Entre el amor y la amistad (Amor de niños). (Sofia y Hugo)

El dia de la boda

La mañana de la boda Jade se encontraba arreglándose frente al espejo, ¡por fin ese día se cumplirían todos sus sueños!
Unos días antes había hecho llegar la invitación a Encantia. Aunque Amber intentó destruirla, Sofía se negó diciendo que debía afrontarlo, era la única forma de convencerse y dejar ir a Hugo para siempre.

Unos golpes en la puerta hicieron que su felicidad se acabará. Lynn se encontraba justo frente a sus ojos.

~Eres una traicionera, dijiste que Hugo se casaría conmigo... Incluso creí que eras mi amiga.

~Yo no tengo amigas y la prueba está en que traicione a Sofía.

~¡Te vas a arrepentir! Buscaré la forma de arruinarte.

~No podrás niña tonta, yo siempre voy un paso adelante de ti.

La joven salió de la habitación y Jade comenzó a reírse.

Su madre había llegado al castillo para ayudarla a vestirse. La azabache la hizo pasar y la mujer se aferro fuertemente a ella.

~Jade... Esto no le gustaría a tu padre...

~¡No me arruines el día!

~Hija... Tú no estás esperando un bebé... Tú misma me dijiste que no había pasado nada.

~Eso a ti no te incumbe ¿Y si te mentí?

Hugo se encontraba observando desde la ventana como los sirvientes corrían de un lado a otro llevando grandes bandejas de comida en sus manos. Definitivamente no estaba feliz, no era así como había imaginado el día de su boda.

~¿Puedo pasar? Se escuchó una voz al otro lado de la puerta.

~Adelante.

~Perdóname si soy imprudente, pero... Quería verte.

~Me da gusto que estés aquí Brillet, hace mucho que no sé de ti.

~Mi padre se molestó mucho cuando escogiste a Sofía en lugar mío... Pero cuando ví la invitación de tu boda y noté que la novia no era Sofía supe que debía verte y preguntarte lo ocurrido.

~Si te lo contara no terminaría nunca.

~No te veo feliz... ¿Ella te está obligando?

Hugo se puso nervioso y negó con la cabeza, no debía revelar su secreto a nadie.

La princesa se abrazo de él y le dió un beso en la mejilla.

~Te veré después Hugo... Que seas muy feliz.

~Si tan solo pudiera serlo... Susurro volviendo su vista.

Sofía se encontraba en el jardín recogiendo flores, estaba lista para ir a la boda. Por suerte Amber había insistido en acompañarla; La rubia no dejaría que lo afrontará sola.

~Sofia...¿Estás lista?. Habló mirándola con compasión.

~Claro Amber... Vámonos.

~No es necesario que asistas, puedes quedarte aquí.

~Iré, es la única forma de convencerme.

Sofía y Amber subieron al carruaje y una hora después ya se encontraban en la entrada de Albuquerque.

~¿Estás segura? Preguntó nuevamente viendo cómo Sofía apretaba los labios.

~Lo estoy, entremos.

Hugo vió desde la ventana como la delicada princesa entraba por las rejas del castillo.
El príncipe sintió que su corazón se agitaba. ¡Con Sofía presente jamás podría aceptar!
Enseguida tomó lápiz y papel y comenzó a redactar una carta para ella, debido a que no había podido volver a verla necesitaba explicarle todo lo que había pasado.

La hora llegó y Garrick entró a la habitación de Jade para llevarla hasta el altar. Ya que su padre había muerto, sintió el deber de hacerlo.

~¿Estás lista?

~Claro padre. Sonrió recibiendo una mirada de desconfianza del hombre.

~¿Cómo se encuentra mi pequeño heredero? Habló señalando el vientre de la joven.

~Estoy segura de que está feliz por este dia.

~Seguro que si... Contestó mientras imaginaba el dolor de su hijo menor. Él debía estar totalmente abatido, pero no podía hacer nada para salvarlo... Tenía que enseñarle a ser responsable y afrontar las consecuencias de sus actos.

~¡Vamos Hugo, es hora! Gritó Axel jalandolo del brazo.

~Dame un segundo, debo terminar algo.

Cuando la carta estuvo lista Hugo la escondió entre su saco y dió un último respiro antes de enfrentarse a su realidad.

Al entrar a la iglesia lo único que pudo ver fue el hermoso rostro de Sofía observándolo con tristeza. Ella era fuerte, a pesar de todo se notaba una inmensa nostalgia en su cara.
Mientras se dirigía al altar, se acercó a ella dejando caer el pequeño sobre en su regazo, procurando ser lo mas discreto posible.

La princesa rubia hizo una mirada de asombro y Sofía inmediatamente escondió la carta.

La marcha nupcial sonó y Jade apareció en la entrada de la iglesia.

Sofía la observó con atención ¡No podía creer lo que estaba ocurriendo! En el momento en que sus miradas se cruzaron, la azabache le sonrió de forma descarada haciendo que la princesa no aguantará más y saliera a los jardines del castillo.
Cuando se encontraba fuera, comenzó a sollozar con las pocas fuerzas que aún conservaba. En ese momento recordó la carta que Hugo le había entregado y comenzó a leer las palabras de su amado.

Sofía:

Supongo que te he decepcionado, como lo he hecho muchas veces a lo largo de mi vida. Mi padre insiste en que me casé con Jade, dice que debo ser un hombre y hacerme cargo de mis actos. Lo haría si tan solo hubiera tenido culpa en ello, sé que aún confías en mí y eres la única persona que siempre estará de mi lado a pesar de todo. Te amo más que a nada y te amare toda la vida. A pesar de que me encuentre atado a Jade mis pensamientos jamás se alejaran de ti.
Supongo que este es un adiós definitivo, espero de todo corazón que seas muy feliz y que algún día encuentres la felicidad que yo nunca tendré.

Siempre tuyo Hugo.

Sofía apretó la carta con fuerza... ¡Ya no había nada que hacer! Jade era despreciable...

En ese momento se escucharon las campanas repicar y la ovación hacia los novios comenzó a esparcirse por todo el reino.

La princesa corrió con fuerzas hasta las orillas del pueblo... Necesitaba que alguien la reconfortara, pero a la vez quería estar totalmente sola y desaparecer.

~Sofia... Escuchó una voz conocida e inmediatamente sintió que su corazón latía de felicidad.
A lo lejos se acercaba un jovén conocido. La princesa alcanzo a ver la figura de Hugo y no pudo evitar correr a sus brazos.

Al abrazarlo sintió que algo era distinto, así que levantó rápidamente la cara para encontrarse con el rostro de Vaughn... Se encontraba en tan mal estado que había alucinado... Hugo ya no volvería a su lado nunca más.