás todo, cariño —siento golpecitos en mi vientre y sonrío—. Si serás como él, sólo espero que sea físicamente y no adquieras sus actitudes violentas.
Camino por los fríos pasillos de Fuerte Terror mientras acaricio mi vientre. Acepto los elogios de las doncellas que me encuentro en el camino y después de mucho caminar, me siento en la paja de los establos. Este era el único lugar donde podía permanecer en paz.
El día era precioso; corría viento pero yacía lleno de color y aún faltaba mucho para que oscureciera.
—Pensé que no la volvería a ver por aquí, Lady Bolton —escucho la voz de Harlaw a mis espaldas y sonrío cuando éste se acerca para poder verme de frente—. ¡Por los Siete Dioses, su vientre ha crecido mucho!
—Qué puedo decir, Harlaw, será un bebé enorme.
Harlaw me sonríe mostrando sus dientes derechos y sus ojos azules se achinan cuando lo hace. Tenía barro en toda su ropa y manos, su cabello rubio era lo único que se veía limpio.
—Lord Ramsay dice que será una niña.
—Lord Ramsay no puede saber eso, Harlaw —él frunce el ceño—. Nadie lo sabe, ni siquiera yo que lo tengo dentro de mí.
—¿Su cuerpo le ha dicho que será?
Lo pienso un momento y sonrío:—Un niño.
—Y así será, mi Lady.
—No creo que eso importe. Sea lo que sea, lo amaré de todas formas y Lord Bolton también.
—¿No debe llamarlo por su nombre, Lady Bolton? Ya que él es su marido.
—Yo no lo siento así —murmuro.
Siento que lo que Ramsay Bolton me hizo aquella noche cae nuevamente en mí y me duele. Me duele muchísimo, porque intenté ser la esposa perfecta para él. Le entregué lo poco que tenía y me dejó sola mucho tiempo, con un hijo en camino y cuando volvió sólo preguntó de quién era. Justo cuando quería estar con él y estaba sintiendo que me enamoraba de él.
Lamentablemente todo desapareció; mis ganas de ser una esposa perfecta y el amor que estaba sintiendo por él.
—¿Usted se casó por amor, mi Lady?
—No.
Siento lágrimas caer y continúo:—Fue sólo una alianza.
—Antes la veía feliz con Lord Bolton.
—Éramos dos jóvenes que querían conocerse mientras se iban a casar, pero no surgió nada más, Harlaw, yo no amo a Ramsay Bolton y temo que nunca lo haré... Y eso causará mi muerte.
—¿Por qué dice esas cosas, Lady Bolton?
—Basta, Harlaw —sollozo y él se asusta—. No quiero que vuelvas a llamarme así cuando no esté nadie más. Mi nombre es Elynne Tarth, no Elynne Bolton o Lady Bolton. Me repugna tener que escuchar que me llamen con el nombre de un ser horrible.
—Lady Tarth... —lo interrumpo.
—Elynne.
—Elynne —me seca una lágrima con su pulgar—, disculpe mi atrevimiento, pero sus ojos son preciosos.
Sonrío al escucharlo y me lamo los labios.
—No puedes sentir nada por mí, Harlaw.
—Usted es la única que lo sabe. Mi secreto está a salvo.
—No diré nada —le prometo—. El secreto morirá conmigo.
—Eres preciosa, Elynne.
—Tengo esposo.
Ayúdame, Harlaw.
—Eso no evitará que la siga viendo así.
Haces que me olvide de todo.
—Luces bien, Harlaw, pronto encontrarás a una chica que te corresponda.
No me hagas caso.
—Usted sigue siendo una chica.
Lo soy.
—Pronto tendré un hijo.
Quédate.
—Yo sólo tengo un año más que usted —sonríe—. Aún puedo conquistarla.
Hazlo.
—Harlaw...
Por favor.
—Déjeme hacerlo, será nuestro secreto.
Hazlo.
—Ramsay te mataría.
No quiero que lo haga, Harlaw.
—Él no se enterará.
Sí lo hará.
—¿Y si lo hace?
Sálvame.
—Huiremos.
Vámonos.
—¿Ambos?
Por favor.
—Tú, el bebé y yo.
Acepto.
—Me estás convenciendo.
Lo hiciste.
—Elynne, no aguanto más.
Conquístame.
Harlaw junta sus labios delicadamente con los míos. Están cálidos y suaves.
Se aleja y me sonríe.
Le sonrío.
Está mal.
Pero no hay marcha atrás.

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Before ; Ramsay Nieve
FanfictionDetrás de ese reflejo de manipulador, sádico, egocéntrico y sexualmente depravado, hay un joven adolescente perdidamente enamorado.