XXV. Casa.—Parece que no sabemos hacer algo sin terminar teniendo relaciones. —Digo en cuanto termino de vestirme.
—¿Y no te gusta que sea así? —Pregunta con un deje burlón mientras abrocha el último botón de su camisa blanca.
A diferencia de otros días, Shawn hoy no se encontraba vistiendo uno de sus trajes completos, su camisa era acompañada sólo por un pantalón de vestir gris, había dejado el saco de lado.
—Lo que quiero decir es que siento que fuera de eso no tenemos actividades que nos entretengan y que ambos disfrutemos, aveces pienso que sin el sexo a cada rato te aburrirías con rapidez de mi. —Expongo y noto como su ceño se frunce.
—Pensé que ya te había dejado claro que no sólo te quiero para satisfacer mis necesidades. No te voy a negar que me está volviendo loco la idea de tomarte a cada momento, pero tampoco te voy a negar que añoro los momentos en los que nos sentamos a platicar de diversos temas, a compartir anécdotas tontas o simplemente el quedarnos en silencio mientras te sostengo cerca. Te quiero a ti Thea, y no sólo por tu cuerpo, te quiero porque estás sacando un lado de mí que pensé que no existía. Nunca podría aburrirme de ti por el simple hecho de que no podría sobrellevar tu ausencia permanente. Te quiero Thea, por sobre todas las cosas y eso ya deberías saberlo. —Finaliza envolviéndome en sus brazos, y por tonto que parezca siento ganas de echarme a llorar en su pecho.
—Yo también te quiero por sobre todo. —Le digo inhalando su aroma, el cual me envolvía de una manera que no sabía cómo explicar. Y entre sus brazos aspirando su olor llegué a la conclusión de que me sentía en casa. Estaba en casa.
En ese momento comprendí que casa no es aquellas cuatro paredes en las que vives. Casa es cuando te sientes suficiente, es cuando sientes que perteneces. Casa es aquello que te hace sentir segura, protegida, aquello que te brinda descanso y paz. Casa es aquello que te hace feliz.
Y yo creí haber encontrado mi casa.
—Si quieres podemos salir por la tarde, te mostraré una de mis actividades favoritas y ya me dirás tú qué piensas sobre eso, ¿te parece? —Sugiere separándose de mi.
—¿Qué actividad? —Cuestiono curiosa.
—Lo sabrás si aceptas salir conmigo. —Responde guiñándome su ojo derecho.
—¿Es una cita?
—Lo es si tú lo quieres, amor.
Creo que olvidé como respirar en ese instante, Shawn estaba sonriendo, pero en cuanto pareció analizar lo que había acabado de decir su rostro cambió por uno más serio, y sin emitir una sola palabra se dio la media vuelta echándose a andar fuera de la habitación.
Me quedé ahí parada, sin moverme en lo absoluto, observando la puerta cerrarse detrás de Shawn mientras que en mi mente no podía dejar de repetir su voz llamándome "amor".
⚔️⚜️⚔️
Lo miro sentado detrás del escritorio, cierro la puerta del despacho con su atención en cada movimiento que hago.
—No desayunaste conmigo. —Le digo acercándome a él.
—Tenía cosas que hacer. —Responde un tanto cortante a medida que rodeo el escritorio.
Shawn hace su asiento un poco hacia atrás creando espacio entre el escritorio y él. —¿Quieres que me marche? No quiero distraerte. —El rey sonríe.
—Aún si te marcharas continuarías en mi mente distrayéndome.
—¿Puedo sentarme? —Pregunto melosa mirando su regazo, Shawn mueve su cabeza en afirmación por lo que me siento de lado en sus piernas, rozo sus labios para después besarlos en un corto acto, lo siento tenso, por lo qué paso mis manos a sus hombros y comienzo a sobarlos antes decir lo que tenía en mente. —No tenemos que hablar sobre eso, si quieres podemos hacer como que nunca pasó.
Le digo porque sabía que eso lo tenía incómodo, lo que dijo lo había dicho sin pensarlo y eso yo lo entendía.
—¿Desayunaste bien? —Me pregunta cambiando de tema, lo que confirma lo que me suponía, Shawn no quiso decir lo que dijo, pero eso no quitaba el hecho de que en el fondo quería haber estado equivocada.
—Si, lo hice. —Respondo dejando de apretar sus hombros para pasar mis brazos alrededor de su cuello.
Shawn pasa una de sus manos sobre mi vientre comenzando a acariciarlo, le sonrío para posteriormente besar su barbilla. —Hay ocasiones en las que siento que nada de esto es real, en las que no me creo del todo que vas a darme un hijo. Sé que no te lo digo muy a menudo, pero contigo me siento tan feliz, ni siquiera recuerdo haberme sentido de esta manera en el pasado. Recuerdo perfectamente decirte que no debemos añorar que alguien nos complete, que tenemos que ser suficiente con nosotros mismos, y no me arrepiento de haberlo dicho, porque ahora quiero que seamos completos juntos, con nuestro hijo, con los que están por venir. Quiero ser contigo, que seas conmigo, que seamos juntos, por siempre.
Mi labio inferior comienza a temblar, lo miro directamente a los ojos antes de recargarme en su pecho y soltar mi llanto.
—No llores cor meum, no llores por favor. —Dice apretándome a él.
Me dejo perder en sus brazos, de la misma manera en la que lo había hecho un par de horas atrás. Estaba creyéndole todo lo que me decía sin duda alguna, me estaba aventurando a un camino desconocido, yendo ciegamente y todo porque él me estaba guiando, y el día que dejara de hacerlo, no sabría que sería de mi.
Lo quería.
Lo quería más con cada minuto que pasaba a su lado. Lo quería pese a todo, y eso era lo peor que podía hacer. Porque querer a alguien de esa manera es dañino, tóxico. Con un inefable desenlace.
Y aún teniendo eso en claro, no me importaría morir entre sus brazos.
Él podía destruirme si lo quisiera, acabar conmigo, hacerme pedazos, que aún así yo seguiría encontrando refugio en él, seguiría siendo mi casa.
Todos sabemos que una casa no es para siempre, que sólo es temporal, porque hasta la fortaleza más grande eventualmente cae, ¿y por qué no lo harían unas simples cuatro paredes?
Shawn era mi casa, pero la pregunta aquí era; ¿cuanto tardaría para que esta colapsara?
—Quiero que seamos suficiente juntos. —Le digo alejándome de su pecho.
Sus pulgares limpian los rastros de lágrimas en mis mejillas húmedas, sus labios se curvan en una pequeña sonrisa antes de atrapar mis labios con los suyos.
—Lo seremos, como padre y madre, como esposo y esposa, como rey y reina.
Como Thea y Shawn.
Serás mi casa, serás mi fortaleza, serás mi refugio, serás mi salvación.
Serás mi infierno, serás mi desaliento, serás mi prisión, serás mi condena.

YOU ARE READING
H E I R |S.M.| #2
Fanfiction"No sé qué es más cruel, si la vida o la muerte; la primera concede el derecho a la corona por el simple hecho de nacer, y la segunda la arrebata, coronando a reyes que no lo deberían ser." |SEGUNDO LIBRO DE LA TRILOGÍA "KING"|