El novio de mi hermano.

capitulo 9

Hola, he vuelto con un capítulo más bien de relleno junto con el otro que haré. Debido a que se acerca el clímax de la historia calculo como unos cinco capítulos más y la historia termina.

Cuando llegaron a Miami el día estaba caluroso, y Yuuri sintió de inmediato el cambio de clima que había en el lugar. Se quitó la chaqueta que llevaba y solo quedo con un suéter delgado, pero igual sintió el calor.

Víctor no había dejado de sonreír, mostrándole algunos lugares mientras iban el taxi de camino a la casa de Víctor. Prometiendo que llevaría a conocer las playas y algunos lugares turísticos.

A Yuuri le sorprendió el poco decoro que tenían las mujeres al andar vestidas solo con un traje de baño escaso caminando como si nada por las calles.

Víctor le dijo que aquí era así, la gente vivía su vida libremente y nadie las miraba mal.

Yuuri asintió no muy convencido, pero igual disfruto de la vista de la playa. La casa de Víctor no estaba tan lejos, estaba en una villa donde las casas eran muy elegantes y alejada la una de la otra.

La casa eran grande y espaciosa, tenía un hermoso jardín bien cuidado. Cuando ambos bajaron del taxi Víctor toco el timbre del portón para que la ama de llaves abriera.

El sonido eléctrico del portón abierto les hizo emprender el camino hacia el interior, Víctor le llevó por un camino de grava  y Yuuri vio como una señora mayor abría la puerta De la casa y les sonreía.

-Nancy ¿Cómo está?-preguntó Víctor en inglés, y la señora se acercó y abrió las brazos para abrazar al más alto.

-Mi niño, no me habías avisado que llegarías temprano.

-fue una sorpresa, Nancy, Te presento a mi Yuuri.-dijo Víctor con orgullo, separándose de la mujer mayor para pasar el brazo por encima de sus hombros y empujaron hacia adelante.

-Mucho gusto-dijo Yuuri haciendo una media reverencia.

-Oh no seas tímido,ven dame un abrazo.-dijo Nancy acercándose a Yuuri, miró de reojo a Víctor quien los miraba sonriente, el ruso jamás había traído a ningún hombre a casa, este era su lugar sagrado y el que haya traído a este chico aquí daba la idea de que Yuuri era muy importante para Víctor.

Nancy los hizo entrar y los llevó hacia la cocina para prepararles algo rápido para comer, la cocina era elegante con una gran isla en el medio de Marfil y grandes candelabros de lágrima, el piso era de cerámica negra y los muebles eran oscuros y elegantes.

-Y dime Yuuri ¿De dónde eres?.

-Soy de Hasetsu, Japón.

-¿Y se conocieron en Rusia?-preguntó Nancy, haciendo que ambos se tensaran.

-S-si, Yuuri es decorador de interiores, de hecho como se va a quedar aquí quiero que me ayude a darle más vida a esta casa.-contestó Víctor tomando la mano de Yuuri.

El japonés sonrió y apretó el agarre, aún las cosas estaban tensas debido a lo reciente, pero ambos trataría de poner de su parte en esta relación.

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Después de comer, ambos subieron al segundo piso y Víctor lo llevó hacia su cuarto, Yuuri se sintió nervioso y Víctor tomó su mano y lo hizo entrar primer. La habitación era de color gris, el ventanal estaba cubierto por cortinas blancas y la cama que estaba en el centro era enorme cubierta por un edredón de color azul, todo era estéril y limpio. Parecía que nadie vivía allí. Todo era impersonal.

-Esta sin vida el lugar, parece que aquí no viviera nadie, no tienes cuadros o fotografías, nada que diga que Tu duermes aquí.

Víctor sonrió y llevó ambas maletas hacia la cama.

-La verdad es que no pasó mucho tiempo aquí, siempre estaba metido en el trabajo o haciendo otras cosas. Pero ahora que estarás aquí conmigo...quiero que arregles el lugar conmigo, Yuuri...quiero que te quedes conmigo a vivir, se que es pronto. Pero te amo y no quiero vivir sin ti.

-Víctor…¿No será muy pronto?.

-Sabemos que lo es, pero te amo…

-También te amo...Y me quedaré el tiempo que quieras.

-Entonces será para siempre…

Yuuri sonrió y aceptó el abrazo y el beso que Víctor le dio.

Ambos sonrieron y a pesar de que no deberían sentirse tan felices, lo hacían. Se sentían finalmente completos.

»

Después de acomodar la ropa ambos se dieron un baño y se acostaron un rato a dormir la siesta, ambos estaban cansados por el viaje y querían estar descansados para la noche ya que Víctor le había prometido a Yuuri que lo llevaría a cenar y pasearian por la playa.

Cuando Yuuri abrió los ojos horas después, fue el hecho de sentir como el placer bañaba cada célula de su cuerpo. Sus ojos se fijaron en Víctor que estaba acostado a su lado, su pecho pegado a su espalda, una de sus piernas estaba encima del muslo del ruso mientras este se movía en su interior, penetrando su cuerpo de manera lenta pero firme.

Yuuri comió cuando Víctor tomó su polla y la bombeo al mismo ritmo de sus embestidas.

-Víctor…más fuerte por favor.-rogó Yuuri planteándose un poco para agarrar la mejilla de Víctor con su mano.

Este se hizo su rostro hacia adelante y tomó la boca de Yuuri en un beso lánguido, su lengua entró en la boca de Yuuri tomando posesión de los labios ajenos.

Víctor empezó a mover las caderas más rápido, haciendo que Yuuri se alejara del beso para poder gemir y a se agarró de las caderas del ruso.

Vamos amor, ponte de rodillas.

Yuuri hizo lo que Víctor le pidió y acomodo su pecho en el colchón dejando su trasero expuesto para que Víctor lo follara, el ruso tomó sus caderas y volvió a meterse en su interior de una vez. Yuuri Gimió y tomó su propio pene para masturbarse mientras Víctor arremetía contra él de manera más rápida.

-Víctor yo…

-También yo, juntos amor-contestó Víctor de manera dificultosa mientras movía sus caderas más rápido. Ambos se corrieron juntos, Yuuri mojando su mano y Víctor el cálido interior de Yuuri, Víctor cayó sobre el moreno, besando su hombro y su mejilla haciendo cosquillas con su cabello en el oído de Yuuri, este sonrió y apretó una mano de Víctor.

-Te amor Yuuri.

También yo.

Ambos tomaron un baño juntos y volvieron a hacer el amor una vez más bajo la cálida agua de la ducha.

Luego Víctor llamó al restaurante donde comía siempre y pidió una reservación para esta noche mientras Yuuri se cambiaba por una ropa más cómoda, una playera manga corta de color celeste con rayas blancas y un jeans de color blanco y unas zapatillas del mismo color dándole un aire más juvenil.

-¿Estas listo?-.

-Si, en realidad jamás pensé que haría tanto calor.

-Aquí  el clima es especial, a veces llueve y hace mucho calor de igual manera, pasando el tiempo te acostumbraras. Vamos que la noche es joven y no tengo que trabajar hasta el lunes.

Yuuri asintió y aceptó la mano que Víctor le tendió