Una vez dentro de la discoteca vamos a la zona reservada, que está en un piso superior a la pista principal de baile. Desde donde estamos, vemos prácticamente toda la discoteca y es complicado que desde abajo alguien nos consiga ver.
Empezamos a beber algunas bebidas que nos habían dejado en la mesa y poco a poco todos empezamos a bailar.
Adoro el ambiente que creamos, es muy similar a aquella fiesta épica que tuvimos dentro de la academia. Pero esta vez sin cámaras y sin la presión de poder estar juzgados por personas ajenas. Esto era pura amistad y libertad.
Entonces empieza a sonar Lady Marmalade. Y la temperatura comienza a subir. Ana y Mimi se miran e instantáneamente empiezan a cantarse y bailarse la canción la una a la otra como en aquella gala en directo en navidad. Aunque, en esta ocasión, terminaron besándose.
Me sorprende porque Ana lo ha dejado con su novio hace relativamente pronto, pero supongo que cuando se trata del amor simplemente todos nos dejamos llevar.
Como Agoney y yo, que aunque en un principio estamos nerviosos y no nos acercamos, tras ver a Mimi y Ana y posteriormente a Nerea y Aitana bailar juntas, nos acercamos tímidamente.
Adoro la expresión inocente que siempre tiene Agoney. Es como un niño pequeño conociendo el mundo por primera vez y maravillado y tímido ante todo. Enrojece y sonríe y empezamos a bailar.
-¿Me acompañas al baño? -le susurro al oído.
-¿Qué? -exclama. Me doy cuenta de que la música está demasiado alta y probablemente no me haya oído.
-¡¿Que si me acompañas al baño?! -grito esta vez, pero justo en el momento donde la música se para y todos nuestros amigos me escuchan.
Rompen a reír y jamás había visto a Agoney tan rojo. Solo tengo ganas de besarle, y lo hago.
Sienta tan bien poder hacer eso fuera de mi casa.
Vamos al baño y nos metemos juntos en uno.
Me empieza a besar apasionadamente, me agarra del pelo y lo hace con la misma pasión que el primer día. Yo, sin poder evitarlo, empiezo a reírme.
-Ago... Esto está muy bien, pero realmente tengo ganas de mear.
Se asombra y rompe a reír también.
-Lo siento, qué vergüenza.
-No pasa nada, tranquilo, amor -le beso una vez más antes de girarme hacia el váter.
Cuando termino, él está mirando hacia la puerta tapándose los ojos. No puede ser más adorable. A pesar de conocer cada parte del cuerpo del otro, le sigue dando vergüenza. Otra de las razones por las que me gusta tanto.
Nos comemos a besos y nos dejamos llevar por la pasión durante un rato largo donde para nosotros, vuela el tiempo.

ESTÁS LEYENDO
carpeta vacía.
Short Storyraoul y agoney están enamorados. y tras finalizar el concurso de canto, ellos y el resto de concursantes tienen que enfrentarse al mundo real. donde la prensa querrá indagar en sus relaciones, mientras que luchan por cumplir sus sueños. una historia...