El Jardín de la Poesía

Vorágine

A veces el silencio
es estruendo,
la soledad cae
como una avalancha,
me sepulta
y me roba las palabras.

Mi corazón es una vorágine.

Aturdido quiere escapar
de su prisión costal,
aleteo tras aleteo
alzar el vuelo,
llegar a ti.

Hoy me pesan los kilómetros,
los segundos son eternos,
me devoran la conciencia
los melancólicos pensamientos.

Mi alma es una vorágine.

Hoy he hablado con Dios,
le he dicho que no creo,
me pregunto si me juzga,
si me juzga desde el cielo.

Soy toda contradicciones,
un colador de esperpentos,
¿Soy agnóstica o cobarde?
¿Realista o de mal agüero?

Mi mente es una vorágine.

El mundo gira,
yo estoy quieta,
el tiempo corre cuando llegas
y se detiene en tu ausencia.

¿Como es que sin ti
no soy del todo
y contigo me expando
en galaxias que desconozco?

Soy una vorágine, tormenta,
yo te despeino, tú me arrecias.
Qué Dios nos juzgue desde el cielo,
soy agnóstica pero creo,
creo en nosotros.