Lo que no se puede negar | MELEPE = Yellow Mellow & Cadepe | FANFIC

PARTE XX: PUNTA CANA 2

- Cómo mola esto ¿no? - Le dije a María. Estábamos las dos solas sentadas en la arena, ya casi iba a anochecer. - Me alegra tenerte aquí.

- Sí... - Me respondió un poco distraída, parecía tener la mente en cualquier lado menos ese mismo lugar, conmigo.

- ¿Qué pasa? 

- Nada, nada.

- Venga, María...

- Nada, Melo. - Me dijo mientras empezaba caminar, intentando dejarme ahí sola.

- ¿Qué tienes? - Le insistí, tomándole del brazo. - ¿Por qué te vas?

- Me voy al hotel. - Me contestó ella - Suéltame, anda...

- Pero por qué... ¿por qué de repente te quieres ir? - Le decía mientras iba detrás de sus pasos. - ¿Dije algo?

- Qué va... 

- Bueno, pero entonces dime, si hace un rato hemos estado muy bien.

- Melo. - Me dijo al detenerse por fin, aunque me daba la espalda y mantenía la mirada al frente. - No quiero que juegues conmigo.

- ¿Pero de qué hablas María? - Le dije riendo de nervios. - ¿Jugar yo contigo?

- Te he visto con la tía esa... -  Se acercaba a mí muy cabreada y temía lo peor: Una escenita en medio del mar de Punta Cana, a vista de todos los youtubers de España. Sí, señor. 

- A ver, María, cálmate. ¿Qué tía? - Le decía. Cuando se acercó lo suficiente a mí. Intenté tomar sus manos y calmarla de alguna manera. Yo en realidad estaba muy nerviosa. - No te pongas así ¿vale?

- He visto como eres con ella...

- A ver... ¿De qué tía hablas?

- Tú sabrás. - Me dijo y siguió de nuevo el camino hacia el hotel.

- Es que no sé, no se me ocurre de quien puedas hablar... - Le insistía - María, por favor, por lo menos dime las cosas claras. 

- Mira, Melo, no es nada en contra de ella pero es que hoy he visto como os tratáis y no sé...  - Me dijo, deteniéndose otra vez.

- ¿Bolli? - Le dije riendo. - ¿Lo dices por Bolli?

- ¿Qué? No, ella no. - Me preguntó y nuevamente empezó a caminar o casi correr.

- María, por favor. - Tomé su brazo para detenerla mientras me reía, porque me hacia mucha gracia que ella se pusiera celosa, sin ni si quiera tener razones para estarlo. - ¿Por qué se te ha ocurrido que quiero algo con otra tía? ¿Justo aquí?

- Yo no he dicho eso. - Me respondió. 

- Que sí, acabas de decir eso. 

- Bueno, Melo, ya sabrás tú. Solamente que no intentes ¿vale?... no intentes jugar conmigo.

- ¿Pero qué dices? María, por favor... - Le decía sin contener la risa. - Bolli tiene novia.

- Que no es ella.

- ¿Y entonces de quién coño hablas? En serio que no tengo ni puta idea... me estás asustando. ¿O es que estás bromeando?

- ¿Qué? ¿Te crees que es una broma todo? Vale, Melo, te veo luego.

- Joder... Pero es que no... Vale, vale y si no es Bolli ¿Quién? ¿Aida?

- ¿Por qué ahora os lleváis tan bien? - Me preguntó mientras aceleraba el paso.

- ¿En serio? - Le pregunté riendo. Ya estábamos muy cerca de llegar al hotel y temía que alguien nos llegara a ver discutiendo. María estaba muy cabreada y no entendía, me parecía tan tonto todo. - ¿Y qué se supone es lo que te ha enfadado?

María no dijo una sola palabra más, ni si quiera en el ascensor, esperó que ambas estuvieramos en nuestra habitación para que por fin pudiera decir algo. Y todo lo que decía era ''No me tomes por tonta ¿vale?'' ''No soy juguete de nadie ¿vale'' y un largo etcétera.

- Vale, María... en serio, me hace mucha gracia verte así. - Le contesté entre risas. - Si Aida y yo nos hemos conocido apenas hace unas semanas, ni si quiera tenemos mucha confianza... y tiene novia ¿vale? Y yo te tengo a ti ¿por qué de repente piensas eso?

- Pues os lleváis muy bien para tan poco tiempo.

- Joder, otra vez... 

- Vale, Melo, está bien. Déjalo así, anda...

- ¿Solo porque es lesbiana? ¿Solo porque es lesbiana crees que quiero algo con ella? En serio, es muy absurdo.  ¡Que tiene novia, joder!

- ¿Y si no tuviera novia, si?

- Pues me lo pensaría... - Le contesté riendo. Ella se enfadó más y yo aproveché en abrazarla. - Joder, es broma. No sé porqué te has puesto así, pero me hace gracia ¿sabes? No te he visto tan enfadada...

- A mí no me hace gracia. - Me dijo muy enfadada.

- María, que solo te quiero a ti. No hay ninguna otra persona ni en Punta Cana, ni en España ni en ningún lado del planeta... ya quisiera yo... que no, que no, es broma. Solo estás tú, no me interesa nadie más.