────/Efua se detuvo apenas cruzó el umbral, como si necesitara asegurarse de que no era un error estar allí. Sus dedos jugaban, distraídos, con la cremallera de su abrigo; ni siquiera había pensado qué decir al llegar y, en el fondo, agradeció que fuera el ciervo quien rompiera primero el silencio. Sus ocelos se posaron en él, delatando un leve cansancio, aunque una pequeña sonrisa se dibujó en sus labios. Tenía razón: sus ojos recorrieron la cafetería… las sillas ya apiladas, la barra reluciente, todo listo para cerrar. Parecía fuera de lugar ahí, como una mancha oscura en un lienzo cálido. Pero su pregunta hizo que cualquier atisbo de calidez se disipara, reemplazada por un nerviosismo extraño que se arremolinó en su pecho. Por un instante, sus labios se entreabrieron, pero dudó. Tragó saliva, obligándose a empujar las palabras. Ha sido… un día largo. /Su voz salió baja, como un susurro. Vaciló en continuar, sus dedos deteniéndose en ese instante en la cremallera. Sólo pensé que… que quería pasar por aquí… y verte. /Un silencio pesado, casi denso, se deslizó entre ambos. Evitó su mirada, dejándola caer sobre la barra impecable, como si estudiara un detalle que no existía. Era vergonzoso admitir que, en tan poco tiempo, Amory se había convertido en una especie de ancla a una vida más normal, una rutina cotidiana; algo que ella tanto ansiaba, sobre todo en días como estos.
⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀ ׂ ᳞ @luv-a-deer ༅