Mi yo de ocho años me quiere dar una paliza, de seguro.
Me convertí en esas adolescentes depresivas de la rosa de Guadalupe, en las que no debía convertirme, ay Zeus, ¿Porque tuvieron que romper así mi burbuja?
Ahora estoy en otra peor, dónde nadie entra y si entra no tardan en escapar, por favor regresenme a la época dónde era una niña feliz a la cual no tenía que preocuparse por los problemas económicos, la cual no era la mano derecha de su madre, la cual no tubo que escuchar a su madre pidiendole perdón por el daño que le hicieron y ella era responsable indirectamente. ¿Hay salvación en mi?
Quien sabe, solo voy a alejar a ese hombre de mis hermanas, lo más lejos posible.