[CERRADO]* Amor Zodiacal (Oneshots) *

* ♂ Virgo x Tauro ♀ *

Las infantiles melodías se escuchaban de lejos. Los adultos buscaban estacionamiento y sus bocinas sonaban repetidas veces. Se peleaban desconocidos solo por un lugar donde dejar el auto. Mientras, en el lugar tan tradicional, los niños pequeños hacían fila con familiares para ir a juegos. Algunos querían ir a los juegos lentos y otros querían ir a los rápidos, aunque no podían. En los juegos para gente mayor, los gritos se escuchaban por montones. Quienes controlaban los juegos fumaban cerca de la gente, con una expresión de cansancio. Llegó una pareja al parque y compraron entradas.

- Tengo sueño... -el dijo-.

- ¡Son las 9 PM! vamos.

Ella, quien llevaba un vestido no muy corto, lo llevó hasta la típica montaña rusa con su fila realmente larga. El presenciaba con temor los gritos de los adolescentes rebeldes que después que salían del juego querían hacerlo una y otra vez. El escondió sus manos en los bolsillos de su pantalón de un color oscuro. Después de 10 minutos, la pareja se sentó en uno de los carros.

- Espero que no estés asustado...

- No lo estoy, yo no me asusto -el dijo, nervioso. El juego empezó a moverse- ¡QUIERO SALIR, QUIERO SALIR!

- ¡Todo estará bien! Este juego es de lo más seguro...

Los carritos subían y bajaban. Los metales chocaban produciendo un ruido que hacía doler la cabeza y oídos. La velocidad aumentaba como la desesperación del chico. Sin embargo, los demás disfrutaban por montones. Y no eran masoquistas, como el pensaba.

- ¡Afirmate del fierro de aquí! -ella dijo, afirmándose. Su cabello se movía por el viento y su sonrisa era grande-.

- ¡Alguien hizo algo asqueroso con su dedo antes de tocar esto! -el dijo, estático-.

Empezaron los gritos de todos, menos de el. Él tambien gritó solo en los momentos que los carros bajaban de la nada, con fuerza. El se aguantaba los gemidos.

Estuvieron 2 horas en ese parque. Se subieron a varios juegos, el no quería subirse a ninguno pero se subió a todos los que ella se subía. Varias veces el tuvo nauseas y no quería tocar nada aunque tuvo que afirmarse varias veces. Salieron de ahí y ella tomó su mano con una sonrisa.

- Gracias por hacerlo por mi... -el sonrió al verla sonreír. Se acercó y le dio un beso. Ambos se abrazaron- perdón por los sustos... tu todo el tiempo estuviste asustado.

- Yo no me asusto.

- Si lo haces, y mucho.

- No.

- Si.

- ...okey, si. Un poco.

- No.

- Si.