Enamorado... [Terminado]

5.

La brisa que refrescaba la ciudad parisina golpeó su rostro al abrir la puerta, la temperatura había disminuido con el pasar de los minutos, se aferro a su mano sintiendo su cuerpo tiririar, sus ojos azules se fijaron en el chico que se había encogido al percibir la baja temperatura, quien segundos después de percarse del estado de la adolescente se quito su chaqueta colocándola a su alrededor, sus mejillas retomaron el color vivo, más al percibir como volvía a sujetar su mano, la cual ya extrañaba su tacto.

Adrien suspiró al sentir la calidez de su mano, deseando pasear por todos lados de esa forma, caminaron en silencio hasta donde se encontraba el automóvil perteneciente al padre del Agreste, ambos se detuvieron sin saber cómo seguir, la azabache apreciaba sus manos entrelazadas mientras que el rubio resistía la tentación de acariciar su mejilla sonrojada, supuso que debía de ser por la temperatura, se percató del peso en su mano decidiendo que era momento de soltarla, con pesar se aparto, ella se giro para encararlo con una pequeña mueca de tristeza.

—yo quería... Darte esto —extendió la bolsa negra con una doble A dorada, la azabache fijo su mirada en la bolsa sin saber cómo reaccionar.

—¿Para mí?—tartamudeo provocando que se formará una sonrisa en el rostro del varón.

—claro que para ti —tocó su nariz de forma juguetona, apartandola al instante que comenzó a sentirse avergonzado, sintió como sus mejillas ardían, nervioso acaricio el listón dorado de la bolsa, al notar como la fémina no se animaba a tomarlo, sujeto su mano depositando la bolsa en sus manos, ansiado ver su reacción —mi padre es diseñador —la azabache parpadeo fuera de si —que tonto, si ya lo sabías —tartamudeo —pero es cree que debería de descubrir mis dotes de diseñador y solo he hecho un par de cosas, y una de esas es la que esta en tus manos.

—pero es tu obra...

—y quiero que la compartas conmigo —musitó con una sonrisa en sus labios, animandose a abrir la puerta del automóvil para sacar la prenda negra del interior —hace juego con la mía —sus ojos verdes se llenaron de ilusión al notar la sonrisa tonta de su amiga.

—yo am... —con sus mejillas llameando abrió la bolsa sacando del interior su regalo envuelto en un papel color rojizo, nerviosa, sujetando la bolsa con sus brazos quito con delicadeza el papel, sus manos temblaban ante la emoción —pero —se detuvo —¿Estas seguro de esto?

—creo que sí —titubeo —eres el... —se arrepintió cortando sus palabras —mi mejor amiga —se atrevió a pronunciar, la azabache asintió con un deje de desilusión, descubriendo esa chaqueta perfectamente doblada, admirada dejó caer las demás cosas que sujetaba concentrándose en los colores, la tomó de las puntas, desdobladola para apreciarla por completo, su mirada se concentró en el par de ojos azules entre el antifaz carmín con puntos negros, observó maravillada el trabajo con lentejuelas negras, apreciando los detalles cosidos a mano.

—es hermosa Adrien —tartamudeo, observando como se unían al gorro de la chamarra un par de antenas de mariquitas con pompones al final de cada una, apreciando como en el cierre colgaba una catarina adornada con diamantes que la daban a relucir, aprecio la forma singular de los bolsillo con el diseño de los guantes de Ladybug, acaricio la tela que era tan suave, trago saliva sonriendo con dulzura —gracias, gracias Adrien —se abstuvo de abrazarlo, el rubio parpadeo abriendo la boca para decir algo, mas decidió que era momento de que se la colocará, con nerviosismo le quito la chaqueta que le pertenecia para ayudarle a colocarse la nueva, la joven admiro como se veía en ella en el espejo de uno de los automóviles con ilusión, mientras que el de ojos esmeraldas la admiraba enamorado.

—hacen un juego —exclamó colocándose la suya, los ojos de su contraria apreciaron la chaqueta negra con detalles dorados y verdes, sus miradas se cruzaron rompiendo la conexión al instante —Marinette yo quería decirte...