Nunca digas Nunca, pequeña Evolet

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>>Lean la Nota al Final, ¿porfi? - pone cara de perrito -<<

Di los pasos que faltaban para ingresar al Minimarket y revise mi teléfono. No había mensajes nuevos y ya eran las 7:25. Me había tomado demasiado tiempo entrar al lugar, casi corrí hacia los estantes para obtener las provisiones Papitas, Gaseosas, Goma de Mascar, Caramelos y algo que animaría nuestra noche, aunque claro no estaba desanimada, Helado de Chocolate.

Camine hasta el cajero y esperaba con ansias que no estuviera el chico flacucho que intentaba sacarme el número de Nina con insistencia, si tan solo supiera que debía ofrecerme para que yo le diera hasta la dirección de su casa. Tal vez esta era mi oportunidad, solo debería decirle algo como: "Que tal unos libros en compensación del número", algo que si Nina escuchaba de seguro ya tendría un ojo morado.

Cuando alce la mirada de mis provisiones para encontrarme con el flacucho, sonreí, no era el sin embargo había visto mucho antes a aquel chico parado detrás del mostrador… 

*Flash Back *

Era el primer día de clases en la universidad y por más que Nina me había hecho un Croquis para encontrar su aula, no la hallaba, se suponía que estaba en el cuarto piso, pasando la biblioteca pero no tan lejos para llegar a la cafetería. ¡Qué demonios!, esto no tenía relación alguna

Como un aula podía estar entre una Biblioteca y una Cafetería, acaso es que Nina se volvió loca, o no quería que anduviéramos juntas en la universidad. Mi corazón se apretujo pero ella no era de esas personas, y a pesar de que tuviera su teléfono apagado podía imaginar que era por cualquier otro motivo, tal vez la batería, o peor aún, tal vez lo dejo olvidado en algún lugar, conociéndola de descuidada, eso era muy probable. Era Nina Montaner

Una voz conocida llego hasta mis oídos, y podía jurar que era la primera vez que sonreía al oírlo, di cerca de diez pasos hasta llegar a la puerta de la izquierda, entre contando aun mis pasos, no podía haberme equivocado esa era la voz de Evan. Lo busque con mi mirada, no podía ser tan fácil encontrarlo pensé, pero cuando más de diez pares de ojos se posaron en mí, descubrí que no sería nada fácil sin embargo intentando no tropezar o caerme de rodillas en medio del salón me abrí paso hasta que logre verlo. Sonreí con toda seguridad y me adentre a la boca del lobo más conocida como, su grupo de amigos,

Pero con cada paso que daba hacia él, la seguridad se iba esfumando en el momento que Evan levanto la mirada y se fijó en mí, vi su mandíbula tensarse. 

Ay Dios!

Casi me atraganto con mi saliva antes de hablar, así que tuve que aclararme la garganta para que mi voz saliera.

-Evan, Yo, Sabes don..

-¿Qué quieres? – dijo cortando mi intento de ser amable

-Solo quiero saber, donde está el salón de Nina – respondí seria

-Porque debería saberlo yo… No eres tu quien anda detrás de ella – contesto

 Auch.

Unas cuantas risas se escucharon alrededor

Evan, idiota.

-Yo … Solo preguntaba, Gracias – respondí lo más cortante que podía, gire sobre mis talones rápidamente y termine dándome un golpe en el estómago. 

Mala suerte.

Justo ahora.

Una chica de cabello negro me miraba sorprendida, pude escuchar un lo siento por lo bajo mientras seguía moviendo su carpeta hasta el otro extremo.

EvoletWhere stories live. Discover now