Capitulo 36

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POV Christian

-¿Cómo sabes que vas en la dirección correcta?- pregunta Ana. Acabamos de despegar de la azotea del Escala.

-Aquí.- Señalo el tablero de control.

-¡Ah!- Se limita en contestar, y mira hacia la ventana.-¡Wow!- exclama.

-¿Cuánto durará el vuelo?- Pregunta emocionada.

-Poco menos de una hora, y estaremos en Portland.- Le respondo sin dejar de mirar al frente.

-¡Oh, que lindo!- Chilla emocionada mirando en la ventana.

Nos elevamos hacia las alturas, entre las masas de nubes

-Me imagino que nunca haz visto el monte Santa Helena, ¿no es así?- murmuro.

-No.

-Pronto lo veras.

Anastasia va alucinada mirando por las alturas como nos alejamos de Seattle. Me gusta asombrarla, se ve hermosa cuando sonríe.

-¡Mira bebé, qué bonito se vé todo!- dice con ternura y acaricia su vientre

-Dudo que lo vea.- Le comento burlón.

-¿Lo traerás​ a ver el monte Santa Helena?

-Cuando tenga unos seis o siete años.-me sorprendo de mi mismo. Aquí estoy, hablando de mi hijo... cuando hace unos atrás, no quería ser padre. Y ahora estoy aquí, en mi Charlie Tango con la chica que me trae loco, y que va a darme un bebé...

Media hora después nos acercamos hacia el Monte Helena..

-Mira. Allá está el Monte santa Helena.- le digo y apunto con el dedo brevemente.

-¡¿Es ese?!- Se ve asombrada al verlo. -¿Sigue siendo un volcán activo?- me pregunta sin dejar de verlo.

-No lo creo... pero, ¿Quieres averiguarlo?

-¡Si!

Volamos sobre el cráter y está aún más sorprendida por el panorama, me gusta disfrutar del paisaje con mi chica. De pronto nos interrumpe el sonar de las alarmas​ en el helicóptero. Me reporta que hay falla en los motores y alcanzo a ver humo.

-¡Christian! ¿Que está pasando?- me pregunta Ana al dar el helicóptero una fuerte sacudida.

-No te preocupes, Nena...- Me limito a responder manteniendo la calma. No quiero asustarla.

-¡Dios! ¿Christian, que pasa? ¡Christian, responde!- Mierda, está aterrada.

-¡Mayday! ¡Mayday!- Llamo a torre de control pidiendo ayuda. Temo por Ana y mi hijo.-Todo estará bien, nunca dejaría que te pase algo malo.- ella me sonrie, pero puedo ver el miedo en sus ojos.

Cada vez me cuesta más trabajo mantener el control del helicóptero.

-Quiero que sepas algo.- me dice Ana.

-No lo hagas.- No quiero que ella me diga palabras que suenen a despedida

-¡Te las dire igual! Aunque no te guste.- Susurra Ana ya llorando.

-No llores, todo estará bien.- Mierda ¿Por que la traje conmigo? Ahora ella no estaría asustada.

-Nunca... Nunca deje de amarte.

-¡Basta! ¡Por favor! ¡Estaremos bien!

Consigo llegar a la reserva de Gifford Pinchot y encuentro un lugar en el cual podría improvisar un aterrizaje forzoso.

-Te amo, Christian.- Mi respiración empieza acelerarse, y mi corazón late a toda prisa.

-Te amo, Anastasia.

POV RAY

Siento una extraña opresión en mi pecho, pero hago caso omiso. Entro a un bar a ahogar mis penas. Mi esposa y mi hija se fueron, me han dejado solo por necio.

-Una cerveza.- Le digo al camarero mientras me siento en el taburete de la barra.

Joder ¿Como fue que llegué a esto? Tenia una linda esposa, una maravillosa hija, y ahora estoy aquí, sin nada.

-Aquí tiene señor.- me dice el camarero eficiente.

-Gracias.

¡Ay, Carla! ¿Donde te metiste?

Llevo unos minutos aquí, y alguien se sienta en el taburete que está a lado mío.

-¡¡Hey!!- Escucho que dicen ¿Donde he oído esa voz?

-¿Que se le ofrece, señor?- Pregunta el camarero.

-Un whisky, en las rocas.- pide el hombre.

-Enseguida.-

-¿Penas de amor?- Le digo sin mirarlo.

-Algo así.- Respondo y me volteo a ver a mi interlocutor.

-¡¿Tu?!- Me quedo atónito.

-¡¿Raymond Steele?!- Hace años que no estaba frente a frente con este hombre.

-¡Carrick Grey!- Estoy asombrado ¿Que hace aqui?

-Lo que menos pensé cuando entre a éste bar, fue que me encontraría con un traidor.- Dice a la vez que el camarero le deja el whisky.

-Esa es mi cruz...- Le doy un sorbo a mi cerveza.

-Destruiste mi vida, y la de mi hijo. ¡Mataste...

-¡No la mate! ¡Fue Stephan, su verdadero amante... Te equivocaste, Carrick.-lo interrumpo.

-¡Maldito, tu eras mi amigo... y me traicionaste!

-Me arrepiento de eso todo los dias, pero no la mate... ¡No lo hice!- Aparece un camarero.

-Caballeros, si van a discutir o pelear. Allá esta la salida.-señala la entrada.

-Jamás me mancharia las manos con una basura tan insignificante.- Espeta Carrick con desprecio.

-Eso dolió.- Le digo con sarcasmo.

-Eso eres Raymond​, una basura. Tú y la zorra de tu hija...

-¡No te refieras así a mi hija!- Ya debe saber que Ana está con Christian.

-¿Y como se le llama a las mujeres que envuelven a hombres millonarios?

-¡Escucha... no dejaré que te refieras a mí hija de esa manera!- Estoy furioso.

Me levanto y le agarro de las solapas de su chaqueta.

-¡Detenganse!- Dos camareros nos detienen.

-¡Es éste maldito el que quiere golpearme!- Dice Carrick.

-¡El maldito eres tu!

Suelto a Carrick, el saca su celular de su bolsillo y contesta incómodo.

-¿Que ocurre?- Espeta...

-¡¿Que?!- El deja caer su celular al suelo ¿Que le pasa?

-¿Que ocurre?- Ni sé por qué le pregunto.

-Chri... Chris... tian...- Se sienta en el taburete, esta en shock.

-¿Que ocurre con Christian?- Mi corazón empieza latir más rápido, y un hueco empieza a sentirse en mi estomago.

-Christian. Salió esta mañana rumbo a Portland...

-¿Y que paso?- Pregunto preocupado.

-Él... y... Anastasia...- abro mis ojos como platos​.

-¡¿Que ocurre con mi hija?!- Empiezo a deseperarme.

-Su helicóptero... no llegó a Portland. De del radar treinta minutos después de despegar.- Esas palabras son como un balde de agua fría. Mi Annie... ¡No por favor!

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