Yo no me enfado. Sólo observo, miro, pienso, me decepciono...y me alejo si es necesario.
No me perteneces, tan sólo me pertenece lo que sientes por mi.
Rómpeme el corazón. Rómpemelo mil veces si quieres. De todos modos sólo ha sido tuyo desde el principio.
De qué sirve la distancia si el amor es eterno.
Es mejor ser rey de tu silencio que esclavo de tus palabras.
Nuestro amor es como el viento, no se ve pero se siente.
Las reinas malvadas, son las princesas que nunca fueron salvadas.
Amar es destruir, y ser amado es ser destruido.
Te amo y te amaré hasta que muera, y si hay una vida después de esta, te amaré también entonces.
Las locuras de hoy serán los mejores recuerdos de mañana.
Las personas no cambian simplemente nunca fueron eso que pensaste.
No confíes tan rápido en la gente. Recuerda que hasta el diablo fue un ángel y traicionó a Dios.
El infierno puede ser más divertido, si estás con el demonio correcto.
A veces somos buenos con las personas equivocadas.
He llegado a un punto en el que ya no odio a nadie, simplemente no me importan.
El amor es como el mar, se ve el principio pero nunca el final.
Y es que en este mundo traidor, no hay verdad ni mentira, todo es según el cristal con que se mira.
El amor verdadero no se destruye tan fácilmente. Porque resurge de las cenizas para volverse eterno.
Si lloras por haber perdido el sol, las lágrimas no te dejarán ver las estrellas.
Dejemos la mente abierta, el corazón a la escucha y la razón encerrada con un candado y mi historia será solo eso, una historia.
Fueron dos desconocidos que un día se encontraron, fueron dos grandes amigos que después se enamoraron.
Nunca digas nunca, nunca digas siempre, nunca digas lo que tu corazón no siente.
Si todo fuera perfecto, no sería real.
Si no luchas por lo que quieres, no llores por lo que pierdes.
Cuando la mediocridad de los demás afecta tu tranquilidad, estás cediendo el poder sobre ti. Aprende el fino arte de ignorar.
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