Ya me había suicidado antes, justo en el momento que decidí quedarme donde no era realmente feliz. Me quedé en la adicción de creer que necesitaba de el para poder estar bien, aunque en el fondo sabía que su amor era demasiado tóxico y lastimaba mis ganas de vivir.
Pasó el tiempo y la vida no se detuvo, ni a los 15 al conocerte, ni a los 19 al perderte y mucho menos creo que se detenga quizás a los 30 cuando te cases con alguien más. Ya no quiero ser presa de mis temores confundiendo la estabilidad o la necesidad con "Amor".

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Pensamientos de un adolescente
NezařaditelnéPensamientos de un adolescente cualquiera. La vida trastornada de un adolescente.