*POV Camila
Mi papá, por suerte, sabe un poco de inglés, así que pudo hablar con Lauren sin ningún problema, hasta porque ella lo ayudaba, hablando despacio y pausadamente. Marielle anunció que vendría al otro día para conocerla, con Sandra, así que, después del almuerzo, pude finalmente estar un momento a solas con ella.
-y esta es mi habitación. -abrí la puerta, dejándola entrar y cerrando con el pie.
Lauren: el lugar más importante de la casa. -me lanzó una sonrisa malvada.
-no seas tarada. -le di un golpe leve en su brazo.
Lauren: en serio, tu cuarto es exactamente como lo imaginaba. -sonrió, sentándose en la cama.- todo lleno de esencias.
-hey, no está todo lleno de esencias. -hice un puchero. Lauren sonrió y me llevó hasta su regazo, envolví mis brazos en torno a su cuello.
Poco a poco fue aproximando su rostro al mío, llevó mis cabellos delicadamente hacia atrás de la oreja, quitándolos del camino, pasó su nariz levemente por la mía, para en seguida rozar nuestros labios, cerré los ojos, con el corazón latiendo más fuerte, embriagada por su perfume. Ella mordió mi labio antes de unir su boca a la mía. Una deliciosa sensación se apoderó de todo mi cuerpo cuando iniciamos el beso, hace tanto tiempo que soñaba con sentirla nuevamente, sin miedo, sin el nerviosismo de la partida, del ultimo momento, solamente entregarme sin pensar en nada más. Acaricié su cuello, sintiéndola temblar, sus labios seguían siendo cariñosos, suaves y extremadamente dulces. Era un beso lleno de nostalgia. Un beso que no debería terminar nunca. Sin embargo, ella selló mis labios y se alejó.
Lauren: qué van a pensar tus papás de mi si te dejo toda llena de marcas el primer día? -murmuró, contra mis labios.
-ellos no tienen que pensar nada. Nosotras dos somos niñas, amigas. -respondí jadeando y sonriendo, aun con mi mano en su cuello.
Lauren: amigas? -preguntó riendo.- no intentes terminar con mi autocontrol Camila, en serio. -sonreí, mordiendo sus labios.
-si. Finge que eres solamente eso. Te daré un descuento hoy porque es el primer día y debes estar cansada por el viaje, pero mañana no te me escapas. -amenacé, ella se echó a reír.
Lauren: ven aquí. -se acomodó en mi cama, yo me senté entre sus piernas y me recosté a su cuerpo.- tienes idea de cuántas veces pasé imaginando tenerte nuevamente en mis brazos? -llevó mi cabello hacia un lado, para poder besar mi hombro.
-sé que no llegas a la mitad de las que yo imaginé. -sonreí, colocando mis manos sobre sus brazos que ahora me envolvían.- no te sientes extraña?
Lauren: extraña cómo?
-no sé, hace un año estábamos en Miami, en tu casa y ahora estás aquí. Esto es medio irreal para mi.
Lauren: creo que aun estoy medio anestesiada con todo esto. -sonrió.
-creo que las dos estamos así. -la acompañé en su sonrisa, entrelazando mis dedos en los suyos.- y cómo están las cosas por allá?
Lauren: en Miami?
-exacto.
Lauren: igual. -se encogió de hombros.- Taylor anda medio perdida porque ya no tiene con quien hablar. Así que habla de sus asuntos y de su novio conmigo.
-sé buena hermana mayor y aconséjala. -dije seria.
Lauren: hm, soy un poco celosa, no me gusta estar enterándome de lo que hace o deja de hacer con Drew. -murmuró, reí.
-eres muy linda, mi amor. -me acomodé, entre sus piernas, para poder ver su rostro.- y te amo. -di un rápido beso a un lado de sus labios.
Lauren: señora Camila Cabello, tengo algo que te pertenece. -dio un beso en mi nariz y se levantó, desordenando su maleta.- esto. -me mostró la pulsera que dejé sobre su cama antes de regresar.- que feo abandonar los regalos.
*POV Lauren
El lugar puede ser diferente, el idioma completamente extraño, sin embargo, la tengo a mi lado y eso me basta para estar feliz. Y sentirme en casa. Me senté a su lado, para volver a poner la pulsera, que siempre le perteneció, en su brazo. Camila sonrió y besé levemente su mano.
Camila: no tienes sueño? -jugó con la pulsera, girándola, mientras me hacía la pregunta.
-sueño no. Tal vez un poco cansada. -admití, trayéndola más cerca.
Camila: necesitas descasar, el viaje fue largo. -recostó su cabeza en mi hombro, dejé un beso en sus cabellos.
-el problema es que no me quiero perder ni un segundo contigo. -suspiré.- ya te tuve lejos bastante tiempo.
Camila: no voy a estar lejos, estaré aquí cuando despiertes. -sonrió tierna.
-hm, si acepto la propuesta y me voy a dormir, te acuestas a mi lado?
Camila: cuánto quieres que lo haga?
-mucho. -jugué, sonriendo.
Camila: entonces lo haré. -se levantó para alistar la cama, la ayude como pude. Cuando todo estaba listo, la traje para que se acostara sobre mí.
-no hay problema si tus papás nos ven? -pregunté, un poco asustada.
Camila: Lauren, mis papás saben lo mucho que te quiero y ellos aun no saben de nosotras. Creen que somos amigas, y lo seguirán haciendo, además, no estamos haciendo nada. -se encogió de hombros.
-estaba pensando en hacer algo... -dije seria, pero burlándome.
Camila: traviesa. -dio un leve golpe en mi hombro. Y levantó su cabeza hasta rozar sus labios en los míos.- sabías que es muy feo decir cosas que no vas a cumplir?
-y quién te dijo que no lo voy a cumplir? -sellé sus labios, acercándola más a mi cuerpo.
