Saint Seiya. Guerreras de dos épocas

Capítulo 04: Ideas vagas.

Los tres se sorprendieron por sus declaraciones, Yato y Yuzuriha ignoraban quién era Hanbinger, sin embargo Yuna si sabía quién era Shion, eso quería decir que estaba en el pasado, si cometía un error podría destruir el presente.

-Escuchen...- la santo de águila llamó su atención. -Sé que será difícil de creer, pero yo vengo del futuro- lo dijo despacio para no alarmar a los ex-santos.

Tanto Yato como Yuzuriha reflexionaron las palabras de Yuna, miraron su ropaje así como el lenguaje que usa, quien rompió el silencio incómodo fue la ex-santo de Grulla.

-Te creemos, pero ¿por qué fuiste enviada a esta época?- habló el castaño, Yuna trató de recordar que la llevo ahí.

-Lo más importante será saber quién te mandó, un poder así sólo puede provenir de los dioses...- habló la mujer mientras pensaba.

Yuna recordó que estaba en Star Hill y una luz proveniente de la estrella de Athena la elevó y transportó ahí.

-Fue... fue Athena- los presentes se sorprenden. -Me gustaría saber porqué, tal vez fue un castigo por estar en Star Hill-

-Un Santo tiene prohibido ese lugar, sólo el patriarca puede entrar- aclaró Yuzuriha.

-Lo sé, pero justamente el patriarca me llevó ahí...- suspiro. -Sabía que era mala idea...-

-¡Oye!- Yato llamó su atención. -Y ¿cómo es tu futuro? ¿Alguien conoce el nombre el fabuloso y poderoso Yato?- preguntó con soberbia y con una sonrisa en los labios, pero la lemuriana le dio un golpe.

-No debes hacer esa preguntas, si ella interfiere el pasado, posiblemente cambien el futuro- dijo con cierto enojo, pero era más obvio su tono tranquilo. -Sólo dinos tu nombre, yo soy Yuzuriha antigua santo de Grulla, él es Yato era el santo de Unicornio-
Yuna recordó el nombre de la mujer, recordando a su pequeña amiga Raki.

-Yo soy Yuna de Águila, es una placer conocerlos, tengo entendido que estoy en el siglo XVIII, años después de la Guerra contra Hades.

-Sí...- la lemuriana se cruza de brazos. -Debemos pensar en una manera de regresarte a tu época- Yuna asintió, no sabía las razones ni las consecuencias de haber llegado, debía retirarse antes de que cosas malas pasaran.